Thomas Say fué un farmacéutico de Filadelfia convertido después en el padre de la entomología americana. En 1819, tiempo de la conquista del oeste, se unió al célebre explorador e ingeniero Stephen Harriman Long, mayor del ejército americano, para una exploración de dos años. Recorrieron las Montañas Rocosas y los afluetes tributarios del Missouri. En las Rocosas, sobre una planta alta y espinosa de llamativas flores amarillas (Solanum rostratum) Say encontró un llamativo, también, escarabajo al que llamó Leptinotarsa decemlineata. Por supuesto nadie prestó atención a este insecto, !entonces¡. Decidió nuestro protagonista entomológico que había llegado el momento de saltar a la fama. En 1859 los granjeros del este de Nebraka empezaron a verlo asiduamente sobre sus cultivos de papas. El escarabajo encontró en las fértiles granjas del suroeste de Estados Unidos una despensa enorme de una planta del mismo género que su favorita.
En aquellos años Estados Unidos todavía no estaban muy unidos fisicamente para los humanos. Las distancias en el centro eran enormes y difíciles de recorrer. Pero de 1863 a 1866 se trabajó duramente para unir las vias del Union Pacific y el Central Pacific con la red de trenes del este. Fué una catapulta para nuestro escarabajo. Para 1865 ya estaba aniquilando las plantaciones de patatas de todo el este.
En 1867 un tal Brian Markham, no se si era granjero, utilizó con éxito un compuesto que usaban los pintores en sus cuadros, el verde de París. Después de enormes discusiones sobre su toxicidad para los humanos en 1871 la revista rural Country Gentleman promovía su uso de forma generalizada.
Se usó durante unos años y cuando se cansaron de comer papas atiborradas de arsénico fué finalmente prohibido en 1900.
El verde de Paris a pesar de su bonito nombre es un acetoarsenito de cobre, que ya fué usado en París en el siglo XVII contra las ratas, de ahí se supone que viene el nombre. Y sí, es muy tóxico por ingestión para los humanos. Empezó con el la saga de los elixires de la muerte como los denominó Rachel Carson.
Para hacer juego con el rollo la canción de la película The Searchers, el mejor western y una de las mejores películas de la historia. Todo en esta obra es icónico y además fué una revolución técnica del maestro John Ford. Y con mucha carga para quien piensa que los western son el prototipo de película sin sustancia. Ride away.
En aquellos años Estados Unidos todavía no estaban muy unidos fisicamente para los humanos. Las distancias en el centro eran enormes y difíciles de recorrer. Pero de 1863 a 1866 se trabajó duramente para unir las vias del Union Pacific y el Central Pacific con la red de trenes del este. Fué una catapulta para nuestro escarabajo. Para 1865 ya estaba aniquilando las plantaciones de patatas de todo el este.
En 1867 un tal Brian Markham, no se si era granjero, utilizó con éxito un compuesto que usaban los pintores en sus cuadros, el verde de París. Después de enormes discusiones sobre su toxicidad para los humanos en 1871 la revista rural Country Gentleman promovía su uso de forma generalizada.
Se usó durante unos años y cuando se cansaron de comer papas atiborradas de arsénico fué finalmente prohibido en 1900.
El verde de Paris a pesar de su bonito nombre es un acetoarsenito de cobre, que ya fué usado en París en el siglo XVII contra las ratas, de ahí se supone que viene el nombre. Y sí, es muy tóxico por ingestión para los humanos. Empezó con el la saga de los elixires de la muerte como los denominó Rachel Carson.
Para hacer juego con el rollo la canción de la película The Searchers, el mejor western y una de las mejores películas de la historia. Todo en esta obra es icónico y además fué una revolución técnica del maestro John Ford. Y con mucha carga para quien piensa que los western son el prototipo de película sin sustancia. Ride away.
Con la calor que hace esta tarde, me he quedao pillao, aguilera y me has recordado mis viejos tiempos, cuando después de ver verano azul no sabias donde meterte para pasar la calor y no había nada como tirarte al suelo para ver una buena película de pistoleros.
ResponderEliminarBuen western... pero, personalmente, de los western de John Ford yo prefiero "Pasión de los fuertes" (My darling Clementine) Cuestión de gustos.
ResponderEliminarEl escarabajo de la patata es un magnifico ejemplo de lo que podemos hacer los humanos cuando meneamos géneros de un lado a otro. Un insecto de Las Rocosas se ha extendido en 150 años a practicamente todo el hemisferio norte ocasionando muchos problemas en un cultivo fundamental. Uno de los últimos emigrantes no deseados fue Tuta absoluta, que llego hace pocos años a Valencia y ya va por Asia Central... Cosas de la globalización.
Por cierto hay plagas muy problemáticas que en cualquier momento pueden cruzar el charco con tanto movimiento de géneros y material vegetal... Como ejemplos, podeis buscar en internet a Scirtothrips dorsalis (el "chilli thrips", que está dando problemas en los pimientos de Israel) o a Thrips palmi (el "melon thrips", que tiene medio loco a todo el Caribe)
Pues anda que cuando llegue el picudo del chile pimiento(Anthonomus eugenii), le va a dar una alegria a los pimenteros,
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