Actividades

sábado, 31 de marzo de 2012

Mordiendo flores y amasando polen

El martes pasado el amigo Jorge se curró un estupendo post sobre abejorros en el blog more than a grower. La verdad es que recomiendo a todo el que esté interesado en la utilización en invernadero del Bombus terrestris (que así llaman los biólogos a los abejorros que cuajan nuestros tomates) que se pase por more than a grower y lea el post, porque no se puede resumir de mejor manera los conceptos fundamentales del manejo de este insecto -reitero mi enhorabuena Jorge-. Y el caso es que tenía yo este post en la cabeza cuando esta semana estrenaba mi nueva cámara; o más bien intentaba acostumbrarme a ella porque -como pasa con cualquier herramienta- al principio no hay forma de controlarla. Como los abejorros son bichos relativamente fáciles de fotografiar me fui a mediodía a una finca de tomates a ver que salía y repasando las fotos decidí hacer este post; más que nada como curiosidad.
Coloquialmente todos decimos que los abejorros "pican" nuestras flores, pero en realidad -como podéis ver en la segunda imagen- lo que hacen es morderlas. Las obreras de Bombus sujetan la flor de tomate con sus mandíbulas y utilizan los músculos de vuelo (pero sin abrir las alas) para hacerla vibrar y que desprenda todo el polen; este bocado producirá unas horas más tarde la cicatriz marrón que nos indica que un abejorro ha visitado esa flor. Las patas no las utilizan para sujetar la flor, sino para colgarse de ella y colocar su abdomen justo debajo del agujero entre los pétalos por donde cae el polen. De esta manera consiguen que no caiga al suelo, y de paso algunos granos -que no llegan a salir de entre los pétalos- se unen al estigma y polinizan la flor de nuestro tomate, que 6 semanas después se habrá convertido en el  jugoso fruto rojo que da vida a ensaladas y gazpachos.
Pero las obreras de Bombus no transportan el polen en su abdomen; no es cuestión de derramar ni un solo grano de la comida de las larvas mientras vuelan a otra flor. Como veis en la tercera imagen, el fémur del tercer par de patas de estos insectos está engrosado, aplanado y provisto de largos pelos -hasta el punto de que recuerda claramente a un cepillo-. Cuando el abejorro ha extraído todo el polen que tenía la flor, permanece colgado de ella con los dos pares de patas anteriores. Mientras, con su último par de patas, cepilla la parte inferior de su abdomen recogiendo hasta el último grano de polen y amasándolo alrededor de los fémures. Solo cuando su preciosa cosecha está firmemente adherida a sus patas  traseras se dejará caer de la flor y seguirá campeando entre nuestros tomates.
Ya se que nada de esto tiene utilidad práctica. Pero digo yo que tampoco está de más saber como trabaja un insecto tan útil y habitual en nuestros invernaderos...

viernes, 30 de marzo de 2012

Medidas preventivas

El cultivo de la sandia entraña una gran dificultad en el control de las enfermedades debido a las caracteristicas de la planta, de manera que los tratamientos fitosanitarios no llegan a mojar las partes vegetales inferiores - una vez la sandia está totalmente cerrada-.
Así que ataques de Sclerotinia u Oidio acarrean un gran problema una vez se establece en el cultivo, y es por ello indispensable tratar de poner remedio antes que aparezcan.
Las medidas preventivas más efectivas son el control mediante métodos culturales, ventilación, control de la humedad, abonado equilibrado...

Para el control de oidio, como puede verse en la segunda foto, suele comenzar en la zona basal de la planta, en los cotiledones de la calabaza, afectando a los tallos y hojas viejas, para despues dispersarse por el resto del cultivo.
Para este caso, se puede dar un espolvoreo localizado con azufre, a esta zona antes que se produzca la infección.
El resultado es bastante satisfactorio, y en fincas donde años anteriores siempre tuvieron daños por ceniza en sandia, con esa simple medida preventiva el año pasado no tuvieron problemas.
Este año ya veremos, por ahora nos escapamos.

jueves, 29 de marzo de 2012

Los pepinos tardíos, la calefacción y la ruina.

Con la bajada brusca del precio del pepino largo –motivada tanto por el descenso de calidad de la producción de los cultivos viejos como por el inicio de la campaña de producción holandesa– las fincas que aún aguantaban con su pepino de invierno comienzan a arrancarse una detrás de otra; así que podemos dar prácticamente por concluida la campaña de pepino este año. Es hora de analizar lo que ha pasado y sacar conclusiones; así que –entre cuaje y cuaje de sandías– he gastado algunas horas en hacer algunos números y aclarar algunas ideas –unas interesantes y otras no tanto– que me gustaría compartir.
Esta campaña ha estado marcada con un clima bastante loco, algo que los últimos años viene siendo habitual. El lunes descargue los datos meteorológicos (centrándome en la temperatura exterior) del ordenador de clima de una finca que linda con Punta Entinas, y que pueden servir de referencia de las temperaturas de la zona costera del Poniente –donde se cultiva la mayor parte del pepino tardío de Almería– durante esta campaña. Con estos datos está confeccionado el gráfico de la primera imagen, que representa la evolución de las temperaturas semanales de primeros de octubre a finales de marzo. Como podéis ver las temperaturas medias han sido algo más altas de lo habitual –no han bajado de los 12ºC salvo en lo más crudo de la ola de frío–, con medias de las máximas que han rondado los 20ºC –salvo en las semanas más frías–. En estas condiciones es necesario ventilar prácticamente todos los días del invierno; con temperaturas máximas de más de 17ºC un invernadero cerrado puede alcanzar fácilmente los 25ºC y –salvo con vientos secos– la transpiración de la planta eleva la humedad relativa del invernadero a valores cercanos a la saturación, lo que acaba causando ataques de mildiu, como los que sufrimos durante noviembre y diciembre en más de una finca poco ventilada. Cuando acortaron los días –a mediados de diciembre– las mínimas bajaron algo (hasta alrededor de los 8ºC), pero con máximas tan altas (cercanas a los 20ºC) los invernaderos –por mucho que se ventilen– no llegan a enfriarse por la noche por debajo de los 10ºC (temperatura a partir de la cual comienzan a sufrir el frío las plantas de pepino); así que los cultivos siguieron echando kilos a destajo. Esta situación se invirtió radicalmente con la ola de frío siberiano de febrero; aunque las máximas seguían siendo más o menos altas, las temperaturas mínimas descendieron a valores alarmantes. Con mínimas en el exterior por debajo de 7ºC nuestro invernadero –por poco que se ventile– va a bajar de los 10ºC durante la noche y el pepino comenzará a resentirse por el efecto negativo de las bajas temperaturas, sobre todo si se repiten estas condiciones durante varios días. Ese es el momento en que cobran importancia los sistemas de calefacción por aire, que permiten mantener la temperatura mínima dentro del invernadero por encima de ese valor crítico de 10ºC. Claro que la inmensa mayoría de los técnicos y agricultores de Almería opinan que poner calefactores en un invernadero es la manera más rápida de arruinarse; sobre todo en un año como este, con el litro de gasoil casi a euro y los pepinos por debajo de los 50 céntimos. Pero… ¿Qué dirán los números? Pues preguntémosles...
En el segundo gráfico se muestra la evolución semanal de los precios del pepino largo –tomados del Observatorio de Precios de la Junta de Andalucia– y las temperaturas del gráfico anterior. He tomado como referencia el Observatorio de Precios –en vez de la popular Agroprecios– porque incluye también datos de cooperativas, así que está libre del “pizarreo” típico de las alhóndigas en épocas de escasez de género. Tratar de explicar la evolución de los precios agrícolas es una tarea titánica, que excede en mucho los conocimientos de este humilde técnico de campo, pero yo diría que en el caso del pepino han sido las temperaturas las que han definido este año la evolución de los precios (aunque evidentemente cada cual tendrá una explicación basada en su experiencia) Lo que queda claro mirando el gráfico es que los precios sólo han sido medianamente decentes durante y después de la ola de frío, cuando los cultivos de pepino bajaron el ritmo de producción debido a las bajas temperaturas –durante febrero– y a los daños que el frío nocturno ocasionó a las plantas –durante marzo–; aunque también ayudó a mantener los precios decentes el retraso de la producción holandesa, ocasionado por la falta de luz durante el temporal que cubrió el norte de Europa en febrero.
Y aquí es donde entran en juego los calefactores y el gasoil… En la segunda imagen se comparan las producciones semanales de dos de los mejores cultivos de pepino que hemos tenido este año en mi empresa. Ambos invernaderos están situados en la carretera que –bordeando Punta Entinas– trascurre entre Almerimar y Roquetas de Mar (una de las zonas pepineras más importantes del Poniente) Los equipamientos de ambos invernaderos son muy similares (raspa y amagado alto, ventanas cenitales en la mitad de las raspas, ordenador de riego, cultivo en suelo, doble techo de plástico térmico antivaho,…) La gran diferencia es que en una de ellas no hay calefactores, así que se plantó el 22 de octubre; mientras que en la otra hay 6 calefactores de gasoil en 1,3 Ha, por lo que nos atrevimos a retrasar la plantación al 28 de octubre. Como puede verse en la gráfica, apenas hubo diferencias en la recolección de la caña y ambos cultivos tenían un buen rebrote hasta la llegada de la ola de frío. Entre las semanas 5 y 8 arrancamos la calefacción –donde la teníamos– con una temperatura consigna de 10ºC; los calefactores hicieron su efecto, la planta no perdió vigor ni bajo su actividad a causa del frío siberiano y, a partir de ahí, comenzaron a aparecer diferencias. Como se ve en la gráfica de la segunda imagen, después de la semana 7 las barras rojas del cultivo con calefacción son más largas que las azules hasta la semana 12.
Como se ve en la cuarta gráfica, al final de la semana 12 la producción de ambas fincas rozó los 11,5 Kg/m2; lo que no está nada mal teniendo en cuenta que la mitad de los frutos de pepino se han recolectado entre 300 y 400 gramos (calibres 14 y 12P) por necesidades comerciales de mi empresa. Pero si no hay diferencias significativas en la producción final si que las hay en el rendimiento final en €/m2, estimado en base a los precios del Observatorio de Precios de la Junta de Andalucía y calculado sin tener en cuenta los destríos (que evidentemente, son menores en el cultivo de calefacción) El incremento de producción después del golpe de frío –con los mejores precios de la campaña– aumentó los ingresos del cultivo con calefacción durante el mes de marzo, lo que supuso a final de la semana 12 una ventaja de 0,56 €/m2 (6,16 €/m2 calentando frente a 5,58 €/m2 sin calentar) Esta claro que con la calefacción se ha conseguido obtener mayores ingresos, pero… ¿Compensan estos ingresos extra los gastos de combustible fósil o nos hemos buscado la ruina calentando?
El cuadro de la última imagen muestra un desglose de los costes de cultivo de un pepino tardío medianamente bien gestionado. Evidentemente es una generalización –cada cual tendrá sus propios costes–, pero creo que no anda muy lejos de la realidad. Sombreado en rojo se han añadido los costes derivados del uso de la calefacción que –como se ha utilizado sólo durante 4 semanas– no han sido excesivamente altos. En este invernadero de 1,3 Ha consumimos 5.000 litros de gasoil durante la ola de frío; o sea 385 cm3/m2 que sumados al consumo eléctrico suponen un sobrecoste de aproximadamente 0,40 €/m2. El resto de los costes son idénticos quememos o no gasoil, así que tendríamos un beneficio antes de amortización de 2,68 €/m2 en el pepino sin calefacción y de 2,86 €/m2 en el pepino con calefacción. O sea, que los beneficios son ligeramente mayores –0,18 €/m2– empleando la calefacción; eso sí, con sentido común –optimizando el manejo, que dicen los ingenieros–. Nada para tirar cohetes, pero tal como está el año es lo que hay…
En definitiva, después de hacer muchas cuentas no estoy de acuerdo con la opinión general del campo, que considera que el uso de la calefacción por aire en Almería es una locura. Evidentemente es aplicable en pocos cultivos y sólo en áreas geográficas muy concretas; y siempre con invernaderos medianamente decentes y que dispongan de ventilación automatizada. Además hay que optimizar cada centímetro cúbico de gasoil que se quema para no disparar el gasto. Pero si en un invierno con sólo 4 semanas de frío, con el gasoil marcando precios históricos al alza y un precio medio de pepino por debajo de los 50 céntimos se consigue no sólo que el cultivo salga rentable, sino que existe un pequeño diferencial con los cultivos no calefactados; estoy seguro que, si los pepineros acabamos en la ruina –que posibilidades hay bastantes– no será por quemar unos cuantos litros de gasoil. Lo que si está claro es que la única manera de rentabilizar la calefacción es mantener una estrategia defensiva. Se acabaron los años de mantener temperaturas nocturnas en el invernadero de 14ºC para ganar precocidad, de calentar durante el día para bajar la humedad y de otras estrategias copiadas de los holandeses. Con el combustible más barato y los pepinos más caros se ganó mucho dinero hace unos años; pero hoy –con el gasoil carísimo y los pepinos por los suelos– salirse del tiesto sí que puede llevarte a la ruina. Y bastante rápido…

miércoles, 28 de marzo de 2012

Auxinas exógenas y melón negro

Con el aclarón que han dado ya de antiguo en los fitorreguladores para hortalizas, estamos un poco limitados. También la mala fama que acarrean aunque a mi modo de ver de forma inmerecida. Sin embargo son una ayuda útil en el cultivo de melón negro, solo hay que tener en cuenta que el plazo de seguridad es de 30 dias. Cumpliendo el plazo no hay problema excepto que seas un talibán antihormonas, que los habrá con sus razones.
1-Visto que el AIB no se puede utilizar en hortalizas, se puede utilizar como enraizante el ANA a baja concentración, que mezclado con cualquier aminoácido, preferentemente con gran cantidad de aromáticos. Ya lo dije en un post antiguo.
2-En la mata muy vegetativa una pasada de ANA-ANAmida (fruitone, por ejemplo, valen otros), a 0,5 g/l sulfatado o a 200 g/1000 m2 en el riego suele producir bastante etileno lo cual hace que se estimule la producción de flor femenina y la mata se "pare".
3-Cuando el cuaje está casi cogido, un tratamiento suave a 100 g/1000 m2 "parece" que ayuda a definir el fruto.
4-El, hasta ahora inevitable "porro" a 1-2 g/l
5-Cuando el rayado es escaso a 0,5 g/l. En este caso es muy importante no producir sobrerayado que afea mucho el fruto con rajas más que rayas.
Estos tratamientos son todos menos uno, alternativos y es el perito el más indicado para recomendarlos.

martes, 27 de marzo de 2012

Derrapando en las curvas

Ya que la semana pasada relaté mis desdichas y alegrías en algunas de las plantaciones de sandía que visito, he decidido ir contando como va siguiendo la cosa. Más que nada por terminar las tres historias.
Si recordáis era el cultivo en el que se habían metido las colmenas demasiado pronto el que más me preocupaba. La semana pasada empezó lluviosa y fresca, y esos días de tranquilidad le sentaron bien a las plantas, muy pobres de hoja y cada vez más cargadas de frutos. Como nos imaginábamos que ese tiempo no iba a durar, conectamos unas gomas viejas de goteo y las colocamos en los pasillos como se ve en la primera imagen. La idea era -aprovechando los riegos continuos del hidropónico- hacer un charco en los pasillos que ayudara a subir la humedad relativa cuando llegaran los días duros (ni que decir tiene que en el riego vamos "a escape libre" con una pausa de 20 minutos y regando desde el amanecer al anochecer) Entre unas cosas y otras la plantación casi ha cubierto el suelo del invernadero, pero creo que no va a ser suficiente... Como veis en las fotos de la primera imagen (tomadas el viernes 24 de marzo) los frutos están muy descubiertos y ya se veían muchas sandías con síntomas iniciales de "planchado" (o, como decimos por aquí, "poniéndose rubias") debido a los rayos directos del sol sobre la piel del fruto. El fin de semana y la mañana de hoy han sido nubladas, pero esta tarde volvió a salir el sol y a soplar un levante fuerte que reseca aún más los invernaderos... Mucho me temo que mañana habrá que blanquearlas si queremos salvar la cosecha.
En el invernadero donde estaban quitando los plásticos del doble techo las abejas llevan ya 10 días trabajando el cultivo. Si la lluvia ayudó en el cultivo anterior aquí nos hizo un poco la puñeta, pero las colmenas están fuertes y, mal que bien, vamos cuajando las sandías. Con el año tan seco que tenemos decidimos dar un riego corto de 15 minutos todos los días a los bancales que estaban en su punto, pero al bancal más bajo (que si recordáis estaba demasiado crecido) lo hemos tenido sin regar una semana. Aunque en este bancal el cuaje va algo retrasado el viernes 24 de marzo se veían algunos frutos deformados -como el de la segunda foto- que achacamos a la falta de agua, así que comenzamos a regarlo igual que los demás bancales. Aunque el cuaje no está ni mucho menos terminado, ya se distinguen las primeras sandías y es un alivio comprobar que se ven tanto sandías triploides (en este caso una Fasión) como sandías diploides del polinizador (en este caso una sandía tipo Crimsom) El bancal hondero me preocupa un poco, sobre todo después de los tres últimos días nublados, pero creo que al final cuajará más o menos bien.
Las sandías de primeros de marzo van como un tiro y ya se empiezan a ver las primeras flores hembras. Aunque estas primeras flores no se deben de cuajar (la idea es cuajar la segunda tanda de flores hembras que emite la planta), siempre es preferible que la planta tenga flores antes de meter la colmena -sobre todo ahora que no tenemos "herramientas" para provocar la floración- El sábado 25 de marzo les quitamos la manta, les organizamos un poco las rastras y soltamos el Amblyseius swirskii. Como tienen aún pocas flores y siguen muy limpias de plaga hemos optado por soltar los ácaros en sobre, colocando uno en cada planta. Resulta algo más caro -porque la dosis de suelta es de 62,5 ácaros por metro cuadrado en vez de 50-, pero se obtienen excelentes resultados. Hay que tener cuidado de colocar los sobres de manera que no se mojen con el agua de riego. Claro que por ahora poco se mojarán, porque todavía seguimos con 2 riegos a la semana de 20 minutos... Esta semana les quitaremos el doble techo y la semana que viene les meteremos las colmenas; el tiempo dirá si a principios o a finales...
En fin, esta campaña de primavera sigue tan loca como todas. Pero el caso es que los dioses de la agricultura nos deben ser propicios, porque al final siempre acaban medio saliendo las cosas... Aunque vayamos derrapando en todas las curvas.

lunes, 26 de marzo de 2012

Tomatones

Un hecho que estas sustancias ya están en desuso, pero siempre le han gustado a mucha gente porque los PGRs son interesantes. La utilización de las colmenas los ha marginado a usos muy específicos, pero es interesante recordarlos. Antiguamente se usaban Tomatone a 5-15 cc/l que contenía 4-CPA al 0,14 %, era el denominado tomatón español. Se introdujo tambien el tomatón frances, Trylone, usado a 3 cc/l consistia en Hidroxi-MCPA a 20 g/l. Una versión mejorada fue el Procarpil, mezcla de 4-CPA con ANA-oxiamida que se utilizaba a 2-5 cc/l. Todos estos están ya fuera de registro y no se usan. Queda un último legionario de los tomatones, este sí aun con usos autorizados en tomate, berejena y sandía, es el Fengib que contiene Ácido giberélico y fenotiol y se usa a 0,3-0,6 cc/l. Todos estos fitorreguladores son al final herbicidas auxínicos en concentraciones bajas. (Menos el ácido giberélico).

domingo, 25 de marzo de 2012

Rubisco--Nómadas

A mucha gente no le sonará pero es la proteina más abundante de la tierra. Es responsable del primer paso del ciclo de Calvin, justo donde el carbono inorgánico se transforma en orgánico. ¿Que importancia tiene para la agronomía? Resulta que también es responsable de la fotorrespiración, en condiciones de alta iluminación y abundante oxígeno, en el mes de julio al mediodia, por ejemplo, desvía parte de la energía producida por la fotosíntesis a una via derrochadora, la del ácido glicólico que solo didipa energía sin proposito alguno. Todo esto en las denominadas plantas C3, las de nuestros cultivos. Los genetistas se aprestaron a experimentar la manera de modificar genéticamente la Rubisco para evitar la fotorespiración y mejorar la producción de los cultivos. Pero van de fracaso en fracaso. Todos los organismos autótrofos tienen Rubisco y todas funcionan igual, no hay manera de separar sus dos vias. Quizás porque la ruta del glicolato es fundamental para algo: proteger a los fotosistemas del los daños por temperaturas altas.



sábado, 24 de marzo de 2012

Autogestión de residuos agrícolas.

Aguilera me ha pedido que ponga a disposición de cualquier interesado la siguiente presentación.

- AUTOGESTIÓN DE LOS RESIDUOS VEGETALES EN INVERNADERO, por Jesús Rincón Amat.

Se puede leer directamente pinchando sobre la imagen.


La presentación se ha colgado para ver y descargar en el site de la revista de HOMOAGRICOLA.

Melones galia injertados

La plantación de melones de la primera foto va a ser la única que visite este año. En mi empresa, hartos de los malos resultados del melón en las últimas campañas, hemos decidido buscarnos la ruina en primavera haciendo algo distinto (si hay que perder, al menos que sea haciendo algo distinto) Pero en esta finca hubo que arrancar unos pepinos muy tardíos debido a un impresionante ataque de Fusarium oxysporum f. sp. cucumerinum y había que plantar algo rápido para acabar a tiempo de hacer una buena desinfección (que incluya suelo, sistema de riego y balsa) y además cambiar las tablas. Así que el agricultor optó por colocar un melón galia a mediados de febrero. En principio la forma especial de F. oxysporum que teníamos en el cultivo de pepino no tenía porque atacar a melón, pero el agricultor había sufrido tanto con el pepino que decidió no arriesgar e injertar los melones en calabaza. Ni él ni yo teníamos ninguna experiencia en melón injertado y, preguntando por ahí, parece que tampoco es costumbre injertar el galia... En principio suponíamos que el injerto iba a aportar mucho vigor a la planta, así que redujimos el marco de plantación a 0,8 plantas por metro cuadrado (plantamos dos plantas por tabla en vez de las tres de costumbre) De esta manera también equilibrábamos algo el coste de las plántula (los injertos salen por unos 0,50 € y las plantas normales por unos 0,30 €), aunque la inversión en planta seguía siendo algo mayor de lo normal.
Aunque los galia cuajan bien (una bendición las flores andromonoicas de estos melones), personalmente tenía miedo de que la planta injertada vegetara mucho y adquiriese demasiado vigor, pero el caso es que 35 días después del trasplante la plantas tienen un aspecto inmejorable. Están completamente equilibradas, y con una floración abundante y a primera vista muy buena, como podéis ver en la segunda foto (aunque como la hice a las una de la tarde del viernes con un levantazo tremendo las flores están cerradas) Meteremos las colmenas el lunes, 38 días después de plantar, lo cual está dentro de lo habitual en melones galia de esta fecha.
Me quedaba la duda de que el melón se hubiese franqueado, es decir, que hubiera emitido raíces por encima callo o a través del tallo hueco de la calabaza y el injerto no estuviera aportándo el vigor esperado (en pepino a veces ocurre y sé de casos en melón y sandía) Para comprobarlo decidí sacrificar una planta y observar con detalle el injerto. Como veis en la segunda imagen los melones no estaban franqueados ni de una ni de otra forma; eran las raíces de la calabaza las que estaban en las tablas y las que habían desarrollado una plantación tan equilibrada. Aún no se como terminará, pero tengo que reconocer que hasta ahora estoy gratamente sorprendido... Si tenemos una alta producción sin incrementos exagerados de calibre y un buen nivel de azúcar habrá que plantearse seriamente extender la técnica a más cultivos (si, claro está, volvemos a cultivar melón en serio) El incremento de los costes es importante (supone entre 750 y 1.000 € por Ha), pero en fincas con problemas de suelo o en invernaderos donde sólo se crían cucurbitáceas puede ser una buena opción. Veremos...
Aprovecho para pedir opiniones a los que hacen melón piel de sapo injertado. A fin de cuentas muchos de los que lean este post seguro que tienen mucha más experiencia que yo en este tema del injerto de melón.

jueves, 22 de marzo de 2012

Tratamientos fitosanitarios

Todos sabemos lo que es un tratamiento fitosanitario, de igual manera sabemos los diferentes tipos de tratamientos : espolvoreo, via riego, pulverización... Y sin embargo estos siguen teniendo poco eficiencia.
La eficiencia tiene que ver con una serie de factores:
1.- Características de la materia activa y dosis. Logicamente la eficacia del producto va a determinar el exito final. La cantidad de líquido y por tanto de dosis de m.a./ha se hace a ojo del aplicador. Se debería adecuar la dosis/ha dependiendo de las caracteristicas de la cubierta vegetal.
2.- Caracteristicas del cultivo. Atendiendo al tipo de cultivo y por supuesto del desarrollo vegetativo y del marco de plantación así deberá realizarse el tratamiento.
3.- Estado y tipo de la plaga o enfermedad.- No se debe tratar lo mismo una plantación con un nivel de infestación bajo o inicial que una totalmente infestada. De igual manera el tipo de plaga nos determinará la forma de la aplicación, plagas que se inician por focos deberian tratarse focalmente en sus inicios, o por ejemplo, si una plaga como spodoptera o araña blanca ataca un cultivo de pimiento, quizás sea suficiente tratar la parte superior de la planta, totalmente distinto a un ataque inicial de araña roja, que comienza por la parte baja de la planta, y si tratasemos esa plaga sería suficiente tratar esa zona.
4.- Condiciones climáticas. Se deberá adecuar el tratamiento con la hora y época adecuada, temperaturas elevadas y humedad relativa baja favorecen la deriva. Un tratamiento con Beauveria bassiana, por ejemplo, es poco eficiente en epocas con baja humedad relativa.
5.- Factor humano. Fundamental. Una buena aplicación no es aquella que gasta más litros/ha, sino aquella que moja más superficie vegetal. Hay que recordar que el líquido que cae al suelo es dinero perdido y más contaminación ambiental.
6.- Maquinaria. Desde luego no es lo mismo tratar con mochila con bombeo manual, que con bomba de alta presión con capacidad de llegar a zonas menos expuestas.
El tipo de boquilla es importante, intentando elegir aquellas que producen gotas uniformes, ni muy grandes ni muy pequeñas para reducir la deriva.
Cada cultivo y estado fenológico puedan precisar diferente maquinaria. A mi en particular no me gusta demasiado el uso de tractor con equipo de tratamiento para cultivo de elevada altura y sin embargo me parece genial para cultivos rastreros.
Por cierto es de gran importancia el mantenimiento del equipo de tratamientos.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Aspirina

Leer está noticia en El Pais de hoy y acordarme de cuando se usaba hace años el ácido acetilsalicílico en las plantas. En éstas quedó demostrado que tanto el ácido salicílico como productos derivados entre los que se incluye la Aspirina tienen un buen comportamiento para que las plantas que han sido tratadas antes o durante la germinación sean bastante resistentes a distintos tipos de estreses, desde la sequía hasta la helada. Parece que su acción no es directa sino que forma parte de un complejo conjunto de señales bioquímicas. Aun así queda mucha investigación por desarrollar para su aplicación práctica en horticultura, pero todo se andará. La bibliografía es abundante, pero para muestra está.
El post se debería de llamar "Para que no sirve la Aspirina? Lo que ha dado de sí un extracto de corteza de sauce.

martes, 20 de marzo de 2012

Acolchado de plástico transparente

Generalmente el acolchado en Almería ha sido utilizado para el control de malas hierbas, colocandose en la práctica totalidad el de color negro.
En este caso, el de la foto, se ha colocado un plástico transparente, siendo el objeto no tanto el control de maleza, sino el aumento y adelanto de cosecha. Y es que este tipo de acolchado hace aumentar unos grados la temperatura y humedad en el suelo que incide favorablemente en el resultado final del cultivo.
Ahora bien, un mal uso de este tipo de acolchado puede resultar muy perjudicial, tened en cuenta que este tipo de plástico es el mismo que el utilizado para la solarización y que es precisamente la elevada temperatura en épocas de fuerte insolación, lo que produce la desisnfección de este, es decir una temperatura excesiva del suelo provocara retraso de crecimiento y posible muerte de la planta, por lo tanto su uso para la mejora del cultivo debe restringirse a los meses de invierno, donde el aumento de humedad y temperatura en el suelo es favorable al crecimiento del la planta y un posterior adelanto de la cosecha.

lunes, 19 de marzo de 2012

Cada cosa en su momento y un momento para cada cosa...

En los invernaderos de Almería el éxito en los cultivos clásicos de primavera –el melón y la sandía– depende mucho de dos factores: realizar las labores de cultivo en el momento justo y tener suerte con el clima. Poco podemos hacer con el clima excepto encomendarse a los santos quién tenga fé, pero el tema de las labores si es patrimonio del agricultor. Ahora bien, en la loca carrera por adelantar la recolección –y así ganar esos céntimos que pueden suponer el beneficio de toda una campaña– es a veces difícil para el agricultor mantener la cabeza fría. Como técnico creo que esa es mi principal misión en primavera: aportar una visión desapasionada y ayudar en sus decisiones de cultivo al agricultor; pero –como siempre pasa en todos los aspectos de la vida– a veces lo consigo y a veces no...
El pasado martes y 13 visité la finca de la primera imagen. Son unas sandías negras con semilla injertadas en hidropónico, plantadas en el bancal en los últimos días de enero. Aunque tenían dobletecho y la zona no es muy fría, entre el frío que han pasado y el efecto del hidropónico siempre han ido con mucha flor. Basta un vistazo a la primera foto para ver que aún están poco desarrolladas para meter la colmena, pero el agricultor decidió meterla el 9 de marzo. Con el tiempo soleado y caluroso que tenemos las abejas están trabajando muy bien –visitando flores como locas entre el escaso follage de la plantación– así que cuatro días después de meter las colmenas tenemos ya frutillos de sandía del tamaño de una aceituna gordal. A mi juicio las colmenas se han introducido en el bancal casi una semana antes del momento ideal. Este año, con todos los corrillos del campo diciendo que hay mucha sandía plantada y que los precios en mayo van a ser una ruina, más de un agricultor ha cometido este error garrafal de meter las colmenas demasiado pronto. Pero –como dice el refrán– "a lo hecho: pecho..." así que ahora el trabajo es conseguir que la plantación se cierre, cubra completamente el suelo del invernadero y alcance un desarrollo vegetativo suficiente. Si lo conseguimos la decisión del agricultor hará que se corten sandías en abril y todos estaremos contentos. Si no lo conseguimos habrá que blanquear prematuramente la plantación para evitar que el sol directo dañe los frutos de sandía a medio engordar, lo que supondrá un retraso muy importante en la recolección (quizás mayor que el que hubiera supuesto meter las colmenas una semana después) A ver si lo conseguimos, porque creo que no va a ser precisamente fácil...
El mismo martes y 13 seguí con la ruta y visité el cultivo de la segunda imagen. En este caso se trata de unas sandías triploides injertadas, plantadas en un suelo sin enarenar con acolchado plástico en los primeros días de febrero. La cuadrilla se afanaba en desmontar el dobletecho y las cortinas plásticas dispuestas en el invernadero, porque –aunque las florecillas hembra están ya apuntando en los extremos de las rastras– con el desarrollo de planta que tenemos había que meter las colmenas esa misma semana –al final se metieron el viernes– y prácticamente no se veían flores abiertas en el bancal. Quizás la faena debió realizarse unos días antes, pero el miedo al frío hizo que se retrasara. Espero que entre el tiempo que tenemos y el incremento de luz y ventilación que supone quitar el dobletecho y las cortinas me encontraré una buena floración esta semana que hoy empieza. Eso sí, uno de los bancales ha crecido más de la cuenta; como puede verse en la última foto el martes estaba casi cerrado, así que me tiene un poco preocupado... En fin, a ver que me encuentro mañana.
Pero no todo iban a ser problemas. A final de semana me lleve una alegría en unas sandías triploides injertadas, plantadas a primeros de marzo en un invernadero en el que se acababa de arrancar un pepino holandés. Con los precios que tenemos, los pepinos se apuraron hasta el último día y –a pesar de que en los pepinos había algo de trips, bastante pulgón, mucho submarino y muchísima araña roja– apenas se pudo dejar un día entre el arranque y la plantación. Para tratar de evitar una infestación temprana de plaga el agricultor y yo diseñamos una estrategía: 1) Tratamiento al pepino –después de la última recolección, pero antes de arrancarlo– con  imidacloprid y abamectina para eliminar la máxima plaga posible antes de echar las matas al suelo del invernadero; 2) azufrado del suelo del invernadero y colocación de muchas bandas pegajosas en el invernadero antes de plantar las sandías, para capturar los adultos de trips que quedarán por el invernadero y los que emergieran del suelo; 3) plantación de las sandías, tratamiento con flonicamid y abamectina, y colocación de una manta térmica de 2 metros –el invernadero es plano y no cabía una más ancha– y 4) tratamiento 10 días después de la plantación con spinosad y abamectina, para eliminar el trips y el minador que hubiera emergido debajo de la manta y que no habrían sido capturados por las bandas azules. El sábado visite la finca y las sandías iban perfectas, limpias de plaga y bastante crecidas para llevar un par de semanas trasplantadas. Como se suele decir "tiempo tendrán de estropearse"...
Así es la campaña de primavera en Almería: llena de nervios, de prisas, de miedos y de dudas. La verdad es que, por mucho que lo intentemos, es difícil tanto hacer cada cosa en su momento como acertar con el momento de cada cosa...

domingo, 18 de marzo de 2012

Doce años de engaños--I'm on the fire

Si, fue alrededor del año 2000 cuando las autoridades locales (todo el poniente menos Dalías, que se reservo el derecho de mantener su propio sistema) se pusieron de acuerdo para hacer un Plan de Higiene Rural para los residuos agrícolas. Al principio funcionó relativamente en El Ejido, cuando fueron amontonándose los residuos empezaron a arder las plantas. Era un indicio de que el Plan entraba en barrena. Con mucho menos costo para los agricultores en Dalías se mantenía un vertedero que tambien ardía pero era gratis. Hasta el año 2003 cuando se implantó también allí el sistema El Ejido. Al final todo ha acabado como el sistema que originalmente tuvo Dalías pero extrayendo una renta considerable a los agricultores. Ahora a empezar de nuevo. todo eso porque esas autoridades locales se guian más por cantos de sirena que por razones prácticas. Su objetivo no es aumentar la renta del agricultor sino poner en práctica sus tontadas.
Tina Charles, que no se si la he puesto antes.

sábado, 17 de marzo de 2012

EN EL ALAMBRE


Los pepinos que se trasplantaron el 7 de febrero ya tienen 40 días. Los he fotografiado esta mañana. Ya están en el alambre. Hoy les estaban quitando el doble techo, un poco tarde para mi gusto. Hay algo de trips localizado en zonas menos protegidas por el doble techo y las bandas verticales. De aquí el retraso en quitarlo.

La solución nutritiva sigue igual y la CE en sonda se sigue manteniendo entre 2,7 y 2,9 dS/m. Con el riego se está siendo generoso y en estos últimos 10 días, que ha hecho mucho calor, se están aportando unos 2,5 l/m2 aproximadamente en un riego diario. Hago la salvedad de que el suelo es limoso suelto (“grea”) y el marco de goteros es de 2x0,5 m.
Habréis observado un detalle de importancia. Se trasplantaron 10.000 plantas /Ha pero ahora hay 20.000 tallos/Ha. El lineo de la derecha está doblado y tiene unos 50 cm. menos de altura que el que se ve justo detrás. Con esta variedad ya se hizo en otoño. Al agricultor le funcionó bien y ahora repite. De momento vigor no falta y yo creo que al quitar el doble techo mejorará. Se espera la primera recolección para dentro de una semana.
Seguiremos informando.

II congreso internacional

Se acerca el equinoccio de primavera, la fiesta de la vida (excusas para los alérgicos) y hay que pensar en el II congreso porque siempre tardamos en ponernos de acuerdo unos cuantos. He hecho caso a una proposición de Viñalarga el año pasado y lo publico en el blog para quien quiera hacer sugerencias. Se necesita un director científico para que organice el evento, solo tiene que entender de viandas. El congreso, para quien no lo sepa, consiste principalmente en beber comer y cascar, como todos los congresos solo que nosostros lo decimos sin ponerle un nombre rimbombante como por ejemplo "efectos del cambio climático en la piedra pomez" aunque se aceptan sugerencias si le queremos poner un título para disuadir  los incautos.

viernes, 16 de marzo de 2012

El colémbolo pijama

Al principio era habitual que los confundiésemos con trips –todavía queda por ahí algún despistado que se lleva un buen susto al encontrárselos–, pero desde que nos apuntamos a esto del control integrado los pimenteros almerienses nos hemos acostumbrado a ver colémbolos en las flores de pimiento al inicio de campaña. Fuera de este cultivo es más raro verlos, aunque a veces aparece el protagonista de hoy… Pero aprovechando que ayer lo “cazé” en una finca de sandías voy a hablar un poco de este grupo de artrópodos.
Y digo artrópodos y no insectos porque estos bichos –a pesar de tener 6 patas– no son insectos, aunque están muy relacionados (de hecho ambos grupos forman la superclase Hexapoda, que agrupa a las clases Insecta y Collembola) Los colémbolos son bichos muy diversos, presentes en todos los continentes –incluida la Antártida– y probablemente son los animales terrestres más numerosos del planeta (se habla de más de 60.000 individuos por metro cuadrado) Si no los vemos habitualmente es porque la mayoría de las especies viven en el suelo, alimentándose de restos orgánicos en descomposición; basta con meter bajo un binocular el cepellón de cualquier planta para ver decenas de pequeños colémbolos. Solo unas pocas especies –pertenecientes al orden Entomobryomorpha– se dedican a subirse a nuestras plantas y llaman nuestra atención. Como puede deducirse por el nombre, este orden de colémbolos se parece mucho a los insectos (por eso los confundimos con los trips), pero vistos bajo un binocular hay un detalle que los hace inconfundibles. Como podéis ver en la primera imagen tienen un apéndice en su parte trasera –denominado fúrcula– que nunca aparecerá en un verdadero insecto. Normalmente está plegada bajo el abdomen, pero cuando el colémbolo se siente amenazado la fúrcula se dispara como un resorte catapultando al animal, que literalmente sale disparado dando un salto mortal. Este eficaz mecanismo de salto les sirve para defenderse de sus enemigos –aparte de complicarle la vida al infeliz fotógrafo aficionado que trata de hacerles una foto tumbado sobre la arena del invernadero…–.
Pero centrémonos en el protagonista de hoy. El colémbolo que encontré en las sandías es menos frecuente y distinto a los que abundan en los pimientos. Como podéis ver en la segunda imagen tiene un llamativo diseño sobre el abdomen a rallas blancas y negras y –aunque no estamos completamente seguros– creemos que se trata de la especie Willowsia platani (al menos a esa conclusión hemos llegado Eulophidae –mi inseparable compañero de frikerias– y yo siguiendo las claves de esta estupenda página web sobre colémbolos y comparándolo con las fotos de esta especie que aparecen en ella) Yo, para aclararme y evitar meter la pata, le llamo simplemente “colémbolo pijama”. Debido al cebreado del abdomen es fácil confundirlo a primera vista con el Aeolothrips –el famoso “trips pijama” del que hablamos aquí–, pero como podéis ver en la tercera foto las similitudes entre colémbolos y trips no resisten un vistazo más en detalle con un cuentahílos.
En cuanto a su importancia en el cultivo, en mi opinión no es más que un visitante ocasional que no causa ningún daño ni genera ningún beneficio; vamos, una simple curiosidad. Sin embargo hace un par de años unos compañeros lo encontraron asociado a pequeños daños en las hojas de plántulas de pepino, como podéis ver en la cuarta imagen. Según me contaron, no llegaron a tener claro si las lesiones las habían causado los colémbolos o simplemente estaban alimentándose de tejido vegetal dañado por otros motivos; en cualquier caso las lesiones no afectaron para nada al desarrollo del cultivo.
Lo cierto es que hay muy pocas especies de colémbolos herbívoras y, por tanto, son muy pocas las posibilidades de que se transformen en plaga. Pero como en todo hay excepciones; la especie  Protaphorura armata (antiguamente conocida como Onychiurus armatus) fue una plaga de cierta importancia en los cultivos de remolacha azucarera españoles. De hecho a finales de los 90 los productores castellano-leoneses realizaron estudios y ensayos para mejorar  el control de este colémbolo en sus cultivos (ver aquí)

jueves, 15 de marzo de 2012

Revisar el goteo

El riego por goteo se realiza gracias a un sistema robusto basado en el polietileno y el PVC. Que sea robusto no significa que no necesite mantenimiento, sobre todo en aguas duras. Si no se revisa periodicamente todo el sistema puede pasar algo tan tonto como que las plantas presenten amarilleamientos generalizados en un sector de riego. Es lo que representa la foto aunque no se si se observa bien. Es fácil de diagnosticar puesto que sigue los límites del sector pero para entonces puede que se hayan perdido unos cuantos kilos de fruto. Al final de cada campaña hay que revisar el circuito entero y comprobar si los goteros riegan homogeneamente porque en el mejor de los casos puede pasar esto, pero en el peor pueden hacernos perder parte de la cosecha por la desinfección o al utilizar nematostáticos agresivos.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Sombreado parcial del cultivo

Una solución interesante a un problema.
La idea de este agricultor es sembrar tardío para recolectar extremadamente tardío, de hecho aún no ha recolectado.
Pero esto acarrea una serie de problemas que hay que evitar. En primer lugar hay que eliminar las flores y frutos de los primeros niveles para retrasar el cuaje. En segundo lugar para evitar la sobremaduración temprana, se ha colocado una lámina de plástico negro entre los lineos, una vez los frutos de abajo comienzan a cambiar de color, dejando la zona de la planta libre, con el objeto de sombrear la planta media-baja de la planta donde se situan los frutos primeros, al tiempo que se deja la parte alta de la planta abierta a los rayos de sol, de manera que el fruto de arriba siga engordando sin problemas.
Despues una vez llegados los dias de fuerte insolación, para que el fruto de arriba no se sobremadure por una de sus zonas, se blanquea el plástico.

lunes, 12 de marzo de 2012

Más sobre el PHAN

Bueno para que no parezca que no queremos colaborar dentro de nuestras posibilidades ponemos todos los enlaces que me ha enviado el presidente de este partido para que quien quiera acceder no pueda aducir ignorancia. Nosotros hacemos lo que podemos.
Dirección de su página web:
www.partidohortofruticolaandaluz.com
Facebook:
www.facebook.com/pages/PHAN-Partido-Hortofrut%C3%ADcola-Andaluz/356033701082587

Y su video:

domingo, 11 de marzo de 2012

Norman E. Borlaug--El mes de los heroes

La importancia del llamado padre de la agricultura moderna la podeis ver en la wikipedia. Los avances pequeños que cambian el mundo: él y sus compadres mejicanos se empeñaron en conseguir variedades de cereales más pequeñas de estatura para que no se encamaran, lo cual además aumentaba la producción. Lograron unas variedades con los genes Reduce height-1 y Rh-B1 en trigo y similares en maíz. Para quien quiera entretenerse en 1991 se demostró que estos loci codifican factores de transcripción DELLA que son análogos a las proteinas insensitivas a la giberelina (GAI) de Arabidopsis. Estas proteinas tienen una mutación en un aminoácido que hace que no sean sensibles a las giberelinas ni por tanto a sus efectos. Esta tontería ha salvado a millones de personas de morir de hambre ¿a cuantos millones a salvado cualquier estrelluza mediática de las que pululan por ahí? Siempre existen las excepciones como la concienciada Shakira y otras similares.
Cien años han pasado.
32 años

sábado, 10 de marzo de 2012

Con dos cojones


Ojos de abeja

Empezamos con las colmenas y empezamos con los problemas... Lamentablemente, como pasa todos los años, algunos cultivos de melón y sandía no cuajaran como debieran. En la mayoría de los casos será por problemas de luz y clima, pues el cuaje coincidirá con días nublados y lluviosos que impiden el vuelo de las abejas. En algunos cultivos serán problemas de manejo agronómico, que han ocasionado una baja calidad de polen o una falta de sincronización en la floración –en cultivos de sandías triploides, claro está–. En unos pocos cultivos los problemas vendrán por tratamientos fitosanitarios demasiado arriesgados –esos “pasesillos” demasiado cercanos a la introducción de las colmenas–. Sólo en muy pocos cultivos, los plásticos nuevos con exceso de tratamiento anti-ultravioleta serán los que impidan la visión de las abejas y, por tanto, serán los responsables del mal cuaje de nuestros cultivos.
Ya hablé de la visión de las abejas y de la importancia que tiene para ellas la luz ultravioleta en un post del año pasado (ver aquí), así que no voy a soltar otra vez todo el rollo. Eso sí, recuerdo que entonces me volví loco buscando en Internet fotos a la luz ultravioleta de flores de sandía o melón sin ningún resultado… Pero este año he tenido más suerte: en este artículo, firmado por Jan Van der Blom –nuestro holandés particular en la agricultura almeriense–, están las magnificas fotos que he fusilado sin piedad para este post (espero que no me afecte la Ley Sinde…) Como podéis ver en las fotos, los estambres de las flores macho de sandía –justo donde está el polen de nuestros dolores– apenas se distinguen del resto de la flor a la luz del día (que es como nosotros las vemos) Sin embargo a la luz ultravioleta (que es como las ven las abejas) el polen y las anteras destacan muchísimo sobre un fondo opaco; reflejan intensamente la luz ultravioleta y brillan como faros que guían a las abejas a la flor.
Viendo estas fotos está muy clara la importancia de la radiación ultravioleta cercana para el buen trabajo de las abejas. Si nuestro plástico nuevo absorbe demasiado ultravioleta las abejas no verán las flores macho y no podrán ni recoger polen, ni transportarlo a las flores hembras… Resultado: mucho “monte” y pocas “pelotas”; vamos, una autentica ruina para un sandiero.
Afortunadamente esto sólo ocurre en plásticos recién colocados, nunca en plásticos que tienen ya una campaña a cuestas. Si aparecen problemas de cuaje con plásticos que llevan más de 6 u 8 meses encima del invernadero hay que buscar otros motivos; y otras soluciones. Si es que podemos encontrarlas…

viernes, 9 de marzo de 2012

Phytophtora capsici en sandia

Phytophtora capsici en conocida en Almería principalmente por los daños provocados en pimiento, causando pudriciones de raiz -tristeza del pimiento-, pero es menos conocida como patógeno en otro tipo de cultivos.
Son pocos los años que se observan los daños que muestran las fotos (por suerte). Las fotos estan tomadas en 2004 y ya no he vuelto a observarlo.
En sandia, Phytophtora, provoca lesiones en hojas y tallo, que hacen que el tallo muera. Si el ataque tiene lugar en la zona del cuello de la planta provoca la muerte total de la planta.
En fruto se producen pudriciones en la zona en contacto con la superficie.
La enfermedad comienza en zonas en contacto con zonas humedas.

Como se observa en la foto, en el fruto afectado se aprecia una especie de mancha blanquecina. Una vez abierto el fruto se observa que esta totalmente podrido por dentro.

jueves, 8 de marzo de 2012

Saturación de abejas

Recuerdo cuando en los tiempos antiguos se utilizaban dos colmenas por hectarea. Ahora las tendencias van por otro lado. Hay una estrategia que consiste en esperar a que las sandías estén un poco más cerradas pero con muchas flores. Entonces se colocan 10 colmenas por hectarea. La ventaja que tendría es la sincronización del cuaje porque 500000 abejs pueden trabajar a la vez. En melón negro nunca lo he visto pero la sincronización del cuaje es aun más importante. Aun no tengo opinión al respecto.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Fusarium solani en guisante

Ya hace algún tiempo Aguilera y Entomofílico comentaron la presencia de Fusarium solani en cultivos de cucurbitaceas, precisamente en pepino y calabacin.
Ahora le toca al guisante.
El cultivo de guisante extratemprano en Dalias y Berja se ve peligrosamente comprometido debido a las enfermedades de suelo, principalmente Pythium y fusariosis.
Hasta ahora las fusariosis detectadas en Almeria habia sido Fusarium oxysporum, pero en una muestra recientemente analizada ha aparecido Fusarium solani, por primera vez en Almeria- decir que esta enfermedad ya era considerada patógeno en otras zonas de España.
En cuanto a los síntomas, los típicos de las enfermedades vasculares, plantas marchitas, cuello y raiz de la planta negra y podrida.
En particular en esta muestra se detecto aparte de Fusarium solani, Pythium.

martes, 6 de marzo de 2012

Calor latente. Una de fantasmas físicos...

Llevamos ya semanas sin frío, pero seguimos viendo –en el blog y en el campo– las consecuencias de las heladas de mediados de mes. Vistos los datos grado a grado, las mínimas no han sido mucho menores que otros años; pero los daños sí han sido más graves, e incluso en zonas donde no se han alcanzado temperaturas bajo cero las plantas han sufrido mucho. La razón no es otra que el invierno extremadamente seco que estamos viviendo –el más seco en décadas–. Pero… ¿Qué tienen que ver los daños por el frío con la humedad? Pues mucho, aunque parezca mentira. Pero para entenderlo hay que meterse en el mundo de los “fantasmas físicos”; conceptos que ni se ven ni se tocan ni se perciben, pero que determinan el clima de nuestro invernadero y afectan decisivamente a nuestros cultivos. El frío como tal no existe para la física (ni siquiera llega a la categoría de fantasma) En física solo existe la energía en forma de calor –el frío sería como mucho la ausencia de calor–; y es el calor lo que se puede cuantificar, así que vamos a tratar de seguirle la pista al calor en nuestro invernadero. Eso sí: evitando fórmulas, que quedan muy feas (si alguien está interesado en ellas puede buscarlas en un manual de psicometría o preguntarme por email)
El calor no es otra cosa que la energía de movimiento –en forma de vibración– de las moléculas de una masa –da igual que sea sólida, líquida o gaseosa– (ya hablamos de ello aquí) Nuestros invernaderos están diseñados como captadores solares, es decir, para acumular la energía del sol en forma de calor. Pero… ¿cómo se acumula esa energía? Parte del calor será acumulado directamente por el cultivo y el suelo; aunque esta cantidad de calor se puede estimar(1) no tiene hoy mucho interés hacerlo, pues depende exclusivamente de la radiación solar que entre en el invernadero; poco o nada tendrá que ver la humedad del aire. Cuando el suelo y el cultivo se hayan calentado más que el aire del invernadero, empezarán a cederle calor a este aire. Esta cesión de calor desde el cultivo y el suelo al aire del invernadero incrementará la energía de las moléculas de aire y, por tanto su temperatura; este es el llamado calor sensible (porque lo podemos medir) Pero mezclado con el aire de nuestro invernadero hay más o menos vapor de agua. Este vapor de agua era agua líquida que ha pasado a gas en la superficie del suelo –por evaporación– o en las hojas –por transpiración–, procesos que consumen mucha energía en forma de calor. O sea, gran parte del calor acumulado por suelo y planta se traslada al aire del invernadero en forma de vapor de agua, aunque este aporte de calor no aumenta la temperatura del aire. Como no hay forma humana de medir este calor, se le llama calor latente (porque no lo podemos medir, aunque afortunadamente es fácil de calcular) Este calor latente no se pierde, sino que volverá a liberarse cuando el vapor de agua se transforme en agua líquida al condensarse rocío; así que es una reserva de calor muy efectiva.
Pongamos números a esto. Imaginemos 1 Ha de invernadero a dos aguas con capillas de 8 metros –4 metros de altura en las raspas y 3,5 metros en los amagados– que al final de un día de invierno ha alcanzado una temperatura de 15ºC, pero veamos cuanto calor acumula con 85% y 50% de humedad relativa. Los datos están en la tabla de la segunda imagen, donde me he permitido la libertad de pasar el calor acumulado en el aire del invernadero a su equivalente en litros de gasoil, para que los que no tengan formación física intuyan de que estamos hablando. El calor sensible acumulado es prácticamente igual –al fin y al cabo depende casi exclusivamente de la temperatura del aire–, pero las diferencias en cuanto a calor latente acumulado son muy importantes –pues dependen exclusivamente del vapor de agua presente en el aire, muy diferente en los dos casos–. Tan importantes son las diferencias, que el invernadero acumula un 32% más de calor estando húmedo (85% de humedad relativa) que seco (50%) aunque la temperatura del aire sea la misma. Pero si es importante la cantidad de calor acumulado, más importante aún es cómo, cuándo y dónde se va a liberar este calor latente una vez que el vapor de agua comience a condensar.
Un parámetro físico importante para explicar la condensación y fácil de calcular es la temperatura de rocío; que no es otra cosa que la temperatura a la que empezaría a condensarse rocío en una masa de aire húmedo, en función de su temperatura y humedad relativa actual (en definitiva, de la cantidad de vapor de agua que contiene) Como ilustra la tercera imagen, el rocío condensa sobre superficies que están a menor temperatura que el aire y por debajo de su temperatura de rocío. Habrá condensación e intercambio de calor latente justo en la superficie de contacto, aunque el resto de la masa de aire esté a una temperatura superior a la del punto de rocío. Al caer la noche dentro de un invernadero, el cultivo comienza a perder calor por radiación muy rapidamente, así que en pocas horas estará más frío que el aire del invernadero. Cuando la temperatura de la planta sea más baja que la temperatura de rocío comenzará a condensarse agua sobre el cultivo y el calor latente liberado en este cambio de gas a líquido aportará calor directamente a las plantas sobre las que está ocurriendo esta condensación. Desde este punto de vista, la temperatura de rocío nos indica hasta que temperatura debe enfriarse el cultivo para que comience a condensarse agua sobre él y nuestra reserva de calor latente comience a aportarle calor. Fijándonos en los ejemplos de la tabla de la segunda imagen, si en el invernadero tenemos un 85% de humedad relativa la temperatura de rocío es de 12,5ºC, así que cuando la planta alcance 12ºC comenzará a condensarse agua sobre ella y a recibir así algo de calor. Si en el invernadero tenemos sólo un 50% la temperatura de rocío es de 4,7ºC, así que nuestra planta tendrá que enfriarse hasta algo menos de 4,5ºC para que se condense algo de agua sobre ella, solo entonces recibirá algún aporte de calor. Evidentemente la temperatura que alcanzará la planta en este segundo caso será mucho menor, y el riesgo de daños por helada es mucho más alto (a fin de cuentas los daños por helada ocurren cuando la temperatura de la hoja baja por debajo de 0ºC)
Parece claro que la humedad relativa alcanzada la tarde antes de una helada es importante a la hora de qué aportes de calor –procedentes del calor latente– reciba nuestra planta durante la noche, y que estos aportes nos pueden salvar de una helada. Pero eso no debe hacer que perdamos el norte… En primer lugar el aporte de calor solo dura mientras hay vapor de agua pasando a agua líquida, así que si en mitad de la helada se deja de condensar agua se acaban los aportes de calor. Es el cambio de estado el que libera calor no el agua líquida sobre las plantas; así que nebulizar no sólo no sirve de nada, sino que es contraproducente. Por otra parte, meter agua sea como sea en el invernadero NO ES UNA SOLUCIÓN. Si regamos a mediodía el día antes de la helada podemos incrementar ligeramente la humedad relativa del invernadero y mejorar algo la situación; pero –a la luz de la física– regar por la noche es un absoluto sin sentido. En un invernadero frío y en plena noche no hay ninguna posibilidad de que las moléculas de agua líquida pasen a vapor de agua, así que el único aporte de calor será el del agua líquida y éste es muy bajo si nuestro riego es por goteo.  Poniéndole números, si en el invernadero de nuestro ejemplo cuando comienza la helada –es decir, cuando la temperatura del aire es 0ºC– se diera un riego de media hora con agua a 10ºC y asumiendo que el 5% de esa agua estará en contacto con el aire el tiempo suficiente para intercambiar todo su calor (ya que el agua rápidamente filtra en el suelo) el aporte de calor al aire del invernadero –en el total de la Ha– es sólo de 62,8 MJ (lo que corresponde al calor producido por la combustión de 1,7 litros de gasoil) y sólo aumentará la temperatura del aire en 0,8ºC. El efecto directo de este ligero aumento de temperatura sobre el cultivo es mínimo; muy poca cosa para arriesgarse a encharcar las raíces, diría yo…

(1) Evidentemente las moléculas del cultivo y del suelo acumularán calor en forma de vibración, y esto producirá un aumento de su temperatura. La temperatura del suelo es relativamente fácil de medir con un termómetro adecuado –generalmente será más baja que la del aire si el cultivo está desarrollado y más alta si el cultivo es joven–. La del cultivo es más difícil, aunque podríamos medirla manualmente con un termómetro de infrarrojos o de forma automática con un termistor –generalmente será menor que la del aire–. Aunque midamos estas temperaturas es difícil cuantificar cuanto calor se acumula en nuestro invernadero de esta forma; primero porque es difícil estimar la masa del cultivo y segundo porque aún es más difícil estimar su calor específico. Además, en el caso del suelo habría que considerar las pérdidas por transmisión en profundidad, que dependerán de la naturaleza y la humedad del suelo.

lunes, 5 de marzo de 2012

Series de Hofmeister

Denominadas en honor de uno de los pioneros del estudio de las proteinas Frank Hofmeister, de la hoy República Checa. Aunque en principio estas series se describieron para indicar la adsorción diferencial de los iones por parte de las proteinas, en ciencias del suelo se considera que la adsorción de iones en el complejo de cambio tambien se prioriza por estas series. Aunque el mecanismo exacto del porqué de los resultados experimentales es el que indican las series liotrópicas (es un sinónimo) si se sabe que los cationes divalentes se adsorben mejor que los monovalentes. Y dentro de cada grupo los de mayor radio iónico se adsorben más. No hay una serie universal porque varía con el complejo adsorbente, así en una monmorillonita (arcilla muy común en nuestros suelos): Li--Na--K--H--Mg--Ca ( de menor a mayor adsorción). en la caolinita es: Li--Na--H--K--Mg--Ca. Es por estas series por las que se intenta reducir la salinidad del suelo utilizando compuestos que liberen calcio que sustituirá el sodio (intercambio directo). También existe una serie para los aniones.

domingo, 4 de marzo de 2012

"Agricultores catastrofistas"--Homenaje

Cuando uno tiene el futuro asegurado. Cuando uno lleva desde 1982 viviendo con un sueldo del estado. Cuando uno tiene pasta para colecionar coches antiguos. Cuando uno es copropietario via braguetazo de la ganadería de Jandilla. Cuando uno puede salir en el Interviú acusado de actividades "dudosas" y no meten al periodista en la carcel. Cuando pasa eso y mucho más es normal que cuando los agricultores se preocupen por un acuerdo que presumiblemente será muy perjudicial para sus intereses de estricta supervivencia se permita el lujo de decir que no va a hacer caso de los "agricultores catastrofistas". Para mi es una ofensa a la dignidad de esos agricultores porque viene a decir que son unos desgraciados que no saben lo que dicen. Cada uno se lo tomará como quiera pero hay que tener morro.
Ahora se empiezan a jubilar aquellos agricultores que empezaron la expansión de los invernaderos, ellos vivieron de jóvenes los guateques para los que yo era demasiado joven. Y parece que se lo pasaban bien. Un homenaje para los supervivientes de aquella época.

sábado, 3 de marzo de 2012

PHAN-tasma?

Esperemos que no. Y este partido que han creado tenga algo que decir en el futuro. El problema es que nada o poco sabemos de él. Porque un partido necesita militantes y gente dispuesto a apoyarlpo pero para eso son fundamentales dos cosas: gente capacitada y dispuesta y un programa claro. No vale solo decir que vamoa a apoyar la agricultura, eso todos lo dicen.
Luego hace falta publicidad, hay de ella por la vega en forma de pintura negra con molde pero ni rastro en la web ni en el Facebook. Lo mismo piensan que nadie entra del mundo de la agricultura y la prueba de que no es así es este blog que ya supera a veces las 500 visitas únicas diarias y 100000 páginas al mes. De todas maneras e independientemente de como sea su estrategia les deseo suerte.
No he podido encontrar ni logotipo ni foto.
Que no acabe como aquel La Agricultura Lo Primero.
Partido Hortofrutícola Andalúz se llama.
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