El
mundo de los humanos es eminentemente visual y auditivo; conocemos el entorno
que nos rodea básicamente a través de los ojos y nos comunicamos entre nosotros
principalmente emitiendo y recibiendo sonidos. Sin embargo los insectos viven
en un mundo de olores; gran parte de su relación con el entorno se basa en
sustancias denominadas de forma genérica semioquímicos (palabro con raíz griega que vendría a significar “señal química”, o algo parecido) Químicamente
los semioquímicos son compuestos orgánicos
volátiles; o sea, moléculas complejas con base de carbono que se evaporan en el
aire a temperatura ambiente y por el que pueden difundirse a grandes distancias arrastrados por el viento. Hay distintos tipos de semioquímicos, clasificados en dos grandes grupos: las feromonas,
mediante las que se comunican individuos de la misma especie; y los aleloquímicos, gracias a los cuales puede
haber comunicación entre individuos de especies distintas –o distintos reinos,
pues también comunican a plantas e insectos– e incluso con elementos inertes.
Centrándonos en las feromonas las hay de varios tipos –atracción sexual,
agregación, alarma…– y distinta complejidad –desde mezclas de muchísimas
moléculas distintas a compuestos únicos– (hay un resumen de las funciones y
tipos de semioquímicos en la página web de Tomás Cabello,
profesor de entomología de la UAL y auténtica eminencia en todo lo que tenga
que ver con lepidópteros)
¿Cómo
perciben los olores los lepidópteros?... Pues –como todos los animales–
mediante unas neuronas especializadas denominadas ORN (del inglés Olfactory Receptor Neuron) cada una
sensible a un semioquímico en concreto. En los insectos estas ORN
se localizan principalmente en las antenas, y más concretamente dentro de unos
finos pelos denominados sensilas
tricoideas, que –como puede verse en la imagen– son mucho más abundantes en
los machos que en las hembras. La cutícula de estas sensilas dispone de numerosos poros, a través de los cuales pueden
pasar las moléculas volátiles que –una vez en su interior y gracias a un
complejo sistema proteico– se unen a receptores específicos de la membrana
neuronal, unión que dispara el impulso nervioso en forma de corriente eléctrica
hasta el cerebro, donde se procesará la
información conjunta de las miles de sensilas
de las antenas. Si tenemos en cuenta que este sistema es extremadamente
sensible –responde a concentraciones ínfimas de sustancias volátiles– y que
cada especie dispone de receptores específicos para distintas moléculas –las
que interesan para la supervivencia de cada una– entenderemos como puede una Tuta absoluta localizar una planta de
tomate en medio de hectáreas de otros cultivos o como los machos de algunas
polillas encuentran una hembra sexualmente receptiva estando a kilómetros de
distancia; simplemente siguen –como haría un buen sabueso– el rastro llevado
por el viento (también llamado pluma)
de los aleloquímicos que liberan las
plantas de tomate o de las feromonas sexuales que segrega la polilla hembra.
Desde
que en 1959 unos científicos alemanes –tras décadas de trabajo– lograron aislar
y caracterizar por primera vez una molécula que actuaba como feromona sexual
–la del gusano de seda, a la que llamaron Bombykol– se hizo evidente el
potencial que podían tener estas sustancias en el control de plagas; si
podíamos modificar el comportamiento de los machos y lográbamos interferir en
la cópula dispondríamos de una potente herramienta de control. Pero claro, lo
primero era identificar que molécula(s) de las emitidas por la hembra de una
especie-plaga concreta tienen efecto sobre las antenas del macho, y esto
resulta mucho más difícil de hacer que de decir. Hay que recoger las sustancias
que emite la hembra, separarlas, testar el efecto que tiene en las antenas del
macho cada una de ellas, seleccionar las que actúan, y por último analizarlas
hasta determinar su estructura química; y todo eso trabajando con sustancias
muy volátiles en muestras de aire... ¡mucha tela! Estas dificultades técnicas frenaron
el avance del estudio de las feromonas sexuales de los insectos durante años; pero
–afortunadamente– los científicos no se rinden a la primera dificultad, así que
fueron desarrollando las técnicas y el instrumental necesario; proceso que
culminó en los equipos GC-MS-EAD (del inglés Gas Cromatography - Mass Spectrometry - Electro Antennographic Detection)
cuyo esquema se representa en la segunda imagen. Es algo así como un cromatógrafo –similar al que tienen los
laboratorios que buscan residuos en nuestro género– trabajando en paralelo con
un electroantenógrafo –algo parecido
a las máquinas con las que los médicos nos hacen un electro, pero conectada a
las diminutas antenas de un insecto–. Este “cacharro”
de última tecnología permite identificar las moléculas emitidas por la hembra
al tiempo que mide su efecto sobre las antenas del macho, lo que ha facilitado
tanto el trabajo de investigación que hoy en día ya se han descrito las
feromonas sexuales de más de 2500 especies de lepidópteros, entre ellas la de Spodoptera exigua.
Según
un reciente trabajo (ver aquí, o en
muchísima mayor profundidad en esta
tesis doctoral), la hembras de la población española de S. exigua emiten una mezcla de las 4
sustancias –todas con nombres impronunciables– que podéis ver en la segunda
imagen. Podría parecer que ya está hecho lo más difícil, pero tratándose de
insectos nada es tan sencillo. Para empezar ninguno de los compuestos de la mezcla es exclusivo –todos están
presentes en las feromonas de otros lepidópteros–; lo que sí es exclusivo de cada especie es una determinada combinación
de estas sustancias en unas determinadas proporciones, que habrá que copiar
exactamente si el objetivo es engañar al macho. Hay que sintetizar y purificar
cada uno de estos compuestos para hacer bioensayos en un túnel de viento,
observando el comportamiento de machos vivos con distintas combinaciones, hasta
encontrar la mezcla que les resulte más atractiva y que confundan totalmente
con el olor de una polilla hembra viva. Un túnel de viento –como el de la tercera
imagen, sacada de este
pdf donde se explica muy bien lo que es– no es otra cosa que un espacio cerrado en el que
se puede regular el flujo de aire e inyectar sustancias volátiles de forma
controlada; si la mezcla inyectada corresponde al olor de la hembra, una
mariposa macho encerrada en él volará en dirección contraria al flujo de aire
–tratando de alcanzar a la que cree su compañera– hasta dejarse la vida en el
empeño. Experimentos de este tipo con machos de S. exigua –confirmados por observaciones microscópicas de las
neuronas de las sensilas– indican que el
Z9,E12-14:Ac –un acetato– es la sustancia más atractiva para los
machos (feromona de atracción a distancias grandes), pero que hace falta el Z9-14:OH
–un alcohol– para que localicen
exactamente la fuente de olor (feromona de atracción a distancias cortas),
así que es necesaria la presencia conjunta de
estas dos sustancias para atraerlos. Las pruebas de campo realizadas
sugieren que otro compuesto, el Z11-16:Ac
–otro acetato–, podría estar implicado en la atracción a distancias aún más
largas, mayores que las dimensiones de un túnel de viento (que no superan unos
pocos metros)
Son las
dos primeras sustancias –el Z9,E12-14:Ac
y el Z9-14:OH– las que emiten las
cápsulas de feromonas de S. exigua
que todos hemos colocado alguna vez en los polilleros o trampas delta de
nuestro invernadero, con la vana esperanza de que acabaran con los gusanos de
nuestros pimientos y obteniendo a veces resultados desastrosos (yo llegué a ver
hace años parejas de polillas copulando alegremente debajo de un polillero
pocos días después de colocarlo) Y es que no
solo se trata de que la cápsula emita esas dos sustancias, sino de que lo haga
en la proporción y a la concentración correctas. Y cuando repasamos los
distintos estudios sobre S. exigua
realizados a lo largo y ancho del mundo (están descritos en profundidad aquí,
pero puede verse un resumen aquí)
vemos que hay grandes diferencias en las
proporciones que atraen a cada población local de este insecto. Expresando
la proporción del atrayente a larga distancia primero –el Z9,E12-14:Ac – y la del atrayente a cortas distancias después – el Z9-14:OH–, resulta que en España la
proporción más eficaz es 60:40, en Norteamérica 10:1, en Japón y Corea 70:30 y
en China 9:1. O sea, que cualquier
cápsula atraerá a los machos de nuestro invernadero hasta las cercanías del
polillero, pero solo una con una proporción cercana a 60:40 engañará a la
mayoría hasta el punto de que caigan en nuestra trampa y mueran. Si no es
así, lo único que conseguiremos será concentrar a los machos en el área donde
coloquemos la trampa, lo que será una autentica bendición para las hembras que
anden por allí – aunque normalmente las hembras copulan una sola vez son
posibles las cópulas múltiples (ver aquí)–.
Esto provoca una distribución irregular en el invernadero tanto de las puestas
como de los daños ocasionados por las orugas, que se concentran alrededor de las
trampas; un hecho que todos vimos hace años en el campo y que es el origen de
la creencia general –no por más extendida menos errónea– de que las
feromonas atraen a la plaga desde el exterior del invernadero. Todo es
consecuencia del uso de formulaciones importadas –poco apropiadas para la
población local de S. exigua– y a la
imposición de su utilización por parte de los protocolos de calidad, sin hacer
antes los oportunos estudios y formar a los usuarios finales del producto. Lo
de siempre… nos cargamos la técnica antes siquiera de aprender a utilizarla.
Pero
estábamos hablando de la confusión sexual, no de las trampas… Lo veremos en el
próximo post, que este ya me ha salido bastante largo.
Ten cuidado que aquí hablas bien de alguien y en seguida se mosquea, anda que si hablásemos mal.
ResponderEliminarEsperemos que no... (jejejejeje)
EliminarMagnifico post, como siempre entomofílico!!
ResponderEliminarEn la zona de Lleida hace años que se está utilizando esta técnica en melocotón y nectarina contra Anarsia Lineatella y contra Grapholitha Molesta con bastante éxito diria yo. Contra Cydia Pomonella en peral y manzano no es tan efectiva y se tiene que acompañar con algun tratamiento pero muchas veces es la diferencia entre tener un umbral de daños tolerable o no. Tambien se utiliza en viñedo con altas eficacias. Por mi experiencia funciona bastante bien.
¡Olé!
ResponderEliminarMENTIRA MENTIRA Y MENTIRA, esas mierdas que se cuelgan no valen nada mas que para sacarte el dinero, si no hay ostrinia es porque se estan gastando cantidades ingentes de ALTACOR, y sino enteraos bien, claro que es cuestión de tiempo y tal vez poco tiempo en el que nos quedemos sin armas efectivas por las malas cabezas que solo usan altacor
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarLas fincas que yo ví eran de cultivo ecológico y en ninguna de ellas se estaba gastando ALTACOR, ni en Murcia ni en Almeria. Cada cual puede tener su opinión compañero anónimo, pero lo que no voy a permitir -ni a ti, ni a mi padre que en paz descanse- es que me llamen mentiroso... ¡Hasta ahí podriamos llegar!
EliminarUn poquito de respeto compañero y por lo menos ponte un nick para insultarme...
Señor anónimo del 22 de septiembre, me da la impresion de que usted no sabe muy bien de lo que habla, el uso en los dos ultimos años de los nuevos productos para lepidopteros sea (clorantraniliprol, emamectina, flubendiamida, etc.) ha bajado la incidencia brutalmente en la zona de Almería. Eso es evidente y nadie se lo va a negar, pero amigo yo llevo apostando por este metodo desde hace cuatro años en cultivos ecológicos, si si ecológicos y le puedo decir que se reduce a cero la presencia de spodoptera en el cultivo, en el primer año los daños en pimiento por gusano eran altisimos y sino eche memoria, pues bien, nosotros no tuvimos ni un 5% de daños. Pues imaginese en los siguientes años. En todos los invernaderos que la he utilizado este año y el pasado sean o no sean ecológicos no he tenido la necesidad todavia de dar ni un solo tratamiento para spodoptera. Ahora cuenteme cuantos tratamientos despues de las sueltas de auxiliares ha dado un agricultor que no las haya utilizado este año??? se lo digo yo? pues unos dos o tres con altacor o fenos y mínimo uno con steward este por razones diferentes pero bueno, y despues es que no se nos instala el orius porque no vienen los botes bien. Si si claro. Por cierto en la empresa que trabajaba hasta hace unos meses controlabamos mas de 150 Ha de Ecológico y analizando hojas en los 4 primeros meses de cultivos no hemos detectado ni una sola traza de clorantraniliprol ni de otro producto en todo este tiempo. Por si te da por pensar mal.
ResponderEliminarOtra razón que me hace creer en esta tecnica es que se utiliza en murcia para lobesia botrana y es un exito mas que probado y sino pregunte a los agricultores de uva de mesa que llevan años sin encontrar apenas nidos de hilandero como comunmente se conoce.
Muy buen post Entomofílico, como ya es costumbre.
ResponderEliminarYo soy de los reacios a las feromonas, por lo que has comentado, o sé si las feromonas que use eran importadas o no pero en mi caso no funcionaron, aunque de esto hace ya unos cuantos años. Ahora después de leerte, creo que tendré que darle una nueva oportunidad. Llevan intentando venderme feromonas de confusión sexual desde Julio y yo he estado dando largas porque no me fiaba. Quedo expectante por leer la continuación.
Muchas gracias por tu trabajo desinteresado, y por ilustrarme.
Muy interesante y muy bien explicado. ¿Alguien emplea feromonas para reducir la población de tuta? ¿funcionan de verdad las trampas de agua como para ahorrarse tratamientos?
ResponderEliminarY otra cosa ¿qué tengo que poner donde me pide el URL para dejar de ser anónimo?
gracias
Solo tienes que poner el nombre el url mo hace falta
EliminarHola como estas si yo las estoy utilizando en Argentina, en cultivo de tomate y la verdad es increible ver la cantidad de capturas que uno tiene en las trampas de agua, de hecho, casi no se ha aplicado BTK o Neem para su control, de mas esta decir que hago monitoreo de larvas en hojas para corroborar el umbral
EliminarBuenas tardes.
ResponderEliminarYo he usado las feromonas para tuta en las fincas que me lo han permitido y tengo que decir que estoy bastante contenta con ellas.
- He probado a ponerlas en el centro de una trampa delta, pero si soplas las que no se han pegado muy bien consiguen escapar.
- Las hemos colocado dentro de un tapón que flote y éste en el centro de una cubeta con agua y jabón/aceite. Como resultado decir que hay que cambiar la mezcla de líquidos en pocos días.
- El método anterior con una garrafa tumbada de lado y abierta una ventana en la pared de arriba da unos resultados fabulosos.
Si no se quiere poner el tapón flotando se puede colocar la feromona pinchada en un alambre (sin tocarlo con las manos) y también va muy bien.
Cualquier método es susceptible de mejora pero a mí me vale para cumplir con los requisitos de los supermercados y a mis agricultores para quitarse un problema del medio.
Un saludo a todos. Yola
¿cuántas trampas (cubetas o garrafas) por cada 1000 m2?
Eliminargracias
Sin olvidarme que yo coloco trampas de agua razon de 1 cada 200m2, con una trampa delta en el centro del invernadero como referencia de monitoreo
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