Ya el el domingo pasado comentó Aguilera que había detectado varias fincas de pimiento con daños por alimentación de caracoles en la zona de Adra. También a mí me había comentado un amigo técnico que habían visto algo parecido en una finca de pimiento sweet bite que visita en La Curva, así que aproveché un rato libre para acercarme con él a la finca, ver en directo los daños y tomar algunas fotos. Lo cierto es que en el invernadero que visité los daños no eran precisamente anecdóticos, así que he decidido repasar y ampliar mis conocimientos sobre este grupo de animales -la lucha integrada siempre comienza por estudiar al enemigo- y después hacer este post que -como suele pasarme con estas cosas- ha quedado un poco friki... ¡Qué le vamos a hacer!
Como todo el mundo sabe los caracoles son moluscos, o sea pertenecen al Filo Mollusca. Pero esto es decir poco, porque los moluscos son un grupo enormemente numeroso y diverso de animales que han colonizado con éxito todos los ambientes del planeta, desde la alta montaña a las simas oceánicas, en el que la ciencia ha descrito casi 100.000 especies. Esto lo convierte en el segundo grupo más numeroso de animales, superado tan solo por los artrópodos -Filo Arthropoda, los indiscutibles líderes con alrededor de 1.100.000 especies- y por encima de los cordados -Filo Chordata, que incluye algo menos de 65.000 especies, entre ellas la nuestra-. Como podéis ver en la primera imagen, los moluscos se dividen en 8 clases, aunque la inmensa mayoría de las especies pertenecen a alguna de las tres más numerosas y conocidas: los vivalvos -clase Bivalvia- que engloban a los mejillones, almejas y otras delicias similares, los cefalópodos -clase Cephalopoda- que cuentan entre sus filas con los no menos deliciosos calamares, sepias y pulpos, y los gasterópodos -clase Gastropoda- donde están lapas y caracoles. Todos ellos tienen tres características comunes: 1) Un pie muscular con adaptaciones para la escavación en Bivalvos, diferenciado en tentáculos en los Cefalópodos y reptador en la mayoría de los Gasteropodos; 2) Una concha calcárea -hecha de carbonato de calcio- que en los bivalvos tiene dos valvas, es interna en los cefalópodos y de una sola pieza en los gasterópodos; y 3) Un órgano de alimentación denominado rádula, una especie de "lengua" cartilaginosa provista de dientes curvos de quítina y dotada de un sistema múscular, con la que erosionan el alimento y lo introducen en el canal digestivo[1].
Los gasterópodos son los más numerosos de entre los moluscos -el 75% de las especies descritas- y, como podéis ver en la segunda imagen, su anatomía es muy característica, con el pie en posición ventral -del que deriva su nombre-, una cabeza bien definida con varios pares de tentáculos sensoriales retráctiles -en el extremo de uno de los cuales se disponen los ojos- y una concha espiral y asimétrica en posición dorsal[2]; sus organos internos se encuentran torsionados entre 180 y 90º, lo que hace que la distribución de su vísceras no sea simétrica y que boca, ano, poro respiratorio -o branquias- y aperturas genitales estén en la parte delantera de su cuerpo. Los caracoles terrestres pertenecen al Orden Pulmonata, que ha desarrollado pulmones primitivos que les permiten vivir en tierra firme. Todas las especies de los pulmonados son hermafroditas, pues cada individuo tiene genitales masculinos y femeninos; sin embargo, es necesario la cópula de dos individuos para la fecundación; en los pulmonados se decide cuál de los individuos actuará como macho en el cortejo, durante el cual ambos tratan de disparar a su compañero el dardo, una diminuta estructura calcárea en forma de flecha cargada de hormonas para potenciar la componente femenina del partener. La reproducción se realiza mediante huevos -muchas veces rodeados de una cubierta calcárea- que son dispuestos agrupados y protegidos en agujeros que los adultos realizan en el suelo. De estos huevos surgen pequeños caracoles ya con su concha que, tras ingerir la cubierta del huevo, saldrán de su escondite y comenzarán a alimentarse. La pequeña concha desarrollada durante el periodo embrionario -denominada protoconcha- constituirá el anillo central de la concha del caracol adulto. Conforme los juveniles de caracol vayan creciendo, se añadirá por delante de la boca de la concha una sección más ancha, lo que dará como resultado el crecimiento de la concha en espiral hasta que, al alcanzar su tamaño definitivo, la apertura de la concha desarrolla un reborde típico de los individuos adultos. Cuando las condiciones ambientales no les son favorables, los caracoles retraen todo su cuerpo dentro de la concha y segregan una mucosidad especial, que se endurece al contacto con el aire para formar un opérculo que sella la apertura de la concha y proteje a su cuerpo de las inclemencias climáticas -fenómeno conocido como estivación-.
Volviendo a los pimientos sweet bite de La Curva -que es lo que nos interesa- en ellos encontramos los juveniles de caracol asociados a los daños que veis en la tercera foto. Los daños aparecían por todo el cultivo, pero daba la impresión de que estaban ligeramente agrupados, de forma que cuando veías daños en una planta solía haber daños en plantas cercanas. A falta de que algunos adultos bien desarrollados escapen a los merecidos pisotones del agricultor, llegen a mis manos e intente hacer una identificación más segura, coincido con Aguilera en que tiene toda la pinta de ser Theba pisana, un pulmonado muy común en la península ibérica y propio de Europa Occidental, pero que ha sido accidentalmente introducido en Estados Unidos y Australia, en donde se ha convertido en una importante plaga agrícola. Si estamos en lo cierto se trata de una especie gregaria, que deposita sus huevos enterrados varios centimetros en el suelo y que -a diferencia de la mayoría de los caracoles- no se oculta para estivar, sino que lo hace directamente sobre superficies vegetales o elementos estructurales.
Aunque encontramos algún daño directamente sobre el fruto -como podéis ver en la tercera imagen- en la mayoría de los frutos dañados había sido tan solo el cáliz la zona afectada, aunque eso no impedía que quedaran totalmente inservibles para su comercialización. El daño consiste en una erosión superficial del tejido vegetal -como es lógico si tenemos en cuenta como actúa el aparáto radular, o sea la boca de los moluscos-. A veces aparecían daños en hoja, relativamente fáciles de distinguir de los realizados por insectos masticadores porque los bordes del agüjero no son limpios, sino erosionados. También se podían ver sus característicos excrementos, en forma de cordón alargado amontonado sobre sí mismo.
En cuanto al control, poca ayuda podemos esperar del control biológico... Aunque muchisimas aves, mamíferos, réptiles e incluso algunos anfibios se alimentan de ellos, no son animales frecuentes -ni muchas veces deseables- en nuestros invernaderos. Existen ácaros, nemátodos y protistas parásitos que causan enfermedades en los caracoles, pero solo son frecuentes en las granjas comerciales. Entre los artrópodos, muchos depredadores generalistas -tijeretas, opilones, carábidos, cantáridos,...- pueden alimentarse de juveniles de caracol, pero solo las larvas de luciérnaga (escarabajos de la famililia Lampyridae) son especialistas en juveniles de caracol; las larvas de luciernaga pueden verse alguna vez en los invernaderos -las fotos las hizo hace unos años mi compinche Eulophidae en un invernadero de tomate de la zona norte de El Ejido-, pero son muy sensibles a los pesticidas y -aunque hace décadas eran abundantisismas en el poniente- ahora son bastante raras. El depredador más frecuente en los invernaderos es otro caracol, concretamente Rumilla decollata, cuya concha cónica plana en el ápice es fácil de ver entre las arenas de muchos invernaderos; es un caracol omnivoro que no duda en alimentarse de otros pulmonados -vamos, un perro que come perro-. De todas maneras, en casos como el que nos ocupa no podemos confiar en la aparición espontánea de estos invertebrados para controlar una plaga, así que hay que recurir a otros métodos... Algunos técnicos especializados en ecológico me dicen que -como un lector comento en el post de Aguilera- la cerveza es un extraordinario atrayente; según ellos, basta cavar una pequeña trampa en el suelo, impermeabilizarla con un plástico y llenarla de cerveza para capturar decenas o cientos de ejemplares. A falta de probar la efectividad de algunos extractos comerciales -ya comentaremos los resultados- solo tenemos los cebos de metaldehido, que están autorizados en hortícolas pero tienen 15 días de plazo de seguridad.
En fin, ya informaremos de las novedades y de como acaba la historia, porque el ciclo de sweet bite es largo y a lo peor nos queda algun capítulo...
[1] La rádula ha desaparecido en los bivalvos, animales acuáticos que se alimentan filtrando diminutas partículas alimenticias directamente del agua.
[2] Las babosas terrestres son gasterópodos pulmonados que evolutivamente han perdido la típica concha de este orden, probablemente como adaptación a ambientes pobres en calcio.
Al menos en este caso lo reconoces, "ha quedado un poco friki", y es que un friki hace cosas frikis, porque tu eres eso un friki, pero no un friki al uso de esos que salen por tv, no no, lo tuyo es mas grave aun, tu eres uno de esos frikis de la ciencia, de esos que solo vale lo que os enseñan en las universidades, que solo vale lo que vosotros decis a los agricultores, que lo vuestro va a misa, en fin, que no hay mas verdad que la vuestra, por eso, a tu manera, pero no dejas de ser un friki.
ResponderEliminarPD: Espero, confio y deseo encarecidamente que se publique mi comentario, de lo contrario quedarés mal, muy mal.
Jamás osaría dejar de publicar un comentario que te describe y te define tan bien.
EliminarPersonalmente no me gustan estas disputas pero sinceramente no veo el porque hay que seguirle el juego a esta gente.
Eliminar“Ladran, Entomofilico, luego cabalgamos"
EliminarY es un honor seguirte torpemente con mi Rucio, maestro (jejejeje)
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=lPiE65PNsK4
ResponderEliminarFriki a mucha honra.
ResponderEliminarQué gran artículo.
gracias a todos,que aportais vuestros conocimientos a este blogg, cada agricultor tiene que trasladarlo a sus nesecidades, y tomar nota de todo , sabiendo que cada factor es limitante para la produccion, tenemos que saber cuales son nuestros factores mas limitantes y actuar en consecuencia, al anonimo de las 8.55 no se merece comentario, joder me pasado con el tiempo que he perdido con el jajaja, gracias , saludos sufridores, y ha seguir pa lante,
ResponderEliminarHace algun tiempo me hablaron de que las babosas se podian matar con acido fosforico.
ResponderEliminarPerdon, quise decir jabon fosforico.
EliminarYo no lo he provado pero igual funciona, para los caracoles seria echarlo cuando estan fuera de la concha.
Antonio te mande un correo hace unos dias
ResponderEliminarVuelveló a mandar que no tengo constancia
EliminarTe lo he reenviado, si sigue sin llegar avisame para voverlo a intentar.
Eliminar¿Entomofilico conoces el nematicida Nemmegg? ¿sabes como va?
ResponderEliminar¿el Carboterra de que casa es?
No, no lo conozco.
EliminarEl carboterra es de una casa que se llama HUMAGRO