El miriñaque en los injertos es una protuberancia en el tallo debida a una mala conexión de los haces vasculares de patrón e injerto. Nunca lo había visto en sandía, pero las plantas así no se van a desarrollar bien y van a ser poco productivas. Hay que huir de él como de la peste. Pasa por utilizar injertos más gruesos que el patrón, donde no se alinean bien las estelas vasculares. No circula bien la savia a través del floema.
Aquí aparece en un injerto adosado. En los injertos de aproximación no suele pasar.