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lunes, 25 de marzo de 2013

Hongos fitopatógenos, enemigos infiltrados. (Capítulo 2: Hongos verdaderos. El reino Fungi)

Después de haber hablado de los oomicetos u hongos-alga en el post anterior, ahora le toca el turno a los hongos verdaderos. Y la verdad es que es todo un reto condensar en un post todo un reino natural –el reino Fungi–, entre otras cosas porque los científicos no tienen aún del todo claro cómo demonios organizar a estos seres… De hecho, desde que aprobé la fitopatología –a principios de los 90– ha habido infinidad de cambios en la clasificación de los hongos, y aún hoy los micólogos continúan discutiendo sobre el origen y la posición en el árbol de la vida de determinados grupos. Esta discusión no es baladí: los hongos tienen un impotantísimo papel en los ecosistemas naturales –como saprófitos o mutualistas–, causan infinidad de enfermedades en plantas, animales e incluso humanos, provocan enormes pérdidas en los alimentos almacenados y generan peligros para la seguridad alimentaria en forma de micotoxinas, así que conocerlos en profundidad es fundamental. Además, desde el punto de vista agrícola todos conocemos su importancia como fitopatógenos; pero no es tan conocido que en el propio reino Fungi están algunos aliados que permitirán en un futuro –quizás no tan lejano– controlar de forma biológica las enfermedades fúngicas o gestionar con más eficacia los nutrientes del suelo. En todo caso se trata de un grupo de seres tan interesantes como complejos y diversos, así que metámonos en faena sin más dilación.
Ya apuntábamos en el post anterior que las células de los hongos verdaderos poseen una pared celular de quitina –como el esqueleto de los insectos, lo que los acerca más a los animales que a las plantas–; que su membrana  está compuesta de ergosterol –un esterol específico del reino Fungi, lo que los separa claramente de los animales–; y que son los únicos organismos haploides de la naturaleza (es decir, en sus núcleos celulares hay  un solo juego de cromosomas) lo que les separa de cualquier otro grupo de seres vivos y les obliga a recurrir a estrategias reproductivas totalmente distintas en la reproducción sexual, necesaria para lograr diversidad genética. Como podéis ver en la primera imagen, los animales, plantas y oomicetos –todos seres diploides– forman gametos haploides mediante meiosis, que se funden para formar un zigoto a partir del cual se desarrollará un nuevo individuo. Al ser haploides, los hongos no pueden formar gametos, por lo que el zigoto diploide debe originarse por la fusión de las células de dos micelios compatibles[1]; pero ante todo un hongo es un ser haploide, así que este zigoto es extremadamente fugaz. Para resolver este “problema” los hongos recurren a una estrategia eficaz, pero extraña: la fusión de las células de los dos micelios compatibles (la plasmogamia) no implica la fusión de sus núcleos celulares (la cariogamia), así que tras la plasmogamia los hongos crecen y se desarrollan con dos núcleos celulares de distinto origen en sus células, en un estado que se conoce como heterocarionte. De esta manera el individuo resultante de la fusión de los dos progenitores portará la información genética de ambos, pero seguirá siendo haploide hasta el momento de formar el zigoto, que inmediatamente generará esporas haploides por meiosis. Vamos, que los hongos se toman muchas molestias para evitar tener dos juegos de cromosomas en sus núcleos. El que sean heterocariontes complica el estudio de su genética, a fin de cuentas los alelos no están en el mismo núcleo. Pero aún más la complica el ciclo parasexual desarrollado por algunos hongos patógenos, que les permite obtener variabilidad genética mientras se reproducen asexualmente; por eso el estudio de las resistencias a los pesticidas es mucho más difícil en hongos que en artrópodos, oomicetos y malas hierbas. Por otro lado, los hongos verdaderos son un grupo extraordinariamente diverso y a veces en la práctica diaria hablamos con demasiada ligereza de ellos, olvidando las enormes diferencias que existen entre unos y otros. Por eso –aún a riesgo de aburrir a las piedras– creo que es interesante comentar las principales divisiones de los hongos; a fin de cuentas meterlos en el mismo saco es un error más grave que confundir un ácaro con una hormiga…
Empecemos por los quitridios de la división Chytridiomycota, muy primitivos y los únicos hongos verdaderos con esporas flageladas, que nadan activamente para encontrar a su huésped. Siendo así es lógico que la mayoría de sus miembros sean acuáticos, y que los pocos representantes aéreos dependan en gran medida del agua para sobrevivir. No son especialmente importantes en hortícolas, pero uno de ellos trajo por la calle de la amargura a los productores de melones y sandías de medio mundo; se trata de Olpidium bornovanus[2], un hongo unicelular que infecta los pelos radiculares y las células epidérmicas de las raíces de muchas plantas. Los daños directos que provoca son muy leves, pero su problemática deriva de su actuación como vector del MNSV –Melon Necrotic Spot Virus–, el otrora famoso “virus del cribado”. La inclusión de resistencias genéticas en las variedades comerciales de melón y el uso masivo del injerto en sandía hicieron que nos olvidáramos de él, pero la campaña pasada la aparición de casos de MNSV en variedades resistentes de melón disparó todas las alarmas (ver aquí) Veremos qué pasa este año, porque Olpidium bornovanus –como la mayoría de los Olpidium– es un hongo omnipresente en todos los suelos y que es imposible de eliminar mediante desinfecciones. No entraré en detalles, pero en la segunda imagen podéis ver el ciclo de estos hongos.
Más avanzados son los zigomicetos de la división Zygomycota, entre los que se encuentran los mohos de los productos almacenados (concretamente dentro del orden Mucorales) Estos hongos se caracterizan por la formación de grandes esporas durante la fase sexual –llamadas zigosporas– que les sirven como órganos de resistencia, mientras que en la fase asexual forman pequeñas esporas en unas estructuras denominadas esporangios. En nuestros invernaderos su aparición es rara, aunque –como podéis ver aquí– a veces pueden llegar a molestar; sin embargo su importancia en post-cosecha es enorme y Rhizopus stolonifer –uno de sus miembros– hace que se pierdan todos los años muchos miles de euros en tomates confeccionados (en la tercera imagen podéis ver un esquema del ciclo de vida de un zigomiceto típico del orden Mucorales) Pero no todos son perjudiciales para el agricultor; en otro de sus ordenes se engloban unos buenos aliados: los  Entomophthorales, unos hongos entomopatógenos que nos han ayudado en las últimas campañas a limpiar los pimientos de Creontiades pallidus (ver aquí)
Tradicionalmente incluidos dentro de los anteriores[3], los glomeromicetos fueron separados en su propia división –la Glomeromycota– hace algunos años y actualmente son el grupo de hongos sobre los que más se está investigando. Y es que la forman los que quizás sean los hongos más importantes de toda la naturaleza: las micorrizas arbusculares (AM y VAM); no en vano esta simbiosis entre hongo y raíz permitió a las plantas colonizar el medio terrestre hace eones, y aún hoy todas las plantas forman micorrizas con algún miembro de los glomeromicetos. Estos hongos se caracterizan por carecer de fase sexual –al menos a día de hoy no se ha encontrado en ninguno–, por la emisión de arbúsculos en las células de la raíz y por la formación de grandes esporas de resistencia denominadas azigosporas. Aunque su importancia en la agricultura está fuera de toda discusión, el mal uso que hicimos de ellas hace unos años en los invernaderos de Almería les ha dado muy mala fama bajo los plásticos de mi tierra (coyuntura que espero y deseo que se corrija en un futuro) En la cuarta imagen podéis ver un esquema del ciclo de vida de los glomeromicetos.
Pero el grupo más importante de hongos verdaderos son sin duda los ascomicetos de la división Ascomycota. Se trata de la más numerosa y diversa del reino Fungi, y en ella se engloban desde las levaduras que nos permiten alimentarnos de pan, cerveza y vino hasta las trufas que deleitan al más exquisito gourmet.  También pertenecen a ella la mayoría de los hongos fitopatógenos, y los empleados en el control biológico de enfermedades fúngicas (Trichoderma, Ampelomyces,…) e insectos (Beauveria bassiana o Lenacillium lecani) Los ascomicetos se caracterizan por formar durante la fase sexual esporas sexuales endógenas –denominadas ascosporas–, pues están encerradas en unas estructuras en forma de saco denominadas ascos –el nombre viene del griego askos, que significa saco–; a su vez los ascos se organizan en estructuras –algunas muy complejas y con formas muy diversas– llamadas genéricamente ascocarpos. Las esporas del ciclo asexual – denominadas conidios– son sin embargo exógenas, y se forman en el extremo de estructuras más o menos abiertas denominadas genéricamente conidióforos. Las distintas especies se clasifican en base a la morfología de estas estructuras reproductivas, ya que el micelio es prácticamente idéntico en todas ellas; pero existe un problema… Como podéis ver en la cuarta imagen, la misma especie de ascomiceto formará ascocarpos durante la fase sexual de su ciclo vital y conidióforos durante la asexual, así que tendrá aspectos totalmente diferentes; por eso se habla de estado TELEOMORFO –para referirse a la fase sexual del ciclo– y de estado ANAMORFO –para la fase asexualy en cada estado una misma especie recibe nombres distintos. Vamos, que los ascomicetos –y algún basidiomiceto– son los únicos seres vivos a los que los científicos les han asignados dos nombres. Parece raro, pero es que es la única manera de aclararse con ellos[4], porque se ve que la mayoría de las especies de ascomicetos no han estudiado biología y –en vez de comportarse como seres vivos decentes y ajustarse a un típico ciclo vital– hacen lo que les viene en gana[5]… Bromas aparte; los hay que normalmente solo están en estado anamorfo (la fase asexual) reproduciéndose mediante conidios, como hace la responsable de la podredumbre gris (Botrytis cinerea); otros se mantienen en estado teleomorfo (la fase sexual), pero solo emiten ascosporas de vez en cuando, sobreviviendo mediante estructuras somáticas de resistencia (esclerocios, micelios resistentes, clamidosporas,…), como por ejemplo se comporta la responsable de la podredumbre blanca (Sclerotinia sclerotiorum); otros forman simultáneamente ascosporas y conidios –en un estado híbrido que se denomina HOLOMORFO– reproduciéndose al mismo tiempo de forma sexual y asexual, como hacen los oidios (por ejemplo la pesadilla de los calabacineros, Podosphaera xanthii) Todo esto puede parecer un rollo teórico, pero tiene importantes implicaciones en la aparición de resistencias a los fungicidas; si se analiza con atención se entiende como los oidios desarrollan tan rápido resistencias, o porque los fungicidas contra pudrición de última generación siguen siendo muy eficaces contra la Sclerotinia cuando ya empiezan a fallar contra Botrytis.
El último de los grandes grupos de hongos –los basidiomicetos de la división Basidiomycota– es el más conocido y llamativo de todos, pues entre ellos se cuentan los hongos formadores de setas, de los que en la quinta imagen podéis ver su simple ciclo de vida, sin fase asexual. Su nombre deriva del de la estructura donde se forman las esporas sexuales –las basidiosporas– denominada basidio (del latín basidium, que literalmente significa pequeño pedestal)  Como es lógico, aparte de los formadores de setas hay muchos más basidiomicetos, entre ellos algunos de los hongos fitopatógenos más destructivos en cultivos extensivos, frutales y –sobre todo– cereales, que no son otros que las royas y carbones. Si os dais una vuelta por el enlace del hipervinculo podréis comprobar que los basidiomicetos fitopatógenos tienen ciclos de vida mucho más complejos que los formadores de setas, que incluyen fases asexuales, varios tipos de esporas (hasta 5 en el caso de algunas royas) y en algunas especies incluso varios huéspedes. En la antigüedad las royas fueron el auténtico azote de los agricultores, hasta el punto de que los romanos tuvieron un dios de las royas –el dios Robigo– cuya festividad –la Robigalia– se celebraba el 25 de abril, coincidiendo con el inicio de la formación de las espigas[6]. Afortunadamente estos fitopatógenos no afectan a la mayoría de las hortícolas; que yo sepa tan solo la especie Uromyces appendiculatus causa problemas de roya en judía y otras leguminosas (ver aquí)
Si habéis tenido la paciencia de llegar hasta aquí habréis podido comprobar que, cuando hablamos de hongos fitopatógenos, nos estamos refiriendo a un grupo enormemente heterogéneo de organismos; desde los oomicetos dependientes del agua –que ni siquiera son hongos–, a los enormemente complejos ascomicetos y basidiomicetos. Cada especie se comporta, infecta y sobrevive de manera distinta en nuestro invernadero y para prevenirlas y controlarlas debemos conocer bien a cada una de ellas. A eso nos dedicaremos en los siguientes post, pero antes veremos de qué herramientas –biológicas y químicas– disponemos para esa batalla.
Se me olvidaba… No quería finalizar este post sin recordar a mi profesor de fitopatología Eduardo Gallego Arjona, micólogo de pro, buen profesor y un entrañable friki que me contagió hace 20 años algo de su pasión por estos seres. Lamentablemente está algo abandonada, pero recomiendo una vuelta por su web MYCO-UAL a todos los interesados en los hongos.    



[1] Al no haber gametos no tiene sentido hablar de sexos en los hongos. La reproducción sexual se da entre individuos compatibles para la reproducción sexual (que reciben el nombre de tipos - y +) A partir de ahí se dan todas las combinaciones posibles: hay especies monoicas que solo generan uno de los tipos, dioicas que generan los dos e indiferenciadas en los que no hay forma de distinguir uno y otro tipo; especies capaces de autofecundarse (homotálicas) y otras que no (heterotálicas); incluso hay algunos grupos en los que no se ha observado jamás la reproducción sexual.
[2] Aunque los Olpidium se habían clasificado tradicionalmente en la división Chrytridiomycota, los estudios basados en el ADN han demostrado que están bastante alejados del resto de los quitridios. Actualmente se catalogan como Incertae sedis –lo que quiere decir que los científicos no se han puesto de acuerdo sobre su clasificación–, pero yo he optado por mantenerlos en su lugar tradicional (más que nada por no complicar aún más el post)
[3] Los Glomeromycota se englobaron durante años en los Zygomycota  hasta que los estudios genéticos demostraron que no estaban directamente relacionados. El cambio de clasificación se produjo hace poco más de una década, así que en gran parte de la bibliografía disponible sobre las micorrizas arbusculares se las engloba en el orden Glomales, dentro de la división Zygomycota.
[4] Entre otras razones, es necesario mantener la doble nomenclatura en los teleomorfos y los anamorfos porque no siempre un género de teleomorfos se corresponde con un solo género de anamorfos. Es más, a veces un mismo teleomorfo tiene varios anamorfos pertenecientes a géneros distintos… Lo dicho, auténticos extraterrestres.
[5] En muchos ascomicetos la fase sexual es extremadamente poco habitual, de hecho aún no se ha encontrado para muchos de ellos. Tradicionalmente estos hongos que no mostraban fase sexual –también llamados hongos imperfectos– formaban la antigua división Deuteromycota, donde se incluían muchos fitopatógenos. Actualmente el término ha perdido valor taxonómico, pues los micólogos consideran a los hongos imperfectos como anamorfos de ascomicetos de los que aún no se ha descubierto la fase sexual; mientras que no se ha encontrado el teleomorfo los micólogos hablan de especie-forma para referirse al anamorfo, para así dejar claro que hasta que no se encuentre la fase sexual no se tratará de una verdadera especie. Sin embargo el término todavía se emplea en la práctica, está presente en la bibliografía más clásica e incluso en la última versión del Agrios, manual de referencia en fitopatología donde los haya (ver aquí)
[6] Muchos historiadores creen que una fiesta tan rural –y tan ejidense– como la de San Marcos –que se celebra el último domingo de abril– tiene su origen en aquellas antiguas fiestas paganas en honor a Robigo que trataban de contentar y calmar al dios de las royas.

36 comentarios:

  1. Uy si, gran trabajo, copia y pega, anda queeeeeeeeeeeeee!!!!!!!!!!!!

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  2. Es curioso. Uno está hasta las narices de ver como las plantas se te mueren en el invernadero, y de recetas para prevenir o evitar el ataque, sin tener ni puñetera idea del mundo inmerso que ocurre...y gracias a post como estos, todo empieza a tener algo de sentido. Gracias entomofilico, por ello. Un abrazo.

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  3. Buen trabajo de divulgación.
    Una duda, puede Vasates (Aculops lycopersici), provocar manchas en los frutos de tomates similares a los que ocasiona el virus del Bronceado?
    Sólo las plantas que he observado con infección de Vasates presentan sus frutos ese tipo de manchas.
    Gracias

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    1. Para El Señor de los Marjales.

      Hace unos años en Canarias hemos tenido serios problemas en tomate ecológico con el manchado que describes. El problema era más importante en las zonas donde el Vasate estaba más presente. Le seguimos la pista al asunto y se encontró en algunos casos además del Vasate otro eriófido, Aceria Lycopersici. En los casos más graves aparece una ligera rugosidad en la mancha. No tengo nada claro el asunto, pero la relación entre el Vasate y el manchado existe.
      Un saludo a todos y muchas gracias a los encargados del foro por su magnífico trabajo.

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  4. .
    Entomofilico;

    « Recuerdo una finca donde tenía muchísimos problemas con Phytophthora capsici -se llego a perder un cultivo entero de 5 Ha-; la única forma de acabar con el problema fue limpiar y desinfectar la balsa de riego... No fue barato, pero desde luego fue eficaz. »

    Pode-se saber que produto utilizaram?


    Vitor Monteiro.
    .

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    1. Fue así:

      1.- Vaciar la balsa.
      2.- Hipoclorito sodico (lejía) y restregar bien con escobones hasta que las paredes quedasen limpias.
      3.- Volver a llenar la balsa.

      Evidentemente el gasto en mano de obra fue importante, pero fue la única manera de que el problema de Phytophthora remitiera.
      Aclarar también que la finca era de hidropónico y se cambió el sustrato. Si se hubiera cultivado en suelo no hubiera servido de gran cosa, porque el patógeno también hubiera estado en la tierra.

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    2. .
      Entomofilico;

      E o Hipoclorito Sódico deixa residuos que possam prejudicar os cultivos ... ???


      Vitor Monteiro.
      .

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    3. Como todo, depende de la dosis. Pero los restos que puedan quedar en las superficies de la balsa se diluirán muchismo al llenarla, así que no hay problema.

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  5. Impagable labor divulgativa Entomofilico... Te mereces el reconocimiento de todos los lectores que aunque no comentamos a menudo leemos con pasión y gratitud vuestra disposición a compartir conocimientos.
    Mis más sinceras felicitaciones.

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  6. Larga vida al foro. Y larga vida y salud a sus creadores. Gracias.

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  7. Magnífico post. Tener toda esta información recopilada en este blog es de gran ayuda. Gracias

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  8. Entomofilico: ¿podemos usar agua de balsas al descubierto para preparar el caldo de fumigación?. ¿ Puede trasmitirse así mildiu, si alguna finca cercana ha estado contaminada de mildiu?. ¿es desaconsejable por cualquier otro motivo?. Gracias.

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    1. Cuando toque lo veremos en detalle, pero te adelanto que el inoculo primario de los mildius son los esporangios, y estos son transportados por CORRIENTES DE AIRE. Así que la respuesta a la segunda pregunta es negativa; de hecho la viabilidad de los esporangios se reduce cuando la humedad es cercana a la saturación durante mucho tiempo, así que imaginate si directamente caen en el agua de la balsa. Eso sí, si hay alguna finca cercana con mucho mildiu los esporangios pueden llegar a tu cultivo, pero directamente arrastrados por el aire.
      Cuando los esporangios alcanzan la superficie de la planta huésped y hay agua encima de ella, germinan produciendo las zooesporas. De todo el ciclo biológico de los mildius solo en este momento -la zoospora- es necesaria el agua líquida; en el resto del ciclo ni siquiera necesitan condiciones muy altas de humedad.

      Claro que si te refieres al mildiu del tomate (Phytophthora infestans) la cosa cambia... No es un mildiu verdadero (un peronosporaceo) sino un pithiaceo, y como tal sus esporangios se llevan mucho mejor con el agua. Es posible que pudiera ocurrir lo que comentas, pero la verdad es que no estoy seguro...

      En cuanto al tema del agua de las balsas, siempre se ha utilizado... De hecho no hay otra fuente de agua en la mayoría de las fincas.

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  9. Tengo un invernadero que no drena nada y la tierra está ya muy castigada de muchos años pimientos y me estoy planteando el poner lana de roca, pero tengo dudas de si se criarian buenos en ese sustrato, es pimiento lamuyo, alguien me puede decir algo?

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    1. Nunca he criado lamuyos ni en hidropónico ni en suelo, pero llevo años viendo muy buenos cultivos de pimiento california y pimiento tipo ramiro en sustrato. Imagino que el lamuyo también se adaptará... Quizás ¡¡a por ellos!! tenga más experiencia en ese tema.
      El pimiento no es el cultivo más idóneo para el hidropónico (pepino o tomate se adaptan mejor), así que su cultivo en sustrato tiene sus particularidades; no solo a nivel de manejo, sino incluso en la elección de la variedad. En general son preferibles variedades vigorosas -incluso suelen adelantarse algo las fechas de siembra de cada variedad- porque el estrés que supone el cultivo en hidropónico reduce el vigor de la planta y aumenta su tendencia generativa (tiende a ir a cuajar, en vez de ir a crecer) Por eso, aunque se logran buenos cultivos de tardío (trasplante de agosto), los cultivos tempranos y medios suelen ser más fáciles de manejar (trasplantes de finales de junio y julio)
      En cuanto al tipo de sustrato, pueden criarse en cualquiera (todo es cuestión de manejo y de disponer de la tecnología de riego adecuada) Pero yo prefiero la perlita para cultivos de otoño (el ciclo de Almería) y la fibra de coco para cultivos de primavera (el ciclo del Campo de Cartagena) Tanto perlita como fibra de coco son sustratos con capilaridad, lo que permite que el agua se reparta mejor en todo el volumen de la tabla y rehidratarlos fácilmente si se secan demasiado; la fibra de coco tiene algo más de reserva de agua que la perlita y un poco menos de aireación, así que la prefiero para ciclos con más calor. La lana de roca también va muy bien (sobre todo en plantaciones tardías de otoño), pero no tiene capilaridad y sus reserva de agua es menor, así que requiere sistemas de riego más homogéneos y fiables (los riegos han de ser más cortos y más frecuentes para mantener la humedad del sustrato, que además es difícil de rehidratar) y fincas con poca pendiente (la lana de roca no tiene capilaridad y si hay mucha pendiente la parte alta de la tabla está seca y la parte baja encharcada)
      Si al final te decides a poner hidropónico te aconsejo que -al menos las primeras campañas- te asesore un técnico con experiencia en cultivo en sustrato; incluso no estaría de más que le consultaras antes de escogerlo, para que te recomendará uno u otro en función de la zona en que cultives y las características de tu finca y tu sistema de riego.
      Vamos, que en mi opinión el pimiento en hidropónico no es tan difícil ni tan delicado como se dice por ahí, pero tiene sus peculiaridades de manejo y hay que conocerlas -o irlas aprendiendo- para que las cosas salgan bien.

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    2. Muchas gracias Entomofilico, un amigo me ha dicho que me lleve la cama al cabezal de riego si pongo lana de roca y que me compre un generador electrico, ufff, acojona

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    3. Lo del generador no es ninguna tontería... Un corte de luz en primavera con la planta cargada de frutos puede dejarte sin cultivo. Hace bastantes años, cuando trabajaba por Vicar, hubo una avería eléctrica importante en toda la zona con los tomates en pleno engorde. No veas la desbandada de agricultores de hidropónico alquilando grupos electrógenos; acabaron con todos los de la provincia de Almería.
      Y lo de la cama es una exageración, pero en los momentos clave una vuelta los domingos hay que darse por la finca...

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    4. Entomofílico ha dado casi todas las claves a tener en cuenta para el cultivo del pimiento en hidropónico. Me atrevo a añadir que, así como para tomate pueden valer aguas de hasta 2,0 dS/m de conductividad, para pimiento en lana de roca no me la jugaría con aguas de más de 1,2, en perlita hasta 1,5 y en coco se pueden manejar aguas de hasta 1,8. Esto con todas las salvedades que se quieran hacer. Lo de la variedad vigorosa es fundamental y tener mucho cuidado con las podas y despuntes. Y saber que siempre en hidropónico se pierde algo de calibre, aunque no tanto en peso. A cambio, la calidad es extraordinaria. Buscate un buen asesor, con experiencia suficiente en hidropónico.

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    5. Por que hay que tener mucho cuidado con las podas y despuntes?

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    6. .
      Boas;

      Pelo que eu me tenho apercebido, nunca fazem referência aos compostos orgânicos obtidos por compostagem ( compost ) ...
      Em hidroponia, quando se utilizam águas de má qualidade ( salinidade elevada ), esses substratos não permitem obter melhores resultados na produção?


      Vitor Monteiro.
      .

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    7. La fibra de coco es un sustrato de origen orgánico muy utilizado en hidropónico y con muy buenos resultados agronómicos, sobre todo (como ha indicado ¡A por ellos!) con agua de más salinidad. Eso sí, hay que tener en cuenta sus características peculiares a la hora de manejarlo.
      La turba es otro sustrato de origen orgánico utilizado en hidropónico (los cultivos de planta ornamental o las plántulas de semillero no son otra cosa que hidropónicos), pero su uso en cultivos hortícolas está prohibido por razones medioambientales. Una turbera es una explotación minera en una zona pantanosa natural de regiones de clima muy frio, y -como debe ser- su extracción y comercialización está muy regulada y controlada.
      En cuanto al compost, podría utilizarse como sustrato de cultivo, pero su uso es complicado debido a razones sanitarias. A fin de cuentas el compost se obtiene de restos de desecho y basuras, así que pueden aparecer en él microorganismos potencialmente patógenos. Cuando se utiliza como abono estos riesgos son moderados y pueden controlarse, pero como sustrato de cultivo ya es otro cantar... Vamos, que los clientes y normas sanitarias, al igual que nos prohíben -con buen criterio- el uso de lodos de depuradora como abono, también nos prohíben -quizás esta vez con un criterio demasiado estricto- el uso de compost como sustrato de cultivo hidropónico.

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  10. a la hora del transplante del semillero al invernadero, teniendo arena fina es mejor sembrar en la arena o apartar la arena para sembrar en la tierra?

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    1. Para mi gusto siempre en la tierra, a no ser que sea muy, muy arcillosa.

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  11. tengo puestos unos melones amarillos con una semana y siempre que he puesto me han cuajado bastantes pegados al tronco de esos que salen redondos y de mala calidad, ¿se puede hacer algo para que no lleguen a cuajar? como por ejemplo despuntar, poner la manta para que aburran las primeras flores...

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    1. Hay que llevarlos con alegria, que no falte agua y un abonado equilibrado vegetativo, tipo 2-1-2.

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    2. te refieres a un abonado parecido a este? 1 kilo 33.5, medio litro fosforo y 1 de potasico?

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    3. A por ellos, cuando hablas de equilibrios 2-1-2; 2-1-3; 2-1-4; de que rango de valores en unidades de fertilizantes N-P2O5-K20; realmente se viene manejando?. Saludos.

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    4. Anónimo de las 14:14. El equilibrio de ese abono es 1-1-1- También puede valer para ese propósito.
      Lorenzo, en mis dos entradas de "Abonar ¿lo hacemos fácil?" manifesté mis criterios respecto a la pregunta que me haces. Por un lado hablamos de equilibrios y por otro lado hablamos de cantidad de nutrientes. Cuando se maneja la fertirrigación por CE lo mejor es cuantificar los nutrientes por un valor de CE. Las CE que resultan de la aplicación de una nutrición racional están en el entorno de 0,5 hasta 2,0 dS/m. Esta variabilidad depende de los Kg. de cosecha esperada, de si se cultiva en suelo o sustrato, de la calidad del agua de riego y de las aportaciones nutritivas esperadas del suelo.

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  12. hace años,(y no bastantes),se hechaba mucho de pirata para todo este tipo de pudriciones y demas,el cloranfernicol,la gente que lo utilizaba,segun ellos le servia.....

    P.D. este producto esta totalmente prohibido en la agricultura

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    1. No se a cuento de que viene tu comentario geronimo. Todos sabemos que los antibioticos matan... Por matar, matan hasta a las personas que son ALERGICAS a ellos.

      Un poquito de por favor... Piensa las cosas antes de hacerlas y antes de decirlas.

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    2. Era tan solo un comentario,tal vez desafortunado al parecer,no era mi intencion,solo un comentario.

      P.D: Yo soy alergico a las cefuroxinas y cefalosparinas...osea antibioticos

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    3. Siento si he sido brusco geronimo, pero este tema para mi es sangrante.

      Hace muchos muchos años, cuando los melones negros de Almería eran los primeros de la temporada y yo era un aspirante a perito, mi novia de aquel entonces y yo nos gastamos un dineral -que no teníamos- en comprar un melón. Aquella chica era alérgica a varios antibióticos y nada más comer el primer trozo comenzó a hinchársele la cara y tuvimos que salir corriendo a la Bola Azul... Todo quedó en un susto, pero ¡Qué susto!

      Es cierto que hay mucho "chalao pseudoecologista" pregonando chorradas sobre la seguridad de los géneros agrícolas, pero no es menos cierto que hay riesgos reales: bacterias intestinales (qué se lo digan a los alemanes de Hamburgo), micotoxinas y ALERGENOS (http://es.wikipedia.org/wiki/Alérgeno) Y en esos tres temas sí que hay que estar muy atentos y ser muy cuidadosos.

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  13. Felicidades por la entrada, muy buena. Tb felicitar a Eduardo Gallego Arjona q x lo q se ve hizo muy bien su trabajo (y lo sigue haciendo doy fe)

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  14. cuando mencionas que los hongos puedne entrar únicamente en fase teleomorfo , anamorfo u holomorfo y mencionas de que" Todo esto puede parecer un rollo teórico, pero tiene importantes implicaciones en la aparición de resistencias a los fungicidas" que tipo de hongo es más dificil de erradicar por medio de fungicidas?

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