Cuando noviembre viene como tiene que venir (o sea, con frío) los pepineros tardíos comienzan su carrera hasta el alambre. ¡Hay que llevar el pepino al emparrillado como sea! El plástico bien limpio, el dobletecho bien hermético, y las bandas y ventanas bien trincadas durante todo el día crean un bochorno casi insoportable en el cultivo, pero eso sí, los pepinos crecen muy rápido. Algunas veces, ya con las plantas en el alambre, las hojas jóvenes se abarquillan (primera foto) y la cabeza se “arrepolla” (segunda foto) Un análisis foliar nos diría que es una carencia de calcio, aunque estemos regando bien y metiendo nitrato de cal por un tubo… En el Poniente la mayoría de las carencias de calcio no tienen relación con el abonado ni la riqueza del suelo, sino que son inducidas por las condiciones climáticas o el riego. Las más frecuentes ocurren en verano, y están relacionadas bien con la falta de agua o una conductividad excesiva en el suelo (la “peseta” o, como dicen los guiris, blosson end rot); bien con las humedades relativas bajas (por ejemplo, las 
“cabezas quemadas” de los pepinos extra-tempranos). Pero también una humedad relativa muy alta, sobre todo combinada con calor al mediodía, puede provocar la deficiencia de este elemento.
Esto se debe a que el calcio se absorbe y se mueve dentro de la planta por flujo de masas, es decir, al mismo tiempo que el agua. Entra por la raíz y sube hacía la parte alta de la planta cuando las hojas pierden agua al transpirar. A humedades relativas muy altas, la planta detiene la transpiración y no puede mover calcio al ápice de crecimiento. En los pepinos tardíos, si esta situación se alarga demasiado, tendremos carencias de calcio en pleno invierno, y por tanto “cabezas quemadas” (o, mejor dicho, “cabezas cocidas”)
Recuperar el ápice de crecimiento dañado es casi imposible (ni con todo el calcio quelatado del mundo) Además, si por casualidad lo conseguimos, los frutos que producirá serán de muy mala calidad. La mejor solución es cortar la cabeza y dejar que la planta continúe por un tallo secundario (como en la tercera foto). Obviamente, también hay que ventilar el invernadero y abrir un poco el dobletecho para que no vuelva a pasar otra vez. Tampoco estaría de más tomar nota para acordarse de ventilar un poco antes el año que viene…
No nos tenemos que preocupar mucho por este problema, es feo nada más. Se le dejan un par de tallos y al final del cultivo no se nota cuales eran las plantas afectadas.
ResponderEliminarMuy buen post.
Totalmente de acuerdo. No hay que preocuparse mucho, pero si es importante saber la causa y la solución. Lo digo por ahorarse unos euros en calcio quelatados, aminoacidos y correctores salinos...
ResponderEliminarYa te digo, jjjjj
ResponderEliminarHola buenas noches a todos,¿ sabeis algo sobre el uso del Sulfato de cobre pentahidratado? He leido que puede ir bien para eliminar hongos del suelo en riego o cacharreo al tronco. Y por otro lado si usaramos el oxicloruro de cobre a 1g/l tambien en cacharreo nos podria dar un resultado satisfactorio en la eliminacion de algun hongo del tipo phytopthora capsici
ResponderEliminarSi conseguimos manejar el clima del invernadero tenemos ganado el 80% de que el cultivo se desarrolle en toda su plenitud, por eso no nos dejemos engañar por ninguna casa comercial que nos quiera vender el producto milagro. Nuestra agricultura se rodea actualmente de una enorme pandilla de sinverguenzas que solamente piensan en enriquecerse rapido a consta de nosotros los agricultores en los el peso de las emociones juega un papel primordial a la hora de juzgar el comportamiento de nuestras plantas. Eso si conseguir que nuestro lugar de trabajo y convivencia sea favorable para las plantas requiere de nuestro sacrificio y entrega diaria, pero es asi , mientras la energia electrica no este en nuestras manos economicamente factible nos toca trabajar y mas trabajo, aunque una agricultura sin pringarte en ella rozando tu piel planta con planta no tendria aliciente. Bueno termino buenas noches
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¡Qué razón tienes Diego! Uno de los "peritos viejos" que me enseño (un saludo para Pedro que sé que en vez en cuando entra por aquí) me dijo cuando empecé a trabajar : "Cuando los egipcios hace 6000 años inventaron la agricultura era riego, clima y trabajo; y ahora sigue siendo las tres mismas cosas". Eran palabras de sabio que 13 años después suscribo letra por letra.
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