Dobletechos en pepinos tempranos

La mayoría de los agricultores son muy reacios a colocar dobletechos en los pepinos tempranos (de finales de agosto y septiembre) Es lógico... en estos ciclos es necesario evitar los golpes de calor y, según como venga el veranillo del membrillo, hay incluso que blanquear algo el invernadero. Vamos, que con tanto calor lo mejor no es precisamente poner un dobletecho de plástico para que las plantas se nos terminen de cocer. Claro que a mediados de octubre la cosa cambia: Lluvia, goteo a mediodía, plantas mojadas y gravísimos ataques de mildiu... ¡Entonces si que echamos de menos un dobletecho! Pero ya no queda otra que liarse a sulfatar a lo bestia, empalotar la planta, cargarse los swirskii y en la mayoría de las ocasiones sin llegar ni siquiera a controlar el mildiu.
Paco es un pepinero de bandera (a la vista están las fotos) con un invernadero en una zona muy fría, así que pone sus pepinos tempranos y trata de compensar los precios bajos cortando kilos y haciendo después un tomate de primavera muy temprano. Le teme -con razón- a los golpes de calor de septiembre y a los mildius de octubre -todavía más desde que el año pasado se pasó a los bichos-. Su solución ha sido montar la estructura de alambres que se ve en la segunda foto. Esta estructura servirá de guía y sosten al dobletecho cuando se extienda, porque los pepinos llegán al alambre con el dobletecho recogido en los amagados y el plástico ligeramente blanqueado (o sea, con un clima casi ideal) como se ve en la tercera foto.
Cuando las temperaturas aflojen, la condensación suba y el techo empiece a gotear se extenderá el dobletecho y las plantas quedarán cubiertas. Puede parecer difícil extender el plástico, pero no es así. Sólo hay que caminar por el emparillado siguiendo la línea de palos de las cumbreras y colocar unos pocos puntos de alambre. Aunque parezca mentira el año pasado le vi extender dos hectareas en menos de tres días de trabajo.
Con esta técnica Paco evita muchísimos problemas con el mildiu, además de ahorrarse muchos tratamientos, muchos residuos y mantener una población de ácaros depredadores que le permite llegar a enero sin graves problemas de trips. Evidentemente la estructura de alambre significa una inversión y extender el dobletecho un trabajo, pero es mucho más eficaz que los pelotazos de fungicidas antimildiu, que resultan caros, ineficaces y residuales. Y ojo, que con eso no quiero decir que no haya que tratar para el mildiu todas las semanas; lo que sinceramente creo es que sólo con tratamientos fungicidas es imposible controlar el mildiu en los pepinos de invernadero...