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sábado, 31 de marzo de 2012

Mordiendo flores y amasando polen

El martes pasado el amigo Jorge se curró un estupendo post sobre abejorros en el blog more than a grower. La verdad es que recomiendo a todo el que esté interesado en la utilización en invernadero del Bombus terrestris (que así llaman los biólogos a los abejorros que cuajan nuestros tomates) que se pase por more than a grower y lea el post, porque no se puede resumir de mejor manera los conceptos fundamentales del manejo de este insecto -reitero mi enhorabuena Jorge-. Y el caso es que tenía yo este post en la cabeza cuando esta semana estrenaba mi nueva cámara; o más bien intentaba acostumbrarme a ella porque -como pasa con cualquier herramienta- al principio no hay forma de controlarla. Como los abejorros son bichos relativamente fáciles de fotografiar me fui a mediodía a una finca de tomates a ver que salía y repasando las fotos decidí hacer este post; más que nada como curiosidad.
Coloquialmente todos decimos que los abejorros "pican" nuestras flores, pero en realidad -como podéis ver en la segunda imagen- lo que hacen es morderlas. Las obreras de Bombus sujetan la flor de tomate con sus mandíbulas y utilizan los músculos de vuelo (pero sin abrir las alas) para hacerla vibrar y que desprenda todo el polen; este bocado producirá unas horas más tarde la cicatriz marrón que nos indica que un abejorro ha visitado esa flor. Las patas no las utilizan para sujetar la flor, sino para colgarse de ella y colocar su abdomen justo debajo del agujero entre los pétalos por donde cae el polen. De esta manera consiguen que no caiga al suelo, y de paso algunos granos -que no llegan a salir de entre los pétalos- se unen al estigma y polinizan la flor de nuestro tomate, que 6 semanas después se habrá convertido en el  jugoso fruto rojo que da vida a ensaladas y gazpachos.
Pero las obreras de Bombus no transportan el polen en su abdomen; no es cuestión de derramar ni un solo grano de la comida de las larvas mientras vuelan a otra flor. Como veis en la tercera imagen, el fémur del tercer par de patas de estos insectos está engrosado, aplanado y provisto de largos pelos -hasta el punto de que recuerda claramente a un cepillo-. Cuando el abejorro ha extraído todo el polen que tenía la flor, permanece colgado de ella con los dos pares de patas anteriores. Mientras, con su último par de patas, cepilla la parte inferior de su abdomen recogiendo hasta el último grano de polen y amasándolo alrededor de los fémures. Solo cuando su preciosa cosecha está firmemente adherida a sus patas  traseras se dejará caer de la flor y seguirá campeando entre nuestros tomates.
Ya se que nada de esto tiene utilidad práctica. Pero digo yo que tampoco está de más saber como trabaja un insecto tan útil y habitual en nuestros invernaderos...

5 comentarios:

  1. Hermosas fotos, entomofilico.

    Siempre he tenido ganas de que se pudiera rendir tributo al trabajo de esta especie, cuando las observo revolotear cargadas de polen. Nos quedamos maravillados. Gracias por compartir estas hermosas fotografías. Un abrazo.

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  2. Le debemos mucho a estos bichitos, gracias a ellos comenzo la lucha integrada, los agricultoes comenzaron a usar productos mas respetuosos con el medio ambiente. Todo lo que escriba de ellos es poco.
    Algun dia deberias escribir sobre los pioneros de las colmenas de abejorros para el tomate, como fueron sus inicios y los problemas a los que hicieron frente.

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  3. Muchas gracias, viniendo de ti es todo un alago. Que chulas las fotos, son profesionales, a partir de ahora observaré a los abejorrillos con otros ojos.

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  4. muy buenas las fotos! no me las podrias pasar sin editar? es para un trabajo! saludos

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