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martes, 27 de enero de 2015

Jornada de Virosis en Hortícolas. Sustos y suspiros

El pasado día 22 tuve la suerte de asistir a las Jornadas Técnicas sobre virosis en hortícolas que Cajamar, Coexphal y la Cámara de Comercio organizaron en Aguadulce. El elenco de ponentes no era para menos; estaban la flor y nata de los virologos españoles: Isabel Font -del Instituto Agroforestal del Mediterráneo y la directora del Laboratorio de referencia para Virosis en Hortícolas-, Enrique Moriones -Investigador del CSIC en La Mayora-, Miguel Aranda -Investigador del CEBAS-, Dirk Jansen y Leticia Ruiz -Investigadores del IFAPA-. No era cuestión de perderse lo que tuvieran que decir...
Comenzó Isabel Font, que como directora del Laboratorio de Referencia tiene la última palabra en temas de virología en España. Hizo un repaso de los últimos problemas que han aparecido en nuestro país, desde el PZSV -Perlagonium Zonale Spot Virus- (del que hablamos en la segunda revista que editamos en este blog, gracias a las excelentes fotos del compañero Acosta, como la de la primera imagen) hasta el ahora tan de moda STV -Southern Tomato Virus- (del que acabaremos hablando hoy) Si algo quedó claro es que los dos virus más peligrosos actualmente son el ToLCNDV -Tomato Leaf Curl New Delhi Virus- (el famoso Nueva Delhi de las cucurbitáceas) y el PeVYV -Pepper Vein Yellows Virus- (el "naranjeo" de los pimientos); y sobre ellos se centran actualmente los esfuerzos de todos los grupos de investigación representados en las jornadas. Sin embargo, mientras que el proyecto de investigación sobre el ToLCNDV ha sido aprobado y dotado de medios económicos, el proyecto sobre el PeVYV ha sido rechazado por las autoridades. ¡Mala suerte para los pimenteros almerienses! Mucho me temo que seguiremos mucho tiempo sin conocer sus reservorios, su distribución o la eficiencia de sus vectores...
Otra cosa es el ToLCNDV -el famoso Nueva Delhi- al que todos se afanan en conocer a la perfección y del que habló después Dirk Jansen, del IFAPA. No añadió mucho el bueno de Dirk sobre lo que nos contó en las muchas charlas y jornadas que se dedicaron a este virus el año pasado; lo más importante -en mi opinión- fueron dos cosas: una buena y otra mala. La buena, que el aislado de ToLCNDV que tenemos en España es aún muy homogéneo, así que el enemigo aún no ha evolucionado. La mala, que ya ha sido detectado en tomate en el campo, aunque sus síntomas nada tienen que ver con los del TYLCV -Tomato Yellow Leaf Curl Virus- (el virus de la cuchara) y su transmisión es muchísimo menos eficiente en tomate que en calabacín... Mientras basta con colocar una mosca infectiva por cada plántula de calabacín para infectar el 96% de las plántulas, para infectar un 20% de las plántulas de tomate hay que colocar 20 moscas infectivas por cada plántula (una sola mosca blanca por plántula de tomate no es nunca capaz de infectar) Con esa escasa capacidad de infección no parece que el Nueva Delhi vaya a ser -por ahora- un gran problema en tomate... Ya que estamos, aprovecho para aclarar una vez más que los tomates con síntomas similares al "virus de la cuchara" que aparecieron el año pasado en la zona del Km 21 NO TENIAN VIRUS DEL NUEVA DELHI; y no hablo de oídas, me lo han confirmado de viva voz dos de los ponentes de esta charla -a los que tuve el honor de acompañar el viernes en una visita de campo- que analizaron personalmente esas muestras en sus laboratorios. El origen de estos síntomas es aún desconocido; podría haber varios candidatos, y no necesariamente virus.
Enrique Moriones nos habló de la epidemiología de los virus y de las múltiples estrategias que es necesario integrar y combinar para controlar su expansión. Los trabajos realizados en La Mayora en este sentido, aunque ya me eran conocidos, son muy interesantes: la resistencia genética contra mosca blanca encontrada en varias líneas de Lycopersicum, los ensayos con Acibendolar-S-Metil (un análogo del ácido salicílico que Syngenta decidió no comercializar en España, a pesar de estar registrado) como inductor de resistencias, los ensayos con plásticos fotoselectivos,... Sin embargo, lo que más me llamó la atención fueron las exclamaciones de la diapositiva que aparece en la foto; no es de extrañar que uno de los mejores expertos en begomovirus del mundo, que ha visto recombinar en los últimos años a los virus de la cuchara y ha puesto nombre a dos nuevas especies de begomovirus, esté preocupado con el hecho de que el ToLCNDV y el TYLCV convivan en una misma planta... Los begomovirus son virus "promiscuos", muy dados a recombinar entre ellos, y no sería la primera vez que un begomovirus monopartito y uno bipartito hacen de las suyas. Ahora sabemos que existe la posibilidad de que eso ocurra... Aunque por ahora solo sea eso: una posibilidad.
Miguel Aranda nos habló del PepMV -Pepino Mosaic Virus-, el virus de contacto que trae de cabeza a los tomateros de medio mundo. Explicó las gran variabilidad de los aislados virales, la presencia combinada de cepas del grupo chileno y el europeo en muchos cultivos, la aparición de cepas necrogénicas que causan necrosis y colapsos en los cultivos, la existencia de cepas prácticamente asintomáticas y la utilización -tan controvertida como arriesgada- de estas cepas muy poco agresivas para infectar los cultivos, en un proceso conceptualmente muy similar al de una vacuna. Como él mismo dijo, liberar intencionadamente un virus en los cultivos -por atenuados que sean sus síntomas- es una medida peligrosa, que solo  puede contemplarse ante situaciones desesperadas. En su opinión -infinitamente más autorizada que la mía- la actual situación con el PepMV lo es... Aún así, me atrevo a afirmar que -al menos en Almería- la cosa no es para tanto, y que podemos controlar este virus con una solarización correcta y algo de cuidado en la rotación de las cuadrillas. Pero lo cierto es que no conozco la realidad murciana; al fin y al cabo, son otros ciclos y otras condiciones de cultivo.
Leticia Ruiz nos contó la extraña historia de los amarilleos en judía, de como el BnYDV -Bean Yellow Desorder Virus- irrumpió provocando graves daños en judía, y de como pocos años después fue sustituido por otro virus similar. El virus que actualmente causa problemas en las judías españolas es prácticamente idéntico a un virus que ataca a las lechugas californianas, el LCV -Lettuce Chlorosis Virus-, solo que mientras el aislado californiano no puede infectar a las judías, el español no puede infectar a las lechugas. Todo un misterio: ¿cómo puede un virus aparecer en la otra esquina del mundo infectando un cultivo totalmente distinto?... Lo cierto es que entre uno y otro crinivirus casi dan la puntilla definitiva al cultivo de la judía, que ya andaba muy tocado por la competencia de otros países productores.

Por último, y cuando ya creíamos que no quedaban más sustos, Juan Mateo Arcos, de Sanidad Vegetal de la Junta de Andalucía, nos dio el último. Los Servicios de Sanidad Vegetal de La Junta de Andalucía han hecho una prospección sobre plantas de tomate tomadas de los cultivos; han escogido plantas injertadas y sin injertar, de manejo convencional y ecológico, que mostraban síntomas extraños o que parecían perfectamente sanas, y han evaluado en ellas la presencia de STV -Southern Tomato Virus-. Los resultados han sido sorprendentes, pues el 66% de las plantas muestreadas daba positivo en STV, independientemente de que mostrara o no síntomas... O sea, ¡Dos de cada tres tomates del campo de Almería tienen STV! La proporción bajaba algo cuando se analizaban plantas de semillero; ahí solo el 50% de las plantas daba positivo... O sea, ¡Una de cada dos plántulas de los semilleros de Almería tiene STV! ¿Qué demonios está pasando?¿Por qué, si tienen virus, nuestros tomates parecen sanos?...
Algo había apuntado Isabel Font en la primera charla de la mañana. El STV -Southern Tomato Virus- es un virus descrito muy recientemente, asociado a síntomas similares a los del PepMV; tanto es así, que en Canarias se le conoció durante años como "el síndrome del falso PepMV", pues a veces aparecían síntomas de PepMV en los cultivos sin que fuera posible identificar al virus en los análisis. Hasta ahora, el único método de transmisión demostrado para el STV es la semilla, y se cree que el virus no se localiza en la cubierta, sino en el interior. Por lo que se sabe, muchas veces es asintomático, y solo en determinadas circunstancias aparecen los síntomas, generalmente cuando están presentes otros virus en la planta. Vamos, que es muy pronto todavía para saber cual es el riesgo real y las consecuencias sobre el cultivo de este nuevo virus, así que mejor seguimos preocupandonos de los de siempre -que son los peligrosos- y dejamos la psicosis del STV para más tarde.
Cualquier comentario sobre un nuevo virus genera un gran susto en un sector muy sensibilizado, que ha sufrido mucho con ellos; solo a base de investigación y a fuerza de generar conocimientos podrán superarse estas irrupciones de virus, cada vez más frecuentes y complejas. Así son las cosas con los virus: primero viene el susto, luego los suspiros... algunas veces de alivio, la gran mayoría de las veces, de resignación.

domingo, 25 de enero de 2015

Agro....seguro?--Fuera de juego

"Al entrar en el pueblo, el Nini sintió el llanto resignado de las mujeres a través de los postigos. Al pie de la trasera del Pruden, medio enterrada en el cieno, había una golondrina. En el alero, asomando sus cabecitas blanquinegras por la abertura del nido, piaban incansablemente las crías. Las callejas estaban desiertas y en los relejes había más barro que en pleno invierno. En la Plaza, la señora Clo barría briosamente los dos escalones de acceso al estanco. En la tapia de adobes, bajo las bardas del corral, un cartelón de letras desiguales decía: « ¡Vivan los quintos del 57». El Ley se detuvo, olisqueando en el zaguán del José Luis y el Nini le silbó tenuemente. La señora Clo le vio entonces, se apoyó en la escoba y le dijo moviendo la cabeza de arriba abajo y mordiéndose el labio inferior:
–Nini, hijo. ¿Qué te parece este castigo?
–Ya ve.
–¿Es que somos tan malos, Nini, como para merecer esto?
–Eso será, señora Clo.

Frente a los establos, salpicado de barro, estaba el automóvil del Poderoso y en la misma esquina don Antero y varios desconocidos hablaban dramáticamente con los hombres del pueblo. El Justito, y el José Luis, y el Matías Celemín, y el Rabino Chico, y el Antoliano, y el Agapito, y el Rosalino, y el Virgilio se encontraban allí, los ojos patéticamente abiertos, las espaldas vencidas como bajo el peso de un enorme fardo. Y don Antero, el Poderoso, decía:
–El seguro por descontado. Pero nohay que dormirse, Justo. Hoy mismo debe salir un pliego solicitando créditos y moratorias. De otro modo será la ruina, ¿oyes?
El Justito asintió débilmente:
–Por mí no ha de quedar, don Antero, ya lo sabe usted.
El Nini pasó de largo, los perros pegados a sus pies, pero antes de alcanzar el majuelo, oyó la
voz tartajosa del Antoliano:
–Yo... yo no tengo seguro, don Antero
Y la de Matías Celemín, el Furtivo, extrañamente fúnebre:
–Tampoco yo.
Un rumor de voces arrastradas se unió a la del Furtivo como un coro: «Ni yo», «ni yo», «ni yo». "

El texto es de Las Ratas de Miguel Delibes. No soy experto en seguros y no entraré en el tema pero estamos igual que hace sesenta años. Algo falla en el sistema para que eso vuelva a pasar año tras año.

martes, 20 de enero de 2015

Granizo y gota fría, otra vez...

Ayer el cielo volvió a desplomarse sobre los sufridos agricultores de El Ejido. Esta vez la zona afectada fue San Agustín, donde la tarde-noche de ayer fue dantesca. Sobre las 8:00, mientras apenas chispeaba en el resto de Almería, una tromba de lluvia y granizo comenzó a caer sobre esta pedanía ejidense. Hacia las 9:30 la tormenta descargaba con gran intensidad sobre ese área y San Agustín estaba virtualmente incomunicado, con la policía local y los bomberos movilizados y decenas de coches varados en los carriles. Había caído mucho granizo y ya anoche comenzaron a circular por las redes sociales las primeras fotos de invernaderos caídos. Este vídeo, que comenzó a circular anoche, ilustra la violencia del pedrisco.
El amanecer de hoy ha dejado un reguero de invernaderos caídos, cultivos anegados y coches y camiones anclados en los enormes charcos que podían verse en toda la zona de San Agustín. Poco puede comentarse, las imágenes ya hablan por si solas.

Y para aquellos que no conozcan el campo y no sepan lo puñetero que es el oficio de agricultor, dos testimonios en video de un agricultor, grabados por el mismo con su teléfono móvil.

El Ayuntamiento de El Ejido estima que hay unas 50 Ha de invernaderos derrumbados y unas 400 Ha inundadas, lo que no es precisamente una anécdota. Esta mañana, cuando aún no había salido el sol, los agricultores afectados ya estaban trabajando para tratar de salvar siquiera una mínima parte de su cosecha. Es en estos momentos cuando alguien que -como yo- ha nacido en una ciudad, comprende de verdad la pasta de la que están hechos los agricultores; en días como hoy es cuando de verdad entiendes la fortaleza, la determinación y el valor -en una palabra y como diría un castizo: "los cojones"- que hacen falta para dedicarse a este oficio, en el que el trabajo de todo un año puede perderse en unos pocos minutos...

lunes, 19 de enero de 2015

Caracol, col, col...

Ya el el domingo pasado comentó Aguilera que había detectado varias fincas de pimiento con daños por alimentación de caracoles en la zona de Adra. También a mí me había comentado un amigo técnico que habían visto algo parecido en una finca de pimiento sweet bite que visita en La Curva, así que aproveché un rato libre para acercarme con él a la finca, ver en directo los daños y tomar algunas fotos. Lo cierto es que en el invernadero que visité los daños no eran precisamente anecdóticos, así que he decidido repasar y ampliar mis conocimientos sobre este grupo de animales -la lucha integrada siempre comienza por estudiar al enemigo- y después hacer este post que -como suele pasarme con estas cosas- ha quedado un poco friki... ¡Qué le vamos a hacer!
Como todo el mundo sabe los caracoles son moluscos, o sea pertenecen al Filo Mollusca. Pero esto es decir poco, porque los moluscos son un grupo enormemente numeroso y diverso de animales que han colonizado con éxito todos los ambientes del planeta, desde la alta montaña a las simas oceánicas, en el que la ciencia ha descrito casi 100.000 especies. Esto lo convierte en el segundo grupo más numeroso de animales, superado tan solo por los artrópodos -Filo Arthropoda, los indiscutibles líderes con alrededor de 1.100.000 especies- y por encima de los cordados -Filo Chordata, que incluye algo menos de 65.000 especies, entre ellas la nuestra-. Como podéis ver en la primera imagen, los moluscos se dividen en 8 clases, aunque la inmensa mayoría de las especies pertenecen a alguna de las tres más numerosas y conocidas: los vivalvos -clase Bivalvia- que engloban a los mejillones, almejas y otras delicias similares, los cefalópodos -clase Cephalopoda- que cuentan entre sus filas con los no menos deliciosos calamares, sepias y pulpos, y los gasterópodos -clase Gastropoda- donde están lapas y caracoles. Todos ellos tienen tres características comunes: 1) Un pie muscular con adaptaciones para la escavación en Bivalvos, diferenciado en tentáculos en los Cefalópodos y reptador en la mayoría de los Gasteropodos; 2) Una concha calcárea -hecha de carbonato de calcio- que en los bivalvos tiene dos valvas, es interna en los cefalópodos y de una sola pieza en los gasterópodos; y 3) Un órgano de alimentación denominado rádula, una especie de "lengua" cartilaginosa provista de dientes curvos de quítina y dotada de un sistema múscular, con la que erosionan el alimento y lo introducen en el canal digestivo[1].
Los gasterópodos son los más numerosos de entre los moluscos -el 75% de las especies descritas- y, como podéis ver en la segunda imagen, su anatomía es muy característica, con el pie en posición ventral -del que deriva su nombre-, una cabeza bien definida con varios pares de tentáculos sensoriales retráctiles -en el extremo de uno de los cuales se disponen los ojos- y una concha espiral y asimétrica en posición dorsal[2]; sus organos internos se encuentran torsionados entre 180 y 90º, lo que hace que la distribución de su vísceras no sea simétrica y que boca, ano, poro respiratorio -o branquias- y aperturas genitales estén en la parte delantera de su cuerpo. Los caracoles terrestres pertenecen al Orden Pulmonata, que ha desarrollado pulmones primitivos que les permiten vivir en tierra firme. Todas las especies de los pulmonados son hermafroditas, pues cada individuo tiene genitales masculinos y femeninos; sin embargo, es necesario la cópula de dos individuos para la fecundación; en los pulmonados se decide cuál de los individuos actuará como macho en el cortejo, durante el cual ambos tratan de disparar a su compañero el dardo, una diminuta estructura calcárea en forma de flecha cargada de hormonas para potenciar la componente femenina del partener. La reproducción se realiza mediante huevos -muchas veces rodeados de una cubierta calcárea- que son dispuestos agrupados y protegidos en agujeros que los adultos realizan en el suelo. De estos huevos surgen pequeños caracoles ya con su concha que, tras ingerir la cubierta del huevo, saldrán de su escondite y comenzarán a alimentarse. La pequeña concha desarrollada durante el periodo embrionario -denominada protoconcha- constituirá el anillo central de la concha del caracol adulto. Conforme los juveniles de caracol vayan creciendo, se añadirá por delante de la boca de la concha una sección más ancha, lo que dará como resultado el crecimiento de la concha en espiral hasta que, al alcanzar su tamaño definitivo, la apertura de la concha desarrolla un reborde típico de los individuos adultos. Cuando las condiciones ambientales no les son favorables, los caracoles retraen todo su cuerpo dentro de la concha y segregan una mucosidad especial, que se endurece al contacto con el aire para formar un opérculo que sella la apertura de la concha y proteje a su cuerpo de las inclemencias climáticas -fenómeno conocido como estivación-.

Volviendo a los pimientos sweet bite de La Curva -que es lo que nos interesa- en ellos encontramos los juveniles de caracol asociados a los daños que veis en la tercera foto. Los daños aparecían por todo el cultivo, pero daba la impresión de que estaban ligeramente agrupados, de forma que cuando veías daños en una planta solía haber daños en plantas cercanas. A falta de que algunos adultos bien desarrollados escapen a los merecidos pisotones del agricultor, llegen a mis manos e intente hacer una identificación más segura, coincido con Aguilera en que tiene toda la pinta de ser Theba pisana, un pulmonado muy común en la península ibérica y propio de Europa Occidental, pero que ha sido accidentalmente introducido en Estados Unidos y Australia, en donde se ha convertido en una importante plaga agrícola. Si estamos en lo cierto se trata de una especie gregaria, que deposita sus huevos enterrados varios centimetros en el suelo y que -a diferencia de la mayoría de los caracoles- no se oculta para estivar, sino que lo hace directamente sobre superficies vegetales o elementos estructurales.
Aunque encontramos algún daño directamente sobre el fruto -como podéis ver en la tercera imagen- en la mayoría de los frutos dañados había sido tan solo el cáliz la zona afectada, aunque eso no impedía que quedaran totalmente inservibles para su comercialización. El daño consiste en una erosión superficial del tejido vegetal -como es lógico si tenemos en cuenta como actúa el aparáto radular, o sea la boca de los moluscos-. A veces aparecían daños en hoja, relativamente fáciles de distinguir de los realizados por insectos masticadores porque los bordes del agüjero no son limpios, sino erosionados. También se podían ver sus característicos excrementos, en forma de cordón alargado amontonado sobre sí mismo.
En cuanto al control, poca ayuda podemos esperar del control biológico... Aunque muchisimas aves, mamíferos, réptiles e incluso algunos anfibios se alimentan de ellos, no son animales frecuentes -ni muchas veces deseables- en nuestros invernaderos. Existen ácaros, nemátodos y protistas parásitos que causan enfermedades en los caracoles, pero solo son frecuentes en las granjas comerciales. Entre los artrópodos, muchos depredadores generalistas -tijeretas, opilones, carábidos, cantáridos,...- pueden alimentarse de juveniles de caracol, pero solo las larvas de luciérnaga (escarabajos de la famililia Lampyridae) son especialistas en juveniles de caracol; las larvas de luciernaga pueden verse alguna vez en los invernaderos -las fotos las hizo hace unos años mi compinche Eulophidae en un invernadero de tomate de la zona norte de El Ejido-, pero son muy sensibles a los pesticidas y -aunque hace décadas eran abundantisismas en el poniente- ahora son bastante raras. El depredador más frecuente en los invernaderos es otro caracol, concretamente Rumilla decollata, cuya concha cónica plana en el ápice es fácil de ver entre las arenas de muchos invernaderos; es un caracol omnivoro que no duda en alimentarse de otros pulmonados -vamos, un perro que come perro-. De todas maneras, en casos como el que nos ocupa no podemos confiar en la aparición espontánea de estos invertebrados para controlar una plaga, así que hay que recurir a otros métodos... Algunos técnicos especializados en ecológico me dicen que -como un lector comento en el post de Aguilera- la cerveza es un extraordinario atrayente; según ellos, basta cavar una pequeña trampa en el suelo, impermeabilizarla con un plástico y llenarla de cerveza para capturar decenas o cientos de ejemplares. A falta de probar la efectividad de algunos extractos comerciales -ya comentaremos los resultados- solo tenemos los cebos de metaldehido, que están autorizados en hortícolas pero tienen 15 días de plazo de seguridad.
En fin, ya informaremos de las novedades y de como acaba la historia, porque el ciclo de sweet bite es largo y a lo peor nos queda algun capítulo...


[1] La rádula ha desaparecido en los bivalvos, animales acuáticos que se alimentan filtrando diminutas partículas alimenticias directamente del agua.
[2] Las babosas terrestres son gasterópodos pulmonados que evolutivamente han perdido la típica concha de este orden, probablemente como adaptación a ambientes pobres en calcio.

Nutrición en Unidades Fertilizantes

Hago esta entrada con el ánimo, una vez más, de intentar poner las cosas un poco más asequibles en este tema del abonado, la nutrición y los fertilizantes. Sirva el ejemplo mostrado a continuación como guía para explicar, paso a paso, la resolución de la nutrición de hortalizas para fincas, huertas o predios que utilizan la abonadora tradicional, o la inyección con venturi desde un depósito, para el aporte de los abonos. Para ello parto de la premisa de disponer de un suelo equilibrado, con un nivel de materia orgánica del 1,5 al 2 % y al que se aportan regularmente abonos orgánicos, tanto en cobertera, con materia orgánica líquida, como de fondo, con materia orgánica sólida y/o restos de cosecha, que permiten mantener estable el porcentaje de riqueza de la materia orgánica en el suelo. De este modo pueden esperarse aportes para la planta de alrededor del 20 % de N, P2O5 y K2O provenientes de la descomposición y mineralización de esta materia orgánica. Además se presupone también que con un agua de riego de CE por encima de 1,0 dS/m de conductividad, aportada a un suelo calizo de textura media, las plantas estarán suficientemente abastecidas de calcio y magnesio por lo que no se estima la conveniencia de aportes mineral para estos elementos nutritivos, salvo que se entenga la certeza, por analítica, de su necesidad.



El primer problema a resolver es la elección del equilibrio nutritivo adecuado. Como ya he mostrado en otras entradas, me sigue gustando el 2-1-3 como válido para hortalizas en general y es el que elijo para esta ocasión. Para hortalizas de fruto que están en producción, o en épocas de invierno, puede utilizarse un 2-1-3,5, incluso 2-1-4.

A continuación debe de elegirse la cantidad de nutrición, o lo que es lo mismo, las concentraciones, en mg/l de N, P2O5 y K2O, que se aportarán. Por tanteo he tratado de conseguir una mezcla de abonos que me diera alrededor de 0,6 a 0,7 g/l. El estándar comúnmente manejado de 1 g/l puede ser engañoso. En este caso, si se sustituye el nitrato potásico por sulfato potásico y el nitrato amónico por nitrato cálcico, la mezcla resultante daría 1,13 g/l de abonos y sin embargo tendría la misma nutrición básica N, P2O5 y K2O. Puede verse que 120 de N, 60 de P2O5 y 180 de K2O dan una concentración de 0,65 g/l. Para quien le suene o tenga ligeros conocimientos sobre soluciones nutritivas pude hacerse una idea poniendo las concentraciones en mmol/l. Para el nitrógeno solo hay que dividir 120 mg/l de N entre 14 (peso molecular del N) y nos dará una concentración de 9 mmol/l de nitrógeno (nítrico más amoniacal). Para el fósforo hay que dividir 60 mg/l de P2O5 entre 31 (peso molecular del P) y volver a dividir el resultado entre 2,29 para pasar de P2O5 a P y nos daría 0,84 mmol/l de fosfatos. Para el potasio se divide 180 mg/l de K2O entre 39 (peso molecular del K) y volver a dividir entre 1,2 para pasar de K2O a K y nos daría 3,84 mmol/l.

Ahora es ya el momento de cuantificar los abonos. Yo he elegido el nitrato amónico, el fosfato monoamónico y el nitrato potásico. Pueden también utilizarse el sulfato amónico, la urea, el nitrato de cal, el fosfato monopotásico, el ácido fosfórico, el sulfato potásico y el cloruro potásico (y el sulfato de magnesio si se necesitara). El primero que se ajusta es el fósforo. Queremos aportar 60 mg/l de P2O5 con una abono que tiene una riqueza del 61 % por lo tanto dividimos 60 entre 0,61 y nos dará 98 mg/l de fosfato monoamónico. Como este abono tiene además un 12 % de N como amonio entonces al aportar 98 mg/l de fosfato monoamónico aportaremos también 12 mg/l de N (98x0,12). A continuación ajustamos el potasio con nitrato potásico que tiene un 46 % de K2O. Necesitamos 180 mg/l de K2O por lo que tendremos que echar 391 mg/l de nitrato potásico (180 entre 0,46). También en este caso se aporta nitrógeno, un 13 %, así que al echar 391 mg/l de nitrato potásico aportaremos 51 mg/l de N (391 por 0,13). Queda finalmente ajustar el nitrógeno. Ya hemos aportado 63 mg/l (12 con el fosfato monoamónico y 51 con el nitrato potásico), luego nos queda por aportar 57 mg/l (120 menos 63). El nitrato amónico tiene un 34,5 % de N así que tendremos que echar 165 mg/l (57 entre 0,345).

La siguiente columna sirve para personalizar el abonado por sectores de riego. En este caso lo hago para 1.000 m2 de un sector de riego que tiene goteros de 3 l/h a 1mx0,5m y al que se le dará un riego de 30 minutos por lo que la dotación será de 3.000 l de agua. Solo hay que multiplicar las concentraciones de los abonos en mg/l por 3.000 y dividir entre 1.000.000 para obtener los kilogramos de cada abono que tendré que echar en la abonadora.

La variante más sencilla de hacer, en el caso de querer aportar calcio, es sustituir, todo o solo parcialmente, los Kg de nitrato amónico (34,5 % de N) por el doble de Kg de nitrato calcico (15,5 % de N) para mantener prácticamente la misma nutrición propuesta. En este caso serían, en vez de los 0,49 Kg de nitrato amónico, 0,98 Kg de nitrato cálcico.

sábado, 17 de enero de 2015

Virus peligroso.....pero es sencillo evitarlo

Seguro que algunos os acordáis de este post de la primavera pasada.
Pues es un virus raro del grupo del cribado que al ser distinto no se detecta por las técnicas normales al no existir una caracterización del mismo. Por lo tanto se transmite a través del suelo vía Olpidium y si da deja las sandías como las de la foto. Pero no preocuparse, es fácil de controlar.
Solo aparece, hasta ahora, en sandía. ¿y como se evita? Haciendo que los injertos sean de verdad, es decir que la variedad no está enraizada en el suelo.
Utilizar planta injertada, y en los injertos de aproximación no dejar los dos pies. Dejar los dos pies puede ser un error monumental. Posteriormente evitar el franqueo. Es fácil. 

viernes, 16 de enero de 2015

Corazón de pepino

El otro día, cuando hablábamos de fruticultura subtropical bajo abrigo, comentaba la utilización de la carambola o fruta estrella para decorar los gin tonic de los urbanitas europeos. Nuestros pepinos holandeses maridan también muy bien con las delicadas ginebras actuales, pero parece que la clásica rodaja de pepino circular no termina de convencerles del todo, por lo que suelen decorarla a golpe de cuchillo para variar su forma. Ahora bien, a los barman sofisticados -sobre todo para mediados de febrero- les gusta añadir un toque amoroso en sus cócteles, para que queden como el gin tonic de la primera foto. Hacer que una rodaja de pepino tenga forma de corazón es una tarea laboriosa que solo se puede realizar en el cultivo, y -aprovechando que el amigo Errekerre visita una finca donde se está haciendo este trabajo- me he decidido a hacer este post.
La única manera de que el fruto de pepino decida dejar de tener forma cilíndrica es alterar su crecimiento con moldes de plástico rígido transparente como los que podéis ver en la segunda imagen. Estos moldes disponen de una lengüeta longitudinal que permite su colocación y el posterior desmoldado del pepino antes de comercializarlo. Cada uno vale la friolera de un euro y -aunque es posible reutilizarlos- después del primer desmoldado comienzan a dar problemas para fijar bien la lengüeta. Además, a pesar de ser resistentes, la presión que ejerce un fruto de pepino al engordar es enorme, y algunos acaban rajándose al no aguantar la presión.
Para colocarlos en el cultivo los moldes vienen con un pequeño trozo de alambre, pero el agricultor prefiere colocarlos como se ve en la tercera imagen, con un pequeño cabo de rafia y un clip de tomate. El molde ha de colocarse cuando el fruto es aún pequeño, poco más que una flor, para que al engordar vaya ajustando su forma a la del molde progresivamente.
La recolección de los frutos se realiza cuando tienen unos 280 gramos (calibre 16) lo que suele coincidir con la recolección en calibres normales del fruto posterior -el situado más arriba- debido a que el molde ralentiza el desarrollo del fruto. Si se retrasa la recolección el fruto comienza a amarillear, y si sobrepasa la longitud del molde el extremo libre vuelve a adquirir la forma cilíndrica y el color verde, lo cual dará al fruto desmoldado un aspecto peculiar, capaz de escandalizar a los más puritanos y que impediría su comercialización. Por otra parte, al colocar el molde con el fruto muy pequeño, es fácil que alguno de los seleccionados se pierda, con lo cual el trabajo realizado al disponer el molde también se perdería. Evidentemente todo este trabajo implica una mayor compensación económica al agricultor -y aclaro que desconozco cuál es-; eso sí, con la cantidad de trabajo e inversión que requiere habría que hacer muchas cuentas para saber si al final sale rentable decorar gin tonic centroeuropeos el día de San Valentín...

miércoles, 14 de enero de 2015

A vueltas con el PeVYV. Una de cal y dos de arena.

Primero la de cal... Al menos hasta el pasado lunes, el 2015 ha empezado en el Mediterráneo con una situación anticiclónica, lo que quiere decir que tenemos días claros y soleados sin una triste nube en nuestros cielos. Esta situación implica que, aunque las noches son muy frías, nuestros invernaderos llegan a alcanzar temperaturas muy agradables durante el día; además nuestras plantas disponen de mucha luz, así que muchos cultivos se están recuperando de los fríos de diciembre. Incluso en muchas de las plantas afectadas por PeVYV la maduración de los frutos de los pisos superiores está mejorando sensiblemente. Quizás se puedan salvar unos kilos que ya dábamos por perdidos, aunque todo dependerá de las condiciones climáticas de las próximas semanas. Veremos...
Y ahora la primera de arena... Comentaba hace unas semanas en un post sobre como ha afectado este virus a los cultivos de pimiento que visito (ver aquí) que solo en dos de las fincas situadas en la zona de mayor riesgo aún no habíamos visto plantas afectadas por PeVYV, concretamente las marcadas en verde en la parte superior del plano de la primera imagen del post. En una de ellas, concretamente plantada de pimientos tipo sweet bite, detectamos la semana pasada unas pocas plantas afectadas por este virus. El número de plantas infectadas es ridículo -casi despreciable- pero su aparición es un claro aviso de que el riesgo de infección sigue existiendo, máxime en cultivos de especialidades de pimiento que tienen un ciclo de cultivo extremadamente largo, que incluso llega a superar los 12 meses en muchas ocasiones. Está claro que en estos cultivos de ciclo tan largo no podemos bajar nunca la guardia con ninguna plaga, y aún menos con el pulgón... Habrá que estar muy atento a los primeros vuelos de pulgón de la primavera.
Pero, ¿cuándo empezarán estos vuelos? Pues ahí llega la segunda de arena... Con el tiempo soleado que teníamos ya me imaginaba que las plagas comenzarían a repuntar antes de lo normal, pero el caso es que estaba el sábado en la única finca de pimientos de la zona de mayor riesgo dónde aún no he visto PeVYV -un Melchor con una buena carga de rojos para la semana próxima- cuando al volver una hoja con ceniza para ver si seguía viva me he encontrado la sorpresa de la tercera imagen. En el envés -entre los conidióforos de la Leveilulla taurica- había varios ejemplares de Aphis gossypii recién parasitados por Aphidius. Aprovecho la ocasión para comentar que incluso en las momias de Aphidius es relativamente fácil saber que especie de pulgón fue parasitado; si fue Aphis gossypii los sifones permanecerán de color negro, si fue Myzus persicae los sifones tendrán el mismo color que la momia. El caso es que los pimientos de la planta donde los encontré estaban madurando en un perfecto color rojo, pero -como podéis imaginar- encontrarme con esto a primeros de enero me ha puesto los pelos como escarpias...
Todo parece indicar que ésta puede ser hasta el final una campaña dura con el Aphis gossypii y el PeVYV. Aunque haya encontrado algo de cal, estoy encontrando demasiada arena para permitirme bajar la guardia...

martes, 13 de enero de 2015

Todos contra el swirskii.

Parecería que esta primera semana del año la fauna de los invernaderos la ha tomado con nuestro fitoseido favorito... El miércoles pasado andaba viendo una finca de pepinos cuando me encontré lo que podéis ver en la primera foto. A las ratas del invernadero les había dado por romper los sobres de Amblyseius swirskii recién colocados. Lo cierto es que la zona afectada era relativamente pequeña -alrededor de los 1.000 m2- por lo que sospecho que no fue una plaga de ratas, sino unos pocos individuos -tal vez incluso uno solo- a los que les ha dado por romper algún sobre, han probado su contenido y les ha gustado; total, que alguna rata de campo de Tierras de Almería se ha puesto morada de Carpoglyphus lactis y Amblyseius swirskii a costa de un sufrido agricultor de pepinos. Al final es muy posible que en la zona afectada haya que hacer algún refuerzo con producto a granel; más gastos para un cultivo que ahora mismo nos tiene a todos acojonados, aunque en este en concreto -con la recolección a media caña y la planta sana- aún nos quede la esperanza de que febrero y marzo sean mejores.
Pero si el miércoles eran los roedores los que se dedicaban a diezmar nuestros auxiliares, el viernes le tocó el turno a los ácaros. En un invernadero de pimiento en el que un amigo había reforzado una zona con sobres de Amblyseius swirskii a mediados de diciembre, eran ácaros depredadores espontáneos los que estaban cebándose con los que compramos a precio de oro. Como podéis ver en la segunda imagen, era raro el sobre de suelta que no tenía un Balaustium o un Anístido rondando el agujero de salida, esperando que de él salieran los Carpoglyphus y los A. swirskii. A pesar de lo llamativo del hecho, lo cierto es que en las hojas de esta zona se veían con facilidad huevos, juveniles y algún adulto de A. swirskii, de lo que cabe deducir que la interferencia de eritreidos y anístidos no ha sido demasiado importante; vamos, simplemente una anécdota más que anotar en la memoria. Otra cosa será conforme avance el invierno y llegue la primavera... Una población alta de anístidos y -sobre todo- de Balaustium hernandezi casi garantiza tanto el control de mosca blanca y trips, como la desaparición del A. swirskii y del Orius; y digo casi, porque la realidad es que no conocemos que insecticidas o fungicidas pueden interferir con estos ácaros, y su desaparición del cultivo después de que acaben con las poblaciones de otros auxiliares puede originar un problema de plagas grave si se alarga mucho la campaña -como pasa en los tipo sweet bite y otras especialidades-. En fin, lo cierto es que poco podemos hacer al respecto salvo esperar acontecimientos.
Pero a pesar de los pesares, incluso con interferencias biológicas y agresiones químicas, el A. swirskii sigue siendo la base del control integrado de plagas en Almería. Y en mi opinión así será durante muchos años; a fin de cuentas, no es tan fácil acabar con nuestro gladiador de ocho patas...

lunes, 12 de enero de 2015

Podredumbres. La florecilla maldita.

Puntual como todos los años, comienzan a aparecer los primeros tallos podridos en nuestros pimientos. Aún son pocos, y están apareciendo junto a frutos infectados por la podredumbre gris -la archifamosa y destructiva Botrytis cinerea-; de hecho el tallo podrido de la primera imagen estaba junto al fruto verde podrido que también se ve en la foto. El hongo no había atacado al fruto directamente, sino después de crecer en las flores caídas que pueden aún distinguirse junto al cáliz. Con el súbito e intenso frío que llegó a mediados de diciembre, la caída de flores en los pimientos ha sido muy intensa, y en las fincas húmedas de pimientos tardíos el cáliz de los frutos pasa mucho tiempo mojado; justo lo que necesita la Botrytis cinerea [1] para proliferar en las flores caídas, de ahí pasar a los frutos y acabar afectando a los tallos. En estas condiciones la cantidad de conidios del hongo presentes en la finca aumenta enormemente, y con las plantas mojadas cortar pimientos -o incluso colocar lañas- es una operación de alto riego. Hay quién recomienda dar aire con máquina para intentar que las flores caigan al suelo y no se pudran en el cáliz del pimiento; algo ayuda, pero yo no acabo de verle demasiada eficacia. Con mucha humedad y una gran cantidad de inóculo en la finca, los tratamientos fitosanitarios solo ayudarán un poco -demasiado poco, la verdad-. En mi opinión la mejor estrategia al inicio del problema es la limpieza de los frutos afectados y sobre todo aumentar al máximo la ventilación, incluso por la noche. Cuantas más horas pase la planta seca, menos riesgo de que prolifere la Botrytis.
Pero si las flores son uno de los principales factores de riesgo en la podredumbre de los pimientos, no pasa lo mismo en los pepinos. En este cultivo es la falta de vigor del fruto lo que origina que su extremo distal no rellene bien y acabe siendo pasto de los hongos descomponedores; vamos, que -contrariamente a lo que muchos piensan- el fruto de pepino primero se chupa y después se pudre. Valga para ilustrarlo la segunda foto, que muestra dos frutos atacados por la podredumbre gris -Botrytis cinerea- y la podredumbre blanca -Sclerotinia sclerotiorum-; como podéis ver los pétalos secos no están afectados por el hongo en ninguno de los dos casos, son los extremos de ambos frutos los que han sido infectados directamente. En mi opinión, retirar manualmente los pétalos de los frutos a medio engordar es una faena tediosa e inútil; lo más importante es manejar la ventilación y la limpieza cuidadosa de los frutos afectados, sacándolos de la finca para reducir el inóculo, porque lo cierto es que en pleno invierno, con frío y días cortos, siempre habrá frutos que no terminen de rellenar y acaben pudriéndose. Los tratamientos agresivos pueden incluso resultar contraproducentes, pues si la planta pierde demasiado vigor puede aumentar el número de frutos que no rellenen bien, que son precisamente los más susceptibles al ataque de las podredumbres.
Evidentemente, las heridas también pueden ser una excelente vía de entrada para estos hongos, incluso las más pequeñas, sobre todo en el caso de la podredumbre blanca; en la tercera foto, el tallo de pepino ha sido afectado por S. sclerotiorum a partir de un pequeño daño en el zarcillo, causado por el roce con el sobre de liberación de A. swirskii. Afortunadamente, la aparición de este tipo de daños es anecdótica, aunque ilustra lo importante que es para la gestión de las podredumbres evitar las heridas en las plantas en tiempos de humedad muy alta. Eso sí, no está de más colgar el sobre en la rafia y acabar de sujetarlo a la planta en la siguiente lía; aunque claro, para hacerlo así hay que colocarlo en su momento, cuando la planta tiene poco más de un metro de altura.

[1] Las esporas de Botrytis cinerea solo germinan cuando el aire está en saturación -o sea, cuando la humedad relativa es del 100%- y hay que tener en cuenta que sea cual sea la humedad que marque el higrómetro de la finca, si la planta esta mojada en su entorno -que es donde están las esporas de Botrytis- la humedad relativa será del 100%. También hay que tener en cuenta que los hongos no duermen, así que la humedad nocturna puede hacer que germinen sus esporas. En el caso de S. sclerotiorum la germinación puede producirse a humedades algo más bajas, pero la infección del tejido vegetal requiere la presencia de agua líquida sobre el cultivo.

domingo, 11 de enero de 2015

Caracoles

Me he encontrado esta semana varias fincas invadidas por caracoles pequeños que causan bastante daño en los pimientos cuando son abundantes. La verdad es que solo he podido recomendar el uso de cebos a base de metaldehído al suelo y azufre a la planta, aunque esto no se que tal irá. Antes teníamos fitosanitarios específicos para los moluscos (al menos uno) pero al ser organofosforado su uso se ha restringido mucho. La especie parece Theba pisana, aunque no la he identificado. A quien esto le guste pongo un enlace para que se descargue este libro chulísimo de los caracoles terrestres de Andalucía, aquí.

 

Y como es domingo, un vídeo de la inagotable industria musical andaluza

lunes, 5 de enero de 2015

Dobles techos asimétricos

El otro día fui a visitar variedades de tomate baby-plum con un compañero de una casa de semillas, y en la primera finca que vimos -un gélido invernadero de Las Norias- me costó centrarme en la variedad, porque lo cierto es que me quedé un rato fijándome en el doble techo que el agricultor había dispuesto en su invernadero... Aunque a primera vista pudiera parecer que estos dobles techos asimétricos tan abiertos son inútiles, nada más lejos de la realidad; al evitar el goteo de la cubierta sobre el cultivo, permiten cerrar mucho más el invernadero durante el día para acumular más calor -ignorando casi completamente la gestión de la condensación en el techo- al tiempo que permite mantener una humedad relativa correcta a nivel de cultivo -pues la cámara inferior del invernadero ventila perfecta y continuamente-. Evidentemente no son los ideales para un pepino tardío, pero en otros ciclos y otros cultivos funcionan muy bien, sobre todo cuando los fungicidas están limitados o directamente prohibidos (como pasa en el ecológico)
Alguna vez me había encontrado algo parecido en cultivos ecológicos, pero este agricultor había dado un paso más. Al colocar otro alambre justo en medio de la merga de tomates, había alejado 80 cm del cultivo la evacuación del agua del doble techo; además, al pasar los alambres por el lado contrario del tubo solapaba las capillas del doble techo lo suficiente para evitar que quedarán "zonas muertas" por donde el goteo de la cubierta pudiera caer sobre las hojas. Una solución simple y elegante que -en mi opinión- mejora bastante este tipo de dobles techos asimétricos.
El caso es que, como podéis comprobar en la última foto, a los tomates les estaba sentando estupendamente el doble techo; a las 9:00 de la mañana estaban ya secos y aprovechando los primeros rayos del sol. Una vez que hice las fotos me centré en lo que íbamos a ver, que no era otra cosa que la nueva variedad de baby-plum, y que resultó ser bastante interesante. Como he dicho antes estos tomates estaban en una de las zonas más frías de Las Norias... Espero y deseo que hayan sobrevivido a la helada de fin de año y que sigan adelante, porque se les veía un buen futuro.

domingo, 4 de enero de 2015

Cosas del campo--Reggae-ton

En una ocasión, hace unos años, cuando se iban a decretar precios mínimos para el pimiento vi a un hombre todo enfadado porque no querían que recolectara pimientos. Este hombre pensaba coger sí o sí, cuando alguien de una organización agraria le espetó, él respondió muy contundentemente: "es que yo con los pimientos a 30 céntimos gano dinero". Se terminó la discusión, como se acaba con ese monguerismo acérrimo¡. Por eso en este campo ha sido, es y será muy difícil aplicar medidas de presión ante cualquier crisis de precios. Aparte, contamos con la poca comprensión del resto de la ciudadanía ante las protestas de los agricultores ya que, y también algo de culpa tienen ellos, piensan que el resto del tiempo que no protestan están haciéndose ricos. A esto último nos llevan los bocaranes de 15 kg parriba y cosas parecidas. El campo sigo viéndolo igual que hace 40 años, más hectáreas, problemas parecidos y costos más altos. Y ahora a esperar que baje el plástico lo mismo que ha bajado el petroleo :).
La gente perdía con las campanadas y los pepinos a 20 céntimos, y menos mal que parece que respiran berenjenas y calabazos.  Cuando el precio bajo sea TT en Twitter empezaremos a ganar a partida de la comunicación.
Como ha cambiado esto en unos años, antes era insoportable.

viernes, 2 de enero de 2015

Fruticultura subtropical bajo abrigo

Poco antes de las fiestas tuve la suerte de visitar -junto a una comisión de técnicos a la que tengo el honor de pertenecer- la finca experimental de la Fundación UAL-ANECOOP. Siempre es interesante visitar una finca experimental, a pesar de las restricciones de acceso a algunas parcelas, lógicas cuando en ellas están desarrollando sus trabajos los distintos grupos de investigación de la Escuela Politécnica de la UAL. Pero, además de algunos espectaculares cultivos de tomate, pudimos visitar los invernaderos donde ANECOOP está trabajando para poner a punto el cultivo de frutales subtropicales bajo abrigo. Mi conocimiento de la fruticultura es puramente teórico (lo que no es sino una forma sutil de decir que no tengo ni puñetera idea de frutales), por lo que pedí ayuda a una amiga que trabajó con ellos durante años -un saludo, amazona- para hacer este post. Me comenta que casi toda la información que me ha pasado está -corregida y aumentada- en el libro "La fruticultura del siglo XXI en España", del que ya hablamos en el blog y que está disponible en pdf en la web de la Fundación Cajamar.
Lo primero que vimos fue una plantación de Pitaya, la famosa fruta del dragón. Se trata de un cactus trepador norteamericano del género Hylocereus -conocido genéricamente como Pitaya roja-, que ha de formarse en espaldera para evitar que ocupe la totalidad del suelo de cultivo al emitir raíces aéreas. Sus grandes flores campaniformes abren durante la noche o las primeras horas del día y en su zona de origen son polinizadas por murciélagos o lepidópteros esfíngidos; ni los unos ni los otros están presentes en España, y las abejas no son capaces de fertilizar los más de 7.000 óvulos que tiene la flor, así que no queda otra que realizar una polinización manual para obtener frutos de calidad, tal y como muestra esta publicación canaria.
Junto a esta había una plantación de un fruto aún más exótico en nuestras latitudes, pues su cultivo en España es muy reciente. Se trataba de una plantación de Carambola o fruta estrella, un árbol de la familia de las oxalidáceas originario de Malasia. Su cultivo es relativamente fácil en zonas libres de heladas si se le protege del viento, y su entrada en producción es rápida y abundante. Las dificultades -aparte de su sensibilidad a Ceratitis capitata- derivan del escaso mercado que aún tienen en Europa sus frutos carnosos y ligeramente ácidos; y en eso andaban ahora trabajando, en abrir mercados de consumo en fresco, más allá de adornar los gin tonics de los urbanitas europeos.
Al lado de las carambolas estaba otro cultivo mucho más habitual, sobre todo en la costa granadina, que no es otro que las famosas chirimoyas, pues no en vano España es la primera productora de chirimoya a nivel mundial (con 3.200 Ha y 50.000 Tm anuales) Se trata de un árbol semiperenne de la familia Anonáceas, tan solo parte de sus hojas caerán al pasar el invierno, justo antes de la brotación de las yemas florales, que daran flores directamente de la madera entre mayo y agosto; sin embargo, la floración puede adelantarse mediante la eliminación manual de las hojas, siendo esta faena la base de la producción extratemprana de chirimoya. La otra clave es la polinización artificial -faena que la guasa granaína ha bautizado con el malsonante nombre de "follaflores"-, para lo cual hay que disponer de flores productoras de polen y flores con ovarios receptivos en la parcela, lo que requiere una logística que los productores de chirimoya controlan y cumplen a la perfección. La polinización manual supone un coste muy elevado, aunque mejora muchísimo la calidad de la producción.
En otro invernadero pudimos ver una plantación del frutal subtropical de moda en los últimos años, pues eso es sin duda el Mango, que ha tenido un crecimiento de la superficie espectacular, sobre todo en la costa malagueña. La plantación que vimos estaba formada en espaldera y a un marco estrecho (2,5 X 2,5), y este tipo de plantaciones bajo abrigo se están planteando como una alternativa a las hortícolas, sobre todo en Canarias. Se trata de un árbol de la familia Anacardiáceas, cuya floración es inducida por el frío; sin embargo temperaturas por debajo de 15,5ºC impedirán un cuajado correcto por lo que la primera floración suele eliminarse, buscando una segunda panoja que cuaje con mejores temperaturas, realizándose la polinización por abejas. Según nos comentaron estas dos faenas -eliminación manual de las panojas demasiado tempranas e introducción de las colmenas- son, aparte de sujetar a la espaldera los nuevos brotes, las únicas faenas que requieren estas plantaciones.
Para el final dejamos la visita a la que se postula como una alternativa viable a las hortícolas en los invernaderos de plástico, que no es otra que la Papaya. Se trata de una herbácea tropical de la familia Caricáceas, con un solo tallo y crecimiento reproductivo y vegetativo paralelo, por lo que cuanto más crece, más produce y -si las condiciones son las apropiadas- la producción es continua durante todo el año. Eso sí, es muy exigente en temperatura, y cuando crece por debajo del óptimo aparecen problemas de carpeloidia -los estambres se transforman en carpelos-, esterilidad femenina o baja concentración de azúcar en los frutos; esto obliga en nuestras latitudes a trabajarla con invernaderos de plástico que dispongan de control de clima (la plantación que vimos estaba en un multitunel) La papaya produce un fruto en la axila de cada hoja; eso son demasiados frutos para obtener una plantación de calidad, por lo que, durante los tres años que dura su ciclo productivo, es necesario el aclareo manual de flores y frutos. La reproducción de la papaya se realiza por semilla, y las plantas presentan tres tipos sexuales distintos: masculino, femenino y hermafrodita; solo la fruta de los pies hermafroditas es comercial, así que se deben plantar 3 o 4 semillas por golpe para seleccionar después los pies hermafroditas. Como he comentado los análisis de rentabilidad de las plantaciones experimentales bajo invernadero hablan de que la papaya puede ser una alternativa viable a las plantaciones hortícolas (ver aquí)... Ya veremos.


En fin, una nota exótica para empezar el nuevo año, que no todo van a ser problemas...
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