Actividades

viernes, 31 de mayo de 2013

Consejeros

He departido con los tres últimos consejeros de agricultura en alguna ocasión. Anoche tuve oportunidad de escuchar y hablar un poco con el actual, D. Luís Planas Puchades. Sin ánimo de minusvalorar los anteriores me pareció el que tiene las ideas más claras. Tiene un perfil bastante más técnico que político y se ve un hombre muy práctico.
Marruecos: Que se cumplan estrictamente los acuerdos y que exijan al producto extracomunitario las mismas condiciones que al nuestro. Lo lógico.
PAC: Dice que la negociación hispanoespañola puede ser más dura que la comunitaria, que aún no ha terminado.
Ley de comercio: Dice que se queda un poco corta. Yo digo más, respecto a nuestros intereses no va a servir para nada aunque se haga con buena intención.
Comisión Nacional de la Competencia: Les llamó talibanes y expreso su convencimiento de que hace falta una ley que discrimine. los productos agropecuarios del resto.
Agua: La intención es que las ayudas a mejora de regadios afecte a superfícies que puedan mejorar en un 10 % y no en un 25 % como se pretende (aquí somos ya tan eficientes que pretender mejorar un 25 % más es una barbaridad)
Liberación de los pozos de Bernal para regadío con la puesta en marcha a tope de la desaladora de Almería.
Corredor mediterráneo: Apoya el recorrido hasta Algeciras pasando por Motril y Almería. No doy mi opinión al respecto porque pierdo las formas.
Concerntración de la oferta: Por fin uno que no da la paliza con lo de la concentración de la oferta. Hay muchos intereses en juego, dijo.

En la foto el consejero con Maria Teresa Piqueras.

miércoles, 29 de mayo de 2013

ANALISIS DE SUELO

Un colega, atendiendo a mi llamada de la anterior entrada, me manda los datos de un análisis de suelo por si estimo oportuno mostrarlos, y así lo hago, dado que aparecen algunas curiosidades que pueden ser dignas de debate. También me envía el análisis del agua (concentraciones en mmol/l) con que se riega la finca y que os muestro a continuación.

pH
CE
HCO3-
NO3-
H2PO4-
SO4=
Cl-
Na+
Ca++
Mg++
K+
7,3
2,75
4,1
1,25
-
3,22
16,55
12,17
4,16
3,75
0,12

Según me comenta el colega, la mayor problemática del suelo es su apelmazamiento (que "estaba durísimo" son sus palabras) y falta de infiltración. También comenta que se está retanqueando, con su correspondiente laboreo, y se aplicará yeso.

Los datos más relevantes, según mi opinión, son.
  • El altísimo % de elementos gruesos (67,2%) lo que hace disminuir la capacidad del "almacén" en ese mismo porcentaje. En una entrada, un colega que nos informaba desde Murcia, ya resaltaba la importancia de la determinación de este dato. Con este valor, al tratarse además en este caso de un suelo franco arenoso y un 0,8 % de MO, su fertilidad es muy baja. Lo importante el conocimiento de esta deficiencia y adecuar el manejo de la fertirrigación a estas circunstancias.
  • El áltisimo valor del P. Está más de 10 veces por encima de su valor. Con la gran cantidad de fósforo que se ha debido de aportar es posible que se hayan producido precipitaciones de fosfatos cálcicos que contribuyen al "endurecimiento del suelo", de igual manera a como ocurre en los enarenados en los que hay arernas cálcicas y aparecen las formaciones de costras de arenas cementadas en el punto de goteo.
  • El alto porcentaje de carbonato cálcico, que se ve reflejado además en los niveles de calcio y magnesio del complejo de cambio, que informan del predominio de dolomitas muy mágnésicas en estos suelos. Este hecho hace que la relación Ca/Mg en el complejo de cambio esté descompensada hacia el magnesio.
  • El porcentaje de sodio intercambiable (PSI) en el complejo de cambio es del 22 %, por encima del 15 % en el que se empieza a hablar de suelos sódicos. Por otro lado, el SAR del agua de riego es de 4,34 (sin riesgos de sodificación). Esta aparente contradición queda aclarada al relacionar el SAR del agua de riego con su conductividad eléctrica que, según la gráfica adjunta, se aprecia que no hay problemas de pérdida de infiltración en el suelo. Precisamente la alta CE garantiza un aporte continuo de Ca y Mg, proporcionalmente mayor que el aporte de sodio, que por eso el agua tiene un SAR bajo.
  • Respecto de los elementos solubles nada digno que comentar. La CE es coherente con la CE del agua de riego y los niveles de N y K son adecuados para garantizar un suministro suficiente al cultivo y, por lo ajustado de su valor, no contribuyen al aumento de la CE del extracto.
  • Finalmente, dejar anotado que en el extracto de la pasta saturada, al igual que ha de ocurrir en toda solución nutritiva, el sumatorio de niones y cationes, en meq/l, ha de ser coincidente. En este caso da 49,49 (+) y 42,23 (-), error por encima del 10 % que no debería de haber dado por buena la analítica realizada.




Con el agua hemos topado.

Ya se están llevando a cabo varios proyectos para la puesta en venta de hortalizas con uso sostenible de agua de riego, más que nada REWE, como parte del protocolo del sello BEST ALLIANCE, aparte de muchas otras cosas necesarias, se empezó con Austria y ahora con Alemania, menos mal que se lleva bastante adelantado, que ya sabéis el que paga manda. Tienen muy en cuenta que el uso del agua sea sostenible.

Os suena de algo el sello BEST ALLIANCE
Si queréis más información pinchad en el enlace:

BEST ALLIANCE

Pues eso buscando el sello que REWE por lo menos pagan bien, pero mira que el grupo de Global GAP y demás, no se meten tanto con que el uso sea sostenible (que seria lo normal) no se si han visto alguna vez una concesión o inscripción en el catalogo de aguas, pero te indican en el protocolo que el agua sea potable, no se exigen directamente que el agua sea potable, pero casi, se exige que no sean aguas residuales y si lo son que cumplan la legislación de la OMS, o local o autonómica, total que sea "potable". Entonces lo normal para este caso seria certificar que no se usan aguas depuradas y punto (que yo sepa en Almeria solamente se usan aguas depuradas en riego en Las Cuatro Vegas). Pues no, lo que se hace es tomar muestras de agua de riego y realizar análisis microbiologicos para certificarlo, por si acaso, las cosas de las evaluaciones de riesgo y todo eso.

El agua no es lo mismo para beber que para cultivar, más que nada por que para beber, agua potable, tiene que cumplir el REAL DECRETO 140/2003, de 7 de febrero, por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano, para el lavado de las frutas y hortalizas es obligatorio, pero, ¿para cultivar?. Pues para cultivar NO, aunque por donde van los tiros de aquí a nada nuestros clientes nos lo pedirán, mas que nada por que ya lo están pidiendo o lo que es peor le indicamos que lo estamos haciendo. Cosa que es una gilipollez, ya que puedes usar agua potable para cultivar, pero una vez que le añades el fertilizante deja de ser potable, o para los biológicos una vez que toca el suelo deja de ser potable y más si es permacultura con el rollo de los baños secos y humedos, purines y demás, que no digo que no funcione, pero que tiene su riesgo.

Documentación interesante:

Calidad del agua potable según la Organización Mundial de la Salud, que algo sabrán al respecto.


Si os leéis la guía (acceso directo pinchando en la imagen anterior) muy interesante por cierto, veréis que para el nitrato se da el siguiente valor de referencia sobre el cual puede afectar a la salud, para nitratos más de 50 mg/litro, por ejemplo el agua de la balsa del sapo presenta menor contenido en nitratos del máximo indicado por la OMS.

lunes, 27 de mayo de 2013

¿Daños de Nesidiocoris en melón?

La compañera AGR514 me envió hace un par de semanas las fotos de la primera imagen. En ellas podéis ver los frutos recién cuajados de un melón cantaloup escriturado acribillados de picaduras de Nesidiocoris tenuis. Ya sabemos que esta chinche mírida se alimenta de savia vegetal cuando se queda sin presas; en las solanáceas suele picar los tallos tiernos -todos hemos visto los daños en forma de anillo en tomates, pimientos y berenjenas-, pero en cucurbitáceas prefiere alimentarse de los frutos -como desgraciadamente bien saben los calabacineros-. Pero lo cierto es que hasta ahora no había visto daños en cucurbitáceas de primavera, y -sinceramente- no sé como puede acabar la historia... Tanto AGR514 como yo pensamos que el asunto no llegará a mayores, principalmente porque esperamos que el escriturado del fruto disimulará los daños. Si estuviésemos hablando de un fruto liso (como un tipo charentais o un amarillo) la cosa sería mucho más preocupante.
Lo cierto es que en pleno cuaje poco se podía hacer para evitar estos daños. Cualquier tratamiento contra la chinche hubiera afectado a las abejas; y sin abejas no hay cosecha. El caso es que la semana pasada AGR514 me volvió a enviar fotos -esta vez las que muestra la segunda imagen-, y las Nesidiocoris seguían por ahí haciendo sus cosas (ya sabemos que no son bichos fáciles de erradicar) Como podéis ver los daños en algunos frutos parecen serios... Si alguien ha sufrido una experiencia similar en sus cultivos, podría iluminarnos en los comentarios del post. Si no es así, no quedará otra que esperar acontecimientos... Esperemos que la historia tenga final feliz y que no tengamos que acabar calificando al Nesidiocoris como plaga secundaria en melón.

domingo, 26 de mayo de 2013

Coastal Barrier Resources Act--1973

Proteger la costa es una prioridad en todos los paises. En España existe la ley de costas que establecde un dominio público hidraulico que todo el mundo debe tener en cuenta en actuaciones de cualquier tipo en dicha costa. Y en paises digamos de talante más liberal? Como se protege la costa de actuaciones privadas? Pues de una manera bien sencilla: unoi es responsable de sus actos. En la ley cuyo nombre encabeza el post se protegen las costas no desarrolladas urbanisticamente de una forma diferente y con la misma o mayor eficacia que aquí. Si un promotor privado pretende desarrollar una urbanización (por ejemplo) en una playa virgen la ley le indica que no habrá fondos públicos ni para carreteras, ni para agua, ni para cualquier tipo de servicio que necesite. Y más aun, si se producen daños por una tormenta, no hay dinero disponible para compensaciones ni para construcción de barreras. Nada de nada. La ley apareció en 1982 durante el mandato de Ronald Reagan y ha ahorrado miles de millones de dólares a los contribuyentes que no tienen por que hacerse responsables  de lo que cualquier tipo con dinero decida. Como ellos dicen "is your bussines", es tu problema.
Se cumplen 40 años de Tubular bell pero como para mi es un auténtico peñazo y no me gusta el exorcista, pues 1973. El año del golpe de estado de Pinochet en chile "Llueve sobre santiago".

viernes, 24 de mayo de 2013

Batatilla y tratamientos

No paramos con la batatilla, absorbe una cantidad grande de recursos del agricultor. Como curiosidad estuve mirando las raices de sandías infectadas y se ve claramente en que momento se dieron tratamientos contra esta plaga. Las flechas indican donde la raíz está poco nodulada, el ataque remitía un poco. Hay que indicar que en primavera los productos ani batatilla suelen parecer más eficaces, creo quer lo he dicho alguna vez antes. Por que? Por pura lógica, aunque el aumento de temperatura beneficia tanto a plantas como a animales poiquilotermos, como la planta está funcionando a tope, es más rápida que los nematodos (siempre que no esté irreversiblemente dañada de joven) y al final tiene una producción más que aceptable a poco que las cuidemos. Aunque es probable que al final la mata se venga abajo conlas calores. En otoño la lucha contra los nematodos es menos eficaz aunque para eso se desinfecta.

miércoles, 22 de mayo de 2013

EL SUELO-ALMACÉN Y SU ANÁLISIS (2 de 2)

Cuando se hace un análisis de agua los valores proporcionados son, salvo error en la analítica, incuestionables. Si el análisis dice que hay 3,6 meq/l de Mg++, sabemos que ese magnesio estará disponible para la planta una vez incorporada el agua al medio de cultivo y también sabremos que, este magnesio, será más que suficiente para nutrir correctamente al cultivo. No ocurre esto con los típicos análisis de suelos en los que la analítica utilizada está basada en el uso de extractantes que pretender simular las condiciones en las que se producen las movilizaciones de los nutrientes en el suelo. Dado que los factores involucrados son muy complejos, la interpretación de los datos analíticos de suelos son menos precisas que los de las aguas de riego. No obstante, al haber distintos tipos de análisis para suelos, cada uno tiene su mecánica de interpretación. En esta entrada no se va a tratar el tema de la interpretación de los datos de los análisis de suelos. Numerosa bibliografía puede ser encontrada al respecto y es especialmente recomendable el libro de Antonio Casas y Casas E. “Análisis de suelos-agua-planta y su aplicación en la nutrición de cultivos” publicada por el Instituto la Rural de Cajamar, y que puede ser consultado libremente en este enlace http://www.publicacionescajamar.es/series-tematicas/agricultura/analisis-de-suelo-agua-planta-y-su-aplicacion-en-la-nutricion-de-cultivos-horticolas-en-la-zona-peninsular/

Con fines de diagnosis nutricional, básicamente, se puede decir que hay tres tipos de análisis, análisis de fertilidad, análisis del complejo de cambio del suelo y análisis de elementos solubles. Los dos primeros informan sobre la capacidad del suelo-almacén, es decir, sobre la “capacidad de la trastienda”. Los datos cuantitativos proporcionados por estos análisis son poco variables a lo largo de una campaña agrícola y su modificación estructural solo se consigue a lo largo de varias campañas a través de la fertirrigación o por la aportación de enmiendas. La frecuencia de realización de estos análisis puede ser de uno por campaña agrícola como máximo. Dilatar más esta frecuencia dependerá, sobre todo, del manejo que se haga de la fertirrigación. Si partimos de un suelo equilibrado, y la fertirrigación se realiza de conformidad a parámetros relacionados con las necesidades del cultivo, en el tiempo, el suelo permanecerá equilibrado.

El análisis de elementos solubles, por el contrario, informa sobre la cantidad de nutrientes, y el equilibrio entre ellos, que están inmediatamente disponibles para la planta. Puede decirse que es una fotografiá instantánea del estado nutricional del suelo, la “tienda de los nutrientes”. Los datos cuantitativos proporcionados por estos análisis pueden variar sustancialmente en pocos días merced a la variación de los porcentajes de lixiviación en el manejo del riego, la modificación de las soluciones nutritivas aportadas o la modificación de las tasas de absorción de nutrientes por el cultivo. La frecuencia con que se ha de hacer este tipo de análisis dependerá, sobre todo, de la experiencia espacial que se tenga sobre los parámetros relacionados con la nutrición del cultivo, es decir, calidad del agua de riego, características del suelo, necesidades del cultivo, etc. Para una situación novedosa, 2 o 3 análisis pueden ser necesarios. Si se posee suficiente experiencia, un análisis de verificación, que se haga en una fase crítica del desarrollo del cultivo, ha de ser suficiente.

1) ANÁLISIS DE FERTILIDAD. 

Trata de informar sobre la capacidad del suelo para abastecer a la planta con los elementos básicos de la nutrición N-P-K y de las cualidades fundamentales que condicionan este proceso. Los datos básicos que ha de proporcionar este análisis son:
  • Porcentaje de materia orgánica. La materia orgánica representa una fuente primaria de elementos nutritivos. Para porcentajes de materia orgánica en el entorno del 2 %, la cantidad de nutrientes que puede poner el suelo a disposición del cultivo no es muy importante desde el punto de vista cuantitativo, pero es una cantidad segura y casi permanente. Se puede asegurar que una planta, en un suelo de estas características, nunca morirá de inanición, aunque lógicamente su rendimiento será muy deficiente.
  • Porcentaje de carbonato cálcico (caliza). Los suelos de la cuenca mediterránea española tienen altos porcentajes de caliza. Ello siempre asegura un pH fuertemente alcalino, imposible de corregir en la práctica. La experiencia demuestra que esto no es un problema grave para la correcta nutrición de los cultivos hortícolas. También hay que tener en cuenta que la ventaja de estos suelos es que suelen estar bien estructurados debido a la abundancia de calcio y magnesio que hace muy difícil la aparición de suelos alcalinos o sódicos que son aquellos que tienen más de un 15 % de sodio intercambiable.
  • Nitrógeno. El nitrógeno que dan los análisis, como Ntotal, se determina por el método Kjeldahl y su valor oscila entre el 0,1 y el 0,2 %. Este nitrógeno total está, en su mayor parte, como nitrógeno orgánico y una pequeña cantidad está como nitrógeno mineral, sobre todo en forma de nitrato y otra pequeña parte en forma amoniacal. Un suelo con el 2% de materia orgánica cubre, aproximadamente, el 10 % de las necesidades nitrogenadas de los cultivos. Por otra parte, el nitrógeno mineral que hay en el suelo procede de la mineralización del nitrógeno orgánico y de la aportación de los fertilizantes nitrogenados. Los análisis suelen dar este valor como Nnítrico en ppm y es el analizado en el extracto de la pasta saturada del suelo como más adelante veremos.
  • Fósforo. El contenido de fósforo en el suelo se cuantifica en ppm sobre suelo seco. Para suelos de pH alcalino se recomienda la analítica por el el método Olsen . En estos suelos el fósforo se retrograda con facilidad a formas insolubles por lo que hay una tendencia a aportarlo en exceso, a veces hasta límites no recomendables. Teniendo en cuenta que para cualquier situación, contenidos por encima de 150 ppm de P se consideran excesivos, me atrevo a asegurar que más del 50 % de los análisis de suelos realizados en Almería tienen valores por encima del reflejado.
  • Potasio. El potasio asimilable es el soluble (el del extracto de la pasta saturada) más el cambiable (el del complejo de cambio). Como en los siguientes apartados nos eferiremos a ellos solo queda apuntado que, la forma en que suele expresarse el K asimilable es en ppm de suelo seco.
  • Textura. En todo análisis de fertilidad es fundamental determinar este dato. De la importancia de la textura del suelo, tanto en lo físico como en lo nutricional, no hace falta hacer ningún alegato. Baste decir que, desde la vertiente nutricional, la valoración de los datos analíticos siempre se hace en función de la textura del suelo, pudiendo estar “alto” un elemento nutritivo para un suelo arenoso y, el mismo valor, resultar “bajo” para un suelo arcilloso. Para la interpretación de los datos de los análisis de fertilidad en función de la textura del suelo, López Ritas clasifica los suelos en los tres grandes grupos que se muestran en la tabla.
2) ANÁLISIS DEL COMPLEJO DE CAMBIO.

El complejo de cambio del suelo está formado por un conglomerado de partículas de arcilla y coloides orgánicos (complejo arcillo-húmico) que tienen en su periferia cargas negativas y adsorben los cationes del suelo . La cuantificación de la capacidad de adsorción se mide en miliequivalentes por 100 gramos de suelo seco. En suelos de pH alcalino la gran mayoría de las cargas negativas del complejo de cambio están saturadas por los cationes calcio, magnesio, sodio y potasio, también denominados bases de cambio, de tal forma que, se da por hecho, que la capacidad de intercambio catiónico del complejo de cambio (C.I.C) es igual a la suma de los miliequivalentes adsorbidos de estos cuatro cationes. En suelos ácidos, y dependiendo del grado de acidez, aparecen espacios ocupados por hidrogeniones (H+) y cationes de aluminio.
La C.I.C. está muy relacionada con la textura del suelo (porcentaje y tipo de arcilla), con el pH y, en menor medida, con el % de materia orgánica (para valores del 1-2 % de M.O. que son los normalmente encontrados en nuestra zona de cultivo). Su valor oscila entre 7 y 25 meq/100 gramos para suelos de textura gruesa a fina respectivamente. Una referencia muy utilizada en la valoración de los suelos es el porcentaje de cada una de las bases de cambio que conforman el complejo de cambio. Por ejemplo la definición de suelo alcalino o sódico se refiere a los suelos en los que el % de sodio intercambiable es superior al 15 % del total de las bases cambiables. Se entiende que un suelo está bien estructurado cuando el porcentaje de calcio cambiable se encuentra entre el 60 y el 80 %, el magnesio entre el 10 y el 25 % y el potasio y el sodio entre el 5 y el 10 %.

Para hacerse una idea del “tamaño” de este almacén se pueden hacer algunos números. Por ejemplo, para 1 m2 (10x10 dm) de suelo de densidad aparente 1,33 kg/l, una profundidad de 1,5 dm, un volumen de suelo mojado del 75% y una C.I.C. de 10 meq/100g, equivalente a 100 meq/Kg, la capacidad de almacenamiento de bases de cambio será de 15.000 meq/m2 (10x10x1,5x1,33x0,75x100). Por otro lado, para 1 m2 de cultivo en suelo, el gasto de agua es de, aproximadamente, 450 l/m2 y campaña agrícola. Con un agua de riego de 1,0-1,2 dS/m de conductividad y un aporte nutritivo de 0,9-1,0 dS/m, tendremos una solución nutritiva de 2,0-2,1 dS/m que tendrá unos 20 meq/l de aniones y otro tantos de cationes, lo cual nos dará, para un año, un aporte de cationes (bases de cambio) de 9.000 meq/ m2 y año (450x20). Es decir, por el “almacén” del complejo de cambio pasa, a lo largo del año, más de un 50 % de la “mercancía” que hay, lo que supone una gran capacidad de influencia de la fertirrigación (agua y nutrientes) sobre las cantidades y equilibrios de los cationes de cambio. Dicho de otro modo, lo que en un momento dado hay en el complejo de cambio es fruto de la calidad del agua de riego y de la nutrición aportada. Si el complejo de cambio de un suelo está en equilibrio, y se aporta una nutrición conforme a las necesidades nutritivas del cultivo, el equilibrio permanecerá estable en el tiempo.

3) ANÁLISIS DE ELEMENTOS SOLUBLES.

Con este tipo de análisis se pretende tener una información puntual del estado nutricional del suelo lo más parecido a la realidad. El análisis tradicional es el del extracto de la pasta satura del suelo. Para hacer la pasta saturada, en el laboratorio, se toma un peso conocido de suelo seco, y tamizado a 2 mm ø, al que se le va añadiendo agua destilada hasta que la pasta toma un aspecto característico brillante y sin agua libre. Esta pasta se deja en reposo 24 horas, tomando precauciones para que no pierda humedad, y al día siguiente se pone una muestra en un embudo especial (büchner), se aplica vacío y se obtendrá un “extracto de la pasta saturada” sobre el que se mide la CE, los aniones y los cationes. Cuando en la bibliografía se menciona el valor de la salinidad de un suelo se refiere siempre a la medición realizada de esta forma. La bibliografía tradicional considera el límite entre suelos salinos y no salinos el valor de CE de 4,0 dS/m en el extracto de la pasta saturada.

Si se cuantifica el agua gastada para realizar la pasta saturada, se puede obtener el porcentaje de saturación. Este dato revela algunas claves sobre la textura del suelo. Los suelos de textura gruesa o arenosos suelen tener porcentajes de saturación por debajo del 35 % mientras que los suelos de textura fina o arcillosos suelen tener porcentajes de saturación por encima del 45 %. Un aumento o disminución del contenido de materia orgánica del suelo tiende a aumentar o disminuir el porcentaje de saturación. Generalmente se acepta que la humedad de un suelo en el punto de saturación es el doble que en capacidad de campo y cuatro veces más que en el punto de marchitez. Esto quiere decir que la CE de la pasta saturada será, aproximadamente, la mitad que la CE del agua de la rizosfera del cultivo dado que, en fertirrigación, el suelo casi siempre está en el punto de capacidad de campo.

Las concentraciones de aniones y cationes que aparecen en este tipo de análisis reflejan muy realmente la capacidad nutritiva del suelo y se correlacionan muy directamente con la fertirrigación que se esté practicando. Si se aplica el riego de acuerdo con las necesidades hídricas del cultivo, y con el porcentaje de lixiviación que se corresponda con la CE del agua de riego, la CE del extracto será inferior a la CE del gotero en un 20-30 % aproximadamente.

Con la aparición de las sondas de succión se tiene otra alternativa para la cuantificación de los elementos solubles disponibles para la planta. En este blog ya hay bastante información recopilada respecto de este instrumento que ha venido a mejorar sustancialmente la práctica de la fertirrigación. La medición de la CE de la solución nutritiva succionada, junto con los datos de la tensión matricial proporcionados por los tensiómetros, permite evaluar constantemente el manejo de la fertirrigación. Además, tomando muestras y analizando la SN de la sonda se obtiene una información muy directa del estado nutricional de la solución nutritiva en la rizosfera del cultivo. Generalmente, y siempre que sea posible, se debe de realizar la succión a tensiones lo más próximas a la capacidad de campo. Siempre será mejor obtener muestras a 30-40 centibares de tensión que no a 50 ó 60. Generalmente, la CE de la solución nutritiva succionada es mayor que la CE de la solución nutritiva de gotero. Dependiendo del manejo de la fertirrigación, diferencias entre el 10 % y el 25 % son las normalmente encontradas.

Las tablas adjuntas muestran un ejemplo bastante completo de los tipos de análisis que se han comentado anteriormente. Obviando la interpretación de los datos, que como ya se comentó no es un objetivo de esta entrada, vamos a ver como se correlacionan entre sí algunos de los valores proporcionados por los análisis.

El nitrógeno nítrico que aparece en el análisis de fertilidad, se refiere en este caso, al nitrógeno que hay en el extracto de la pasta saturada. Se llega a este dato teniendo en cuenta el porcentaje de saturación del siguiente modo: en los 5,95 meq/l de NO3- que hay en el extracto de la pasta saturada, hay 5,95 meq/l de N. Multiplicado este valor por 14 (peso del ion nitrógeno) nos dará 83,3 mg/l de N y, multiplicando este valor por el porcentaje de saturación (32 %), dará los 27 ppm de N nítrico que aparece en el análisis de fertilidad.

Las 391 ppm de potasio asimilable que hay en el análisis de fertilidad provienen de sumar el potasio cambiable (el que hay en el complejo de cambio) y el el potasio soluble (el que hay en el extracto de la pasta saturada). Para transformar el potasio del complejo de cambio en peso sobre suelo seco se procede de la siguiente forma: se pasan los 0,9 meq/100 g a meq/kg, multiplicando por 10, y dará 9 meq/Kg. A continuación se pasan los 9 meq/Kg a mg/Kg, multiplicando por 39 (peso del ion potasio), y dará 351 ppm de potasio cambiable. Para averiguar el potasio soluble se procede igual que para el nitrógeno pasándolo a mg/l y luego a ppm según la siguiente operación: 3,2 x 39 x 0,32 = 40 ppm de potasio soluble. Ahora que los dos potasios están en ppm se suman y se obtienen las 391 ppm de potasio asimilable que contempla el análisis de fertilidad. El calcio y magnesio asimilable se determinan de la misma forma que el potasio asimilable, en el supuesto de que se quiera averiguar este dato.

P.D. Siento que haya quedado una entrada un poco, o mucho, "tocho".

martes, 21 de mayo de 2013

Los parrales de la provincia de Almería

El amigo Benito Ortega me ha regalado este libro muy interesante. El libro se publicó originalmente en 1902 y fue reeditado por el Museo de Terque, el Colegio de Ingenieros Tecnicos Agricolas y distintas administraciones en 2006. Es facil de leer y en el capítulo final hace unas cuantas recomendaciones: constituir asociaciones de parraleros o cooperativas para regularizar la oferta de uva en los mercados, gestionar el embarque en barcos frigoríficos, buscar sustancias substitutivas del serrín en los barriles, buscar variedades más tempranas para no saturar el mercado consumidor, aumentar la producción utilizando abonos y una poda más generosa, y comprobar los resultados de cultivos asociados al parral.
Algunas cosas nos suenan?  

domingo, 19 de mayo de 2013

Fuadach nan Gáidheal--This is the life

Algunos piensan inocentemente que la propiedad privada de las tierras existe. En teoría si, pero dependen como vengan las cosas. En el final del siglo XVIII y hasta mediados del siglo XIX en Escocia se produjo la llamada revolución agrícola (enclosure). El gobierno británico cargo con los costos de construcción de carreteras y trenes y los grandes señores de las tierras expulsaron a arrendatarios y pequeños propietarios a quien nadie defendió (ni aun defienden) y se vieron forzados a salir de sus casas de un dia para otro, con lo puesto, sin comida y la mayoría se vieron abocados a la emigración lejana. En algunos casos murieron bastantes de los desplazados (Lo cuenta muy bien Donald MacLeod en sus Gloomy Memories (Memorias Tenebrosas)) . Las tierras altas se quedaron sin escoceses, a eso se refiere el título del post: La expulsión de los celtas. Después de las guerras jacobitas los señores que se mantuvieron fieles a la corona británica pudieron hacer y deshacer a su antojo. Los agricultores quedaron desprotegidos por la ley escocesa y los desalojos fueron brutales. Los comunales para pastoreo fueron desalojados por la iglesia protestante y unos señores semifeudales (como el primer duque de Sutherland, un marques- político-abogado que pegó un braguetazo y se vió dueño de media Escocia, el hombre más rico del siglo XIX). Fué un caso de limpieza étnica. Y le hicieron al tio una estatua de más de 30 metros encima del monte Ben Bhraggie, cerca de Golspie. Por cierto muy controvertida y que frecuentemente sufre actos vandálicos. El caso es que quedan pocos escoceses en Escocia, la mayoría está en Nova Scotia (le pusieron el nombre en latín para no usar el inglés) o en Australia. Así que en el referendum del año que viene ganará el no a la separación. Quedan muy pocas iglesias católicas y los pobres siguen sin tener abogados como reza el título de un libro muy famoso por allí.
Y al pobre de Adam Smith (uno de los más grandes escoceses de la historia) lo putean poniendole máscaras en Edimburgo. Si, el de La riqueza de las naciones, ese.
No había productos españoles en los supermercados escoceses la primera semana de mayo.








Música escocesa de letra sencilla
Y la batalla de Culloden musicalizada, la última batalla en tierra británica
 Crua chan era el grito de guerra del clan Campbell de Argyll (por cierto traidor a la causa jacobita) y del 1er Batallón de Highlander del ejercito británico actual.

sábado, 18 de mayo de 2013

Monitorizando el riego.


En suelo se puede llevar un control muy exhaustivo del riego, midiendo como siempre, en este caso se mide:

1. La humedad del suelo, con tensiometros de 40cbar a 15 y 30 centímetros  watermark y tarjetas waterscout, hemos llegado a la conclusión de que el watermark no da lecturas fiables para menos de 10 cbars y en las tarjetas waterscout se tiene que tener muy en cuenta la textura del suelo para estimar la programación del riego,  las medidas de tensión (tensiometros y watermark) y proporción de humedad en suelo (waterscout) llegan al data logger (watchdog) y al programador de riego (greenspec), y se utilizan estos parámetros para programar el riego en función de la demanda.

2. La conductividad y pH de la solución nutritiva en el suelo, de forma directa con sonda de succión y medida en continuo y de forma indirecta con tarjeta water scout, la tarjeta da una lectura no muy fiable pero nos puede valer para indicarnos si el contenido en sales esta subiendo o bajando, los datos llegan al data logger y al programador, y se utilizan estos parámetros para programar la fertilización.

3. Temperatura en el aire, en la arena y en el suelo, para este caso que es enarenado, llegando a observaciones muy interesantes, como: la tensión se mantiene estable o incluso baja hasta que la temperatura del suelo no aumenta en el ciclo diario.

4. Inicio y final del riego, esto aunque parece una tontería es muy importante para evaluar todos los demás parámetros, y llegar a conclusiones, por ejemplo permeabilidad del suelo, movimientos en las gráficas de tensión y temperatura dependientes o independientes del riego.

viernes, 17 de mayo de 2013

Eficiencia energética


Llama la atención que en unas instalaciones nuevas no se tenga en consideración la eficiencia energética,  si os fijáis en la fotografía, no se ha instalado sistema de aislamiento para las tuberías de calefacción. Y se pierde mucha energía en la salida de la caldera y en el sistema de distribución antes de llegar al invernadero.

La fotografía me la mando un compañero para enseñarme una buena instalación y se quedo algo sorprendido cuando le dije que más bien era mala y más cuando me comento que la instalación se usa para el cultivo de plantones para producción en ecológico, ecológico y sin tener en cuenta las medidas más simples de ahorro.


Sulfatadas matutinas

Se ha perdido, en parte, la costumbre y recomendación de sulfatar por la tarde, y algunos se atreven a hacerlo por las mañanas. A veces pasa lo que en estos melones de la foto. La finca tiene un poco de pendiente y conforme la calor aumenta el aire caliente se va concentrando en la parte alta de la finca. Si el tratamiento es algo durillo termina haciendo una quemazón en esa parte alta. Menos mal que son melones amarillos y ya estaban desarrollados con lo cual el azucar lo han cogido sin dificultad,

miércoles, 15 de mayo de 2013

Lagarto, lagarto...

El mes de abril más ventoso de los últimos tiempos se despidió de nosotros hace un par de semanas con dos días de frío y lluvia, y a los pocos que andamos cultivando pepino holandés de primavera nos dio un buen susto... Como podéis ver en la primera foto, en dos cultivos en plena producción aparecieron el último día de abril varios frutos por planta con la fisiopatía que los almerienses conocemos como "piel de lagarto". Se trata de una serie de erosiones longitudinales en la piel del fruto, a veces acompañadas de exudaciones gomosas y pequeñas cicatrices; son estas cicatrices, que -cuando los síntomas son muy acusados- recuerdan a escamas de reptil, el origen  del nombre de la fisiopatía. Suele decirse que este problema es de origen varietal, pero -aunque es cierto que hay grandes diferencias entre la sensibilidad de diferentes variedades- no es exactamente así; detrás de cualquier fisiopatía hay un componente fisiológico regulado por la genética, pero tambien unas condiciones ambientales que originan el problema, y la piel de lagarto no es una excepción. Lo que si es cierto es que estas condiciones son excepcionalmente raras en primavera -por lo que la resistencia a este problema no es un criterio de mejora en las variedades que se cultivan en esta época del año- y muy frecuentes a finales de otoño y en invierno -por lo que las variedades de invierno que muestran la más mínima sensibilidad son eliminadas rápidamente por los mejoradores de las casas de semillas-.
Antes de entrar en faena no está de más repasar algunos conceptos básicos -que a veces se pasan por alto con la llegada del buen tiempo- sobre la relación de los distintos parámetros climáticos dentro y fuera del invernadero. Para ello utilizaré los datos de los últimos días de abril y los primeros días de mayo, tomados por dos estaciones climáticas que la Junta de Andalucía tiene en La Mojonera, una en el exterior y otra bajo plástico (pueden descargarse por Internet), con los que he confeccionado sendas gráficas. En el exterior las temperaturas máximas y mínimas siguen pautas muy similares, manteniéndose la diferencia entre ambas bastante constante. Aunque hay cierta relación, su valor no depende tanto de la radiación -o sea, de si el día está nublado o no- como del movimiento general de las masas de aire. En cuanto a la humedad relativa, está evidentemente influida por las precipitaciones, pero la temperatura y el viento -tanto la intensidad como la dirección- influyen mucho más en una zona de precipitaciones tan escasas como Almería. Sin embargo, como podéis ver en la tercera imagen, dentro del invernadero las diferencias entre las temperaturas máximas y mínimas varían; mientras que las mínimas interiores siguen casi perfectamente el patrón de las mínimas del exterior, las máximas se mueven con la radiación -a fin de cuentas un invernadero es un captador de la energía solar-. Pero el viento se encarga de modificar este patrón -a fin de cuentas a partir de 2 m/s es el motor de la ventilación del invernadero-; en la gráfica podéis ver como en abril -con vientos superiores a 2 m/s- la diferencia entre temperaturas máximas interiores y exteriores es más baja -a pesar de la fuerte radiación-, pero ya en mayo -con viento de poco más de 1 m/s- las máximas interiores se mantienen muy separadas de las exteriores, a pesar de que baje la insolación (se ve muy claro para el día 4 de mayo, en el que apenas hizo viento) La humedad relativa sigue influenciada por la temperatura (esta vez la interior) y por la intensidad y dirección del viento. Evidentemente son obviedades, pero no está de más recordarlas antes de ver que demonios ocurrió en los invernaderos donde apareció piel de lagarto el último día de abril.
La cuarta imagen muestra la evolución horaria de los parámetros básicos del clima en uno de los invernaderos afectados (donde disponemos de ordenador de control de clima) Para entender que ocurrió hay que remontarse al día 28 de abril, un día lluvioso y sin sol donde el invernadero apenas alcanzó los 17ºC, pero la noche se llevó las nubes y el cielo raso incrementó las pérdidas por radiación de nuestro ya poco calentado invernadero, que se enfrió rápidamente hasta alcanzar los 8,4ºC a las 8 de la mañana. El día 29 de abril era gélido fuera de los invernaderos (la máxima fue de solo 15ºC), pero soleado; así que dentro del invernadero la temperatura del aire subió rápidamente y a las 11 teníamos ya 10ºC más que a las 8 de la mañana. Pero, ¿la temperatura de la planta también subió igual de rápido?... pues depende del órgano del que hablemos; la temperatura de la hoja -con una gran superficie y un peso muy bajo- sube rápidamente, pero la del fruto -con una superficie mucho menor y un peso muchísimo más alto- sube mucho más lentamente, y en esta diferencia de calentamiento entre la hoja y el fruto está el origen ambiental de la piel de lagarto. La secuencia sería la siguiente: 1) cuando a primera hora se calienta el aire del invernadero el fruto está mucho más frío y condensa agua sobre él (lo que llamamos "resudar"), 2) la hoja se calienta y, puesto que el déficit de saturación está subiendo rápidamente, comienza a transpirar, 3) la transpiración activa el bombeo de agua y nutrientes a los frutos, pero los pepinos están aún fríos y mojados, sus estomas no pueden transpirar y sus cutículas acaban por no resistir la presión... Ya la tenemos liada: esas son las condiciones ideales para que ocurra la piel de lagarto; si la temperatura nocturna ha sido lo suficientemente baja y la variedad no es lo suficientemente tolerante veremos frutos con grietas y escamas. Los expertos holandeses con los que he hablado dicen que la mínima ha de ser inferior a 9ºC, y las veces que he podido acceder a los datos climáticos de invernaderos afectados siempre ha sido así; pero la verdad es que no he podido encontrar referencias bibliográficas sobre el tema.
Resumiendo; la piel de lagarto aparece cuando tenemos mínimas de menos de 9ºC y el déficit de saturación sube demasiado rápido a primeras horas de la mañana. En la última imagen podéis ver la evolución horaria del déficit de saturación en el invernadero afectado durante estos días. La subida del déficit de saturación en las primeras horas del día fue igual de rápida el 29 de abril y el 1 de mayo, pero este último día la temperatura mínima fue dos grados mayor. La solución: en primavera difícil; en invierno ventilar a primerísima hora del día, antes del amanecer. Apenas reduciremos humedad, pero ralentizaremos el calentamiento del aire del invernadero dando tiempo al fruto para que se caliente y seque, antes de que la planta comience a bombear savia elaborada. Vamos, justo lo contrario de lo que suele hacerse.
¡Se me olvidaba! Lo del boro y el calcio quelatado queda muy bien y suena muy técnico, pero -en mi opinión- no sirve para nada.

Mayo es nuestro

He copiado de la página web de Bruño el calendario que según ellos siguen para sus productos (solo vende melones) y se puede observar como, en teoría, los campos de Almería (Adra principalmente) tienen una ventana de producción que ocupa todo el mes de mayo. Este año con la primavera tan rara que está haciendo y que ha retrasado la recolección esperemos que en las zonas de aire libre (alrededores de Torrepacheco y campo de Cartagena) también se retrasen un pòco y nuestra tiempo sea un poco mayor. Yo no he estado en Murcia asi que no se como va por allí la cosa.

martes, 14 de mayo de 2013

Zeolita sintética

Dicen que es un protector físico frente a condiciones adversas y que promueve la preconcentración de CO2 en el interior de la hoja y aumentando teoricamente el rendimiento y la calidad de la cosecha. Yo lo he probado de una de las formas de aplicación posible. Se puede usar en espolvoreo pero yo probé la pulverización en suspensión acuosa. El resultado visual es muy llamativo como se puede ver en la foto. Lo demás lo veremos al final de la cosecha. Después del engorde un par de veces.

domingo, 12 de mayo de 2013

El autobus 142--Simón

Quizás el autobus más famoso del mundo. Fue abandonado en 1961 por la Yutan Construction Company. Le quitaron el motor y lo dejaron en la "Stampede Trail" por si servía de refugio para algún cazador. Hablamos de los grandes bosques boreales de Alaska cerca del parque nacional Denali, a espaldas del Mckinley (la montaña más alta de norteamérica). Se hizo prodigiosamente conocido a partir de enero de 1993 cuando la revista de aventuras Outside publicó un artículo del aventurero John Krakauer titulado "Muerte de un inocente", en él relataba las aventuras de un joven americano que después de dejar sus pertenencias recorrió varios estados sin dinero y decidió establecerse en el autobus para vivir de lo que la tierra produce. A los tres meses murió. Las hipótesis sobre su muerte han acrecentado su leyenda entre los jóvenes norteamericanos. Una primera, que aparece en su biografía "Into the wild" lo explica por una confusión al comer una especie supuestamente venenosa Hedysarum mackenzii, en lugar de H. alpinum. Pero en realidad ninguna es venenosa. La segunda culpa a otra leguminosa Lupinus edulis, que tampoco es venenosa. Una tercera culpa a una infección por Rhizoctonia leguminicola de las semillas que comia. Para mi la más creible es la que apoya la gente de Alaska, (donde no le tienen mucho cariño), que murio de hambre porque sufría escrizofrenia y su enfermedad no le permitió ser consciente de su situación. Cuando lo encontraron dos semanas después de morir dentro de su saco de dormir pesaba menos de 30 kg. En fin incompetencia o enfermedad. La historia dio lugar a una película de Sean Penn que tiene buena crítica "Hacia rutas salvajes" e internet está llena de datos sobre este caso muy famoso en norteamérica. Ahora el autobus donde vivió este joven es un lugar de peregrinación de excursionistas.
El joven se llamaba Christopher McCandless aka Alexander Supertramp y como dice un ranger del parque, simplemente se suicidó de una forma muy peculiar. La película de todas formas está bastante bien para quien no la conozca pero ya se sabe como termina.
Simón el tonto

sábado, 11 de mayo de 2013

Percloratos II

Cuando yo era chico comprabamos pastillas de clorato, las mezlábamos con azucar y, puesta la mezcla debajo de una losa se le daba un taconazo y explotaban. Ahora nos ha explotado a todos el asunto del perclorato en las hortalizas. En Alemania, sin contar con ningún respaldo legal específico les ha dado a las grandes cadenas de supermercados por limitar la cantidad admisible de percloratos. Se basan en algo cierto, que el ión perclorato susbtituye al iodato en el tiroides. De ahí que el perclorato se use en medicina contra el hipertiroidismo. Ellos dicen que es para salvaguardar la salud de los niños. El problema es que no se sabe que cantidad de ingesta diaria, a largo plazo es perjudicial. Hay modelos elaborados por las agencias internacionales de la ONU, pero no están refinadas, además de que un modelo es solo una hipótesis matemática.
¿Que es un perclorato? Es un ión formado por un átomo de cloro y 4 de oxígeno, muy oxidante. La planta lo absorbe de forma similar al nitrato pues también es un anión con una carga negativa y bastante estable.
¿Donde se encuentra? En cualquier parte, agua, aire, fertilizantes, etc.
En los muchos análisis que se han llevado a cabo parece que la fuente principal en los cultivos es el nitrato potásico, así que a pedir compromisos de baja concentración a los fabricantes de abonos. Pero seguro que no bastará. Aquila política europea jugará un papel importante.
En la tabla de ayer que está en alemán los datos, si no me equivoco, en ppm son:

Berenjena 034    0,24        La columna segunda es el 75 % de la primera.
Pimiento  0,16     0,11
Tomate    0,22    0,16
Calabacín 0,35    0,21
Sandía     0,09   0,04
Melón      0,14     0,10
Estos datos suelen salir de los controles de calidad alemana Qualitätsscherung 
Arriba se v el parecido de las moléculas de perclorato y nitrato, ambos aniones monovalentes.

viernes, 10 de mayo de 2013

Estabais aburridos? Tomad percloratos

Más follón

jueves, 9 de mayo de 2013

EL SUELO-ALMACÉN Y SU ANÁLISIS (1 de 2))

Antiguamente existían las llamadas tiendas de ultramarinos o almacenes de coloniales. Estas tiendas-almacenes eran típicas de los pueblos cabeceras de comarca y en ellas se encontraba prácticamente de todo lo necesario para la vida cotidiana de las zonas rurales. Por cierto, en algunas zonas de Latinoamérica, a estas tiendas las llaman, o llamaban, pulperías. Hay que pensar que, hasta bien entrado el siglo anterior, la logística de la distribución en España era muy poco eficaz, por lo que era necesario almacenar gran cantidad de mercancía para poder tener abastecida a la clientela. Generalmente se disponía de tienda y trastienda o almacén. Las mercancías, conforme se iban vendiendo, se trasladaban desde la trastienda a la tienda. Lógicamente, esta forma de actuar, acarreaba un encarecimiento de los productos debido, entre otros factores, a los gastos de inversión en bienes inmobiliarios, la disponibilidad monetaria necesaria para realizar altas inversiones puntuales en la adquisición de la mercancía, los costes financieros del almacenamiento, la pérdida o deterioro de productos más perecederas o proclives a estropearse, etc.

Actualmente, con el gran desarrollo de la logística de la distribución, el tipo de establecimiento que hemos descrito prácticamente ha desaparecido. Puede decirse que el concepto de trastienda no tiene sentido actualmente. Ya no se necesita acumular mercancía, salvo con fines meramente especulativos. Solo es necesario tener aquello que puede ser vendido en unos pocos días, quizás semanas. En 48 horas puede ser transportada cualquier producto de un extremo a otro de España. Esta forma de actuar exige otras aptitudes y conocimientos, es necesario disponer puntualmente de más y mejor información para realizar una correcta gestión y no verse desabastecido. Ahora ya no se puede recurrir a la trastienda.

El suelo es el almacén del agua, nutrientes y oxígeno que la planta necesita para su desarrollo. La mayoría de los nutrientes que hay en el suelo se encuentran el la materia orgánica y en el complejo de cambio, formado por los coloides minerales y orgánicos que “adsorben” las bases de cambio. Esta parte del suelo, que almacena la mayoría de los nutrientes, podríamos decir que es la trastienda del suelo. Los nutrientes que hay en la trastienda del suelo no están directamente disponibles para la planta. Los nutrientes que la planta “absorbe” son los que están disueltos en el agua del suelo.

Los nutrientes que se encuentran disueltos en el agua del suelo y están fácilmente disponibles para la planta son solo una pequeña cantidad del total de nutrientes que hay en el suelo pero no olvidemos que es aquí donde tienen que estar para que la planta los pueda asimilar. Podemos decir que el agua del suelo es la tienda de nutrientes para la planta y, conforme estos se van consumiendo, nutrientes que están en la trastienda del suelo (materia orgánica y bases de cambio) van pasando a la tienda (el agua del suelo).

Otra forma en que pueden restituirse los nutrientes del agua del suelo es aportando, junto con el agua de riego, aquellos nutrientes que la planta va consumiendo. De esta forma, la trastienda-almacén del suelo, no se agotará y siempre la podremos tener como una reserva por si en algún momento, y de manera puntual, fueran necesarios nutrientes debido a una deficiente gestión de la fertirrigación. Claro, también podemos pensar que si tenemos una reserva de nutrientes lo adecuado sería utilizarla pero el problema es que si este almacén se vacía, cuando tengamos que reponerlo nos costará esfuerzo y dinero además de que el suelo se habrá desequilibrado puntualmente.

Lo que quiero decir es que actualmente la logística de la distribución de nutrientes se ha modificado sustancialmente respecto a las formas de actuar anteriores a la existencia del riego localizado. Tenemos conocimientos y tecnología para suministrar puntualmente los nutrientes que la planta va necesitando. No es necesario almacenar nutrientes, ni es razonable hacerlo. Las pérdidas por lavado, las retrogradaciones, la insolubilización por precipitaciones, etc., harán menos efectivo el abonado y la correcta nutrición de la planta.

Un suelo franco no arcilloso, con un correcto equilibrio catiónico en el complejo de cambio, un buen drenaje y con no menos, pero tampoco mucho más, del 1 % de materia orgánica, es lo que yo considero ideal para manejar y nutrir correctamente a un cultivo a través de la fertirrigación.

domingo, 5 de mayo de 2013

Alertas. Me voy

Por suerte vivimos en una zona del mundo donde aún se protegen los derechos de los consumidores. Existen mecanismos como las alertas alimentarias para esa protección.
Una alerta alimentaria es un mecanismo por el cual ante una situación de riesgo para la salud pública motivada por un peligro fisico, químico o microbiológico contenido en los alimentos porvoca la localización, retirada y/o cese de su suministro. El proceso es el siguiente, ante la detección de un residuo en un alimento, se da aviso a las autoridades que son quien determinan la alerta y los pasos a seguir. Mediante la trazabilidad se conoce de donde proviene el producto que se inmoviliza y se retira.
Un ejemplo. se localiza un residuo en una partida de tomate, esta se inmoviliza y se retira, al mismo tiempo se analizan las partidas de la zona de donde vienen. La consecuencia primera: el derrumbe del precio de venta de todos los tomates de la zona. ¿Porque?, si el producto es peligroso para la salud y no puede comercializarse, ¿asumen un gran riesgo la gran distribución comprando material que no saben si podrán comercializar?, o saben que el riesgo es mínimo y las armas de controlar el producto son rápidas y lo único que hacen es aprovecharse de las circunstancias?, ¿Tienen la Gran Distribución de alimentos el suficiente poder para generar alertas  y aprovecharse del descenso de precios en origen, cosa que no ocurre en destino?
En cuanto a la lista de materias peligrosas para la salud, es de imaginar que se basa en estudios cientificos que así lo atestiguen, nada que decir en su contra, lo que sea potencialmente perjudicial hay que retirarlo, sin ambiguedades. Pero eso no quita que me sorprenda  que materias que se utilizan en productos domésticos o industrias alimentarias, u otros que pueden generarse por la oxidación del hipoclorito sódico en la desinfección de agua doméstica, puedan generar alertas en hortícolas.
Es como la permetrina, que prohibieron su uso agrícola hace años y aún hoy se la echamos a nuestros hijos en la cabeza para los piojos.
Me sorprende pero repito si estan en la lista debe ser por algo.

Julieta Venegas:


viernes, 3 de mayo de 2013

Hongos fitopatógenos, enemigos infiltrados. (Capítulo 4. Las resistencias a los fungicidas)

A todos los que luchamos día a día contra los hongos nos preocupa su resistencia a los fungicidas, pero la verdad es que no acabamos bien de comprender como se genera y desconocemos como se puede evitar o –al menos– gestionar. Y eso que no es precisamente un fenómeno nuevo; los primeros casos se dieron apenas unos años después de la aparición de los primeros fungicidas sistémicos –a finales de los años 60 del siglo XX[1]– y desde entonces no han cesado de aparecer resistencias en casi todas las especies de hongos fitopatógenos. Y, antes de seguir, hay que dejar muy claro que no siempre la falta de eficacia en el campo de una aplicación fungicida significa que haya aparecido una resistencia, muchas veces esta ausencia de control se debe a una mala aplicación, a condiciones ambientales inadecuadas o incluso a un mal diagnóstico del hongo patógeno. Antes de hablar de resistencias en una determinada combinación de patógeno y materia activa es necesario constatarla en condiciones controladas, es decir, con pruebas de laboratorio; pero lo cierto es que en muchas ocasiones las pruebas de laboratorio han confirmado la aparición de cepas resistentes, después de que los agricultores y técnicos nos hartásemos de gritar al viento que el producto ya no servía para nada (y en Almería tenemos algo de experiencia en eso)
Como trata de explicar la primera imagen, afortunadamente la aparición de una resistencia para una combinación fungicida/hongo fitopatógeno no siempre significa que esa materia activa pierda totalmente su eficacia; al fin y al cabo no todas las cepas de un hongo muestran la misma sensibilidad a una materia activa. En este sentido las resistencias a los fungicidas pueden ser de dos tipos: a) la resistencia cualitativa, en la que hay marcadas diferencias de sensibilidad entre las cepas que, o bien son muy sensibles, o bien son muy resistentes –hasta un grado que roza la inmunidad– a una determinada materia activa y b) la resistencia cuantitativa, en la que cada cepa muestra un grado de resistencia distinto que oscila entre la total sensibilidad y la inmunidad, pasando por cepas con niveles intermedios. La resistencia del mildiu de los tomates (Phytophthora infestans) a las fenilamidas o del oídio de las cucurbitáceas (Podosphaera xanthii) a determinadas estrobilurinas son ejemplos clásicos de resistencias cualitativas; mientras que la que muestran los oídios a los fungicidas DMI (triazoles y afines) es el mejor ejemplo de resistencia cuantitativa. Desde el punto de vista genético, las resistencias cualitativas están controladas por pocos genes –en ocasiones sólo por uno–, por eso las cepas que poseen el alelo[2] resistente son prácticamente inmunes; por el contrario, las resistencias cuantitativas están controladas por muchos genes y las cepas son más o menos resistentes en función del número de alelos resistentes que porten. También hay que tener en cuenta que cuando un hongo fitopatógeno desarrolla resistencia a una materia activa es muy frecuente que también se vuelva resistente a otras materias activas de la misma familia o que actúen en el mismo punto de acción, fenómeno que se conoce como resistencia cruzada. Mucho menos habitual es que la resistencia a una materia activa convierta a un hongo en sensible a otra materia activa, pero a veces ocurre y se conoce como resistencia cruzada negativa[3]. Para terminar con el rosario de definiciones, a veces ocurre que una misma cepa muestra resistencia a varias materias activas que ni son de la misma familia ni tienen el mismo punto de acción, todo un “superbicho” que presenta lo que se llama resistencia múltiple[4].
Pero… ¿cómo se defienden los hongos? ¿En que se basa su resistencia a los fungicidas? Pues evidentemente depende de cada caso y aún quedan muchísimas lagunas científicas en este tema, pero después de décadas de investigación se han descubierto unos cuantos métodos… Como comentamos en el post anterior, los fungicidas son moléculas que interfieren en el metabolismo de los hongos, así que éstos para defenderse alteran su metabolismo. Unas veces cambian el punto de acción donde se fija el fungicida a la enzima diana; así los hongos resistentes a los benzimidazoles han cambiado la forma del extremo de su β-tubulina y pueden formar los microtúbulos sin problemas, los resistentes a los fungicidas QoI (las estrobilurinas) han alterado el citocromo bc-1 de sus mitocondrias para seguir respirando y los oomicetos resistentes a fenilamidas han cambiado la configuración espacial de su ARN-polimerasa y pueden realizar la transcripción genética sin mayores problemas. Este es el mecanismo más peligroso y complicado de gestionar, porque genera resistencias cualitativas en las que –como vimos más arriba– las cepas resistentes son inmunes al pesticida. El resto de los mecanismos de resistencia generan resistencias cuantitativas –menos complicadas de gestionar– y han sido muy estudiados para los fungicidas DMI (triazoles y afines), a veces los hongos incrementan la producción de la enzima afectada por el fungicida –y siguen produciendo ergosterol tan ricamente–; otras veces reducen las necesidades del producto que fabrica la enzima diana –y sobreviven al necesitar menos ergosterol para formar sus membranas–; o incrementan la excreción del fungicida –y consiguen algo así como “vomitar” el veneno antes de que les afecte–, o directamente disminuyen la absorción del fungicida –y lo que no entra en sus células no puede afectarlos–. Incluso en algunas ocasiones han sido capaces de desarrollar rutas metabólicas alternativas que les permiten prescindir de la enzima diana; en algunas cepas de oídio resistentes a fungicidas QoI se ha encontrado un metabolismo de respiración celular alternativo con el que consiguen, aunque con menos eficiencia, sintetizar ATP –¡ahí es na!–.
Y… ¿Cómo aparecen esos cambios en el metabolismo del hongo? ¿De dónde salen esos extraños genes que les permiten sobrevivir a los más sofisticadas armas de la industria química? Para entender como aparecen resistencias a fungicidas en los hongos –o en cualquier otro patógeno– es necesario saber cómo funciona la evolución, o –más concretamente– la selección natural. El ejemplo más clásico de cómo actúa la selección natural –que aparece en todos los libros de biología– es el de la mariposa del abedul inglesa (Biston betularia) Esta polilla presenta dos patrones de coloración, uno casi blanco y otro casi negro, y hasta 1850 predominaba de forma abrumadora la forma más blanca –ya que se mimetizaba mejor en la corteza clara de los chopos ingleses–, pero cuando comenzó la revolución industrial y las chimeneas de las fábricas de Manchester cubrieron sus alrededores de carbonilla, la corteza de los chopos se tornó más oscura y en esta ciudad comenzó a predominar la forma negra –que ahora se ocultaba mejor de los pájaros hambrientos– hasta el punto de que a mediados del siglo XX la población inglesa de esta mariposa era mayoritariamente negra; sin embargo cuando a principios del siglo XXI las medidas anticontaminación disminuyeron las emisiones de humos de la industria británica, las polillas volvieron a ser mayoritariamente blancas. Los niveles de contaminación cambiaron a las mariposas, pero tanto antes como después de que el humo cubriese Manchester hubo –y habrá– mariposas de ambos colores; o sea, la selección natural actúa sobre la diversidad genética existente, pero ni la crea ni elimina completamente los caracteres peor adaptados –quién sabe si no harán falta en un futuro–. La evolución trata siempre de salvaguardar la diversidad genética, a fin de cuentas la mejor manera de no perder en la ruleta evolutiva es apostar a todas las combinaciones posibles. Los genes de resistencia a los fungicidas de nuestros mortales enemigos fúngicos son como las polillas de color negro; siempre habían estado allí, formando parte de la diversidad genética de los hongos fitopatógenos, pero han pasado desapercibidos hasta que –cuando empezamos a utilizar fungicidas– cambiamos las condiciones evolutivas en nuestros agroecosistemas.
Como todos los seres vivos, los hongos obtienen y mantienen variabilidad genética mediante tres procesos: mutación, recombinación y migración. Simplificándolo mucho, el genoma completo de una especie se parece a una baraja de cartas, en la que los naipes corresponden a los distintos alelos de cada gen y cada individuo juega la partida evolutiva con la mano que le tocó en suerte cuando fue concebido por sus progenitores. Pues bien, como todo el mundo más o menos sabe, la información genética se almacena en una molécula denominada ADN, que ha de copiarse continuamente para permitir el crecimiento –la formación de nuevas células– y la reproducción –la formación de nuevos organismos–. Estos mecanismos de copia del ADN son muy precisos, pero muy de vez en cuando –en los hongos, aproximadamente 1 de cada mil millones de veces– se produce un error; a este error se le denomina mutación y origina de la nada un nuevo alelo –o sea, una nueva carta en la baraja–. La inmensa mayoría de las mutaciones no son beneficiosas para el organismo que la porta –no todos los nuevos naipes van a ser ases–, pero si no causan la muerte serán heredadas por su progenie y contribuirán a aumentar la diversidad genética de su especie. Una vez originado de la nada el nuevo alelo mediante mutación, es la recombinación –que no es otra cosa que combinar de distintas maneras los alelos disponibles en cada progenitor antes de la reproducción sexual, lo que equivaldría a barajar los naipes antes de dar cartas– el proceso que reparte este nuevo alelo en la población. La recombinación ocurre durante la meiosis, justo en la formación de los gametos –si hablamos de oomicetos– o de las esporas sexuales –si lo hacemos de hongos verdaderos–. En este punto alguien puede preguntarse qué pasa con los ascomicetos en donde no se ha observado fase sexual –o ésta es muy rara–, que son la inmensa mayoría de los patógenos a los que nos enfrentamos... Pues bien, a pesar de no tener fase sexual donde recombinar sus genes, muestran una enorme diversidad genética; sin ir más lejos un estudio sobre Botrytis cinerea realizado en los propios invernaderos de Almería –incluso en alguno que yo mismo visitaba por aquel entonces– encontró más de 100 aislados distintos, no siendo raro que aparecieran varios en el mismo invernadero –más de 20 en algún caso–. Para explicar esta paradoja se ha propuesto en estos ascomicetos el denominado ciclo parasexual –que se ha observado en laboratorio, pero no en la naturaleza– un complejo proceso a través del cual, gracias a una serie de errores en la mitosis, puede haber recombinación genética durante la fase asexual (podéis ver un esquema aquí y una explicación más detallada aquí) La última forma de adquirir diversidad genética es la migración, donde la llegada de nuevos individuos desde otras zonas geográficas –que hablando de hongos puede ser simplemente desde el invernadero de al lado– aportaría nuevos alelos a la población; en este caso, un forastero traería naipes nuevos a la partida, que normalmente suelen ser bazas ganadoras. Podría parecer un asunto menor, pero dada la enorme área de distribución de los hongos fitopatógenos –en muchas ocasiones mundial– la migración es uno de los factores críticos en la dispersión de los genes de resistencia a los pesticidas. O sea, que NO SON LOS FUNGICIDAS LOS QUE PROVOCAN LA MUTACION que origina el gen resistente –la mutación es un proceso completamente aleatorio–, sino que SU USO SELECCIONA los individuos que la portan creando UNA POBLACION RESISTENTE; por tanto, la aparición en los cultivos de poblaciones resistentes a los fungicidas es un proceso inevitable, que ocurrirá más tarde o más temprano. De todas maneras, hay muchos factores –distintos para cada combinación hongo-fungicida– que determinan el riesgo de que aparezcan resistencias: el número de genes implicados, el carácter dominante o recesivo de los mismos, el modelo de reproducción sexual o parasexual (como ya vimos, muy distinto para oomicetos, ascomicetos o basidiomicetos), la capacidad de producción y dispersión de esporas asexuales,… El FRAC (Fungicide Resistance Action Committee) clasifica a los hongos fitopatógenos según su riesgo inherente de generar poblaciones resistentes en este documento; entre los patógenos considerados de alto riego tenemos a la plana mayor de las enfermedades fúngicas de los invernaderos de Almería: La podredumbre gris (Botrytis cinerea), el mildiu del tomate (Phytophthora infestans), el mildiu de las cucurbitáceas (Pseudoperonospora cubensis) y el oídio de las cucurbitáceas (Podosphaera xanthii –antes Sphaeroteca fuliginea–)
Pero… ¿Por qué en la misma especie aparecen poblaciones resistentes para unos fungicidas y para otros no? Pues porque en esta ecuación de la resistencia el modo de acción de fungicida también cuenta. No todas las familias de pesticidas tienen el mismo riesgo de generar una población resistente; cuanto más eficaz sea un fungicida, mayor es el riesgo de que seleccione solo a las cepas capaces de resistirlo –la presión evolutiva a la que se somete al hongo es mayor–. Del mismo modo, cuanto más específico y concreto sea su(s) punto(s) de acción, mayor es la probabilidad de que exista entre la población sensible original un mutante resistente que disponga de estrategias metabólicas alternativas. El menor riesgo lo encontramos evidentemente en los fungicidas multisitio en los que, con una acción eminentemente preventiva y afectando a múltiples procesos metabólicos, resulta casi imposible que existan mutantes altamente resistentes; de hecho después de más de 200 años utilizando azufre y sales de cobre, 80 años utilizando ditiocarbamatos y 50 años utilizando clortalonil nunca se han detectado cepas resistentes. En el otro extremo están los fungicidas con un solo punto de acción muy concreto y que mostraron una eficacia altísima cuando comenzaron a utilizarse en campo, estos someten a los hongos a una enorme presión evolutiva y rápidamente seleccionan en la población a los mutantes capaces de resistirlos; de hecho las primeras cepas resistentes al benomilo o al kesoxin metil se detectaron cuando esas materias activas llevaban apenas dos años en el mercado. El FRAC clasifica  a las distintas familias de fungicidas según su riesgo de generar resistencias en los cinco grupos que podéis ver en la cuarta imagen, y para los más problemáticos ha confeccionado guías de utilización, tendentes a prevenir y retrasar la aparición de resistencias (estas guías pueden descargarse en la web del FRAC) En la zona de alto riesgo están los subgrupos A1.- Fenilamidas, B1.- Benzimidazoles, B2.- N-metil-carbamatos y C3.- fungicidas QoI (estrobilurinas y afines), todos ellas familias que ya han generado graves y persistentes problemas de resistencia en campo. Después hay una serie de familias de las que ya se conocen mutantes resistentes, pero que por la naturaleza de la resistencia o por su modo de acción no presentan tanto riesgo de generar poblaciones resistentes en el campo. Hay que aclarar que, clasificados también como familias de riesgo medio y medio-alto, hay grupos para los que nunca se han identificado mutantes resistentes, pero que –por las características de su punto de acción– se teme que puedan llegar a generarlos; de hecho, prácticamente todos los fungicidas con un único punto de acción son considerados al menos de riesgo medio por el FRAC.
Pero en definitiva, lo verdaderamente importante para nuestra práctica diaria es qué podemos hacer nosotros para evitar que la aparición de poblaciones resistentes a los fungicidas nos deje sin armas en nuestros cultivos. Pues habría que tener en cuenta algunas normas básicas que recomienda el FRAC en este documento. La verdad es que son todas muy lógicas y sensatas, así que las resumo para los que se asusten del inglés: 1.) No usar NUNCA una sola materia activa –o varias materias CON EL MISMO MODO DE ACCION– para controlar un hongo durante todo el ciclo de cultivo. Aplicar productos con diferente modo de acción, alternándolos en diferentes tratamientos. Si se hacen mezclas, hacerlas siempre entre productos con distinto punto de acción y preferiblemente mezclando fungicidas sistémicos con fungicidas multisitio. En ningún caso mezclar fungicidas con el mismo punto de acción; 2.) Aplicar fungicidas solo cuando sea necesario, RESTRINGIENDO en lo posible EL NUMERO DE APLICACIONES FUNGICIDAS por ciclo de cultivo; 3) Aplicar el fungicida a las DOSIS RECOMENDADAS por el fabricante y SIN SUPERAR EL NÚMERO DE APLICACIONES POR CICLO DE CULTIVO INDICADO en la etiqueta. 4.) EVITAR la utilización de DOSIS CURATIVAS O ERRADICANTES, utilizando los fungicidas a las dosis mínima o media recomendada; 5.) Utilizar los fungicidas dentro de un programa de MANEJO INTEGRADO, combinándolos con medidas agronómicas tendentes a reducir la actividad del hongo fitopatógeno y 6.) Aumentar en lo posible la DIVERSIDAD QUÍMICA, es decir, el número de familias de fungicidas empleados durante un ciclo de cultivo. Cada cual puede –ayudándose del poster que aparecía en el tercer post de esta serie para identificar las distintas familias de fungicidas– evaluar que tal lo hace en su finca o lo acertadamente que recomienda en su empresa; personalmente yo pienso que en Almería lo hacemos mal y, en muchas ocasiones, rematadamente mal. Entre el desconocimiento, los intereses comerciales de los distribuidores y –sobre todo– las disparatadas exigencias de nuestros clientes alemanes galopamos en un caballo desbocado directos al desastre… al menos en cuanto a resistencias a los fungicidas se refiere.
Tal y como están las cosas, en mi opinión solo nos queda una salida, que no es otra que comenzar a aplicar un Manejo Integrado de hongos fitopatógenos, de forma similar a lo que ya hacemos con las plagas. Y cualquier programa de Manejo Integrado es un banco con 4 patas: a) Un profundo conocimiento del agente patógeno, b) establecimiento de medidas preventivas de tipo agronómico, c) utilización de agentes de control biológico y d) control químico racional. Y en este banco la pata más coja es el control biológico de hongos, del que tratará el próximo post.



[1] El primer fungicida sistémico fue el tiabendazol, lanzado al mercado en 1964. En 1968 se lanzó el benomilo y apenas un par de años después –en 1970– ya se encontró en Holanda la primera cepa de Botrytis cinerea resistente a este fungicida (ver aquí)
[2] Un alelo no es otra cosa que las distintas cadenas de ADN que pueden ocupar el locus o sitio físico que, dentro del mapa genético del organismo, corresponde a un gen en concreto. Sé que para los no iniciados no es un concepto tan fácil, pero no voy a convertir este post en una clase de genética; bastante largo me ha salido ya.
[3] El SUMICO (carbendazima+dietofencarb), uno de los productos “míticos” contra podredumbres –que algunos recordarán de tiempos en que teníamos más pelo y menos barriga–, aprovechaba este fenómeno. Las cepas resistentes a benzimidazoles como la carbendacima (que llegaron a ser prácticamente todas las de Almería) son sin embargo muy sensibles al dietofencarb, circunstancia que se aprovechó para formular un producto supuestamente erradicante, mezclando dos fungicidas con el mismo punto de acción. Al principio la cosa funcionó bien; pero acabó como el rosario de la aurora, porque su uso generalizado seleccionó rápidamente cepas resistentes a ambos fungicidas.
[4] Y siguiendo con la historia de las podredumbres en la horticultura almeriense de finales del siglo XX, el SUMICO se alternaba continuamente con otro producto “mítico”: el famoso SUMISCLEX, a base de procimidona (una dicarboximida) Tanto se abusó de esta alternativa, que acabaron apareciendo cepas resistentes a las tres materias activas; así que la Botrytis campaba por sus respetos en nuestros cultivos a finales del siglo pasado, a pesar de los reiterados tratamientos con los dos productitos de marras. De este círculo vicioso nos sacó la salida al mercado del SWITCH, que –como hemos podido comprobar este año– ya no es lo que era; pero –como dijo Michael Ende en La historia interminable– “esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión“.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...