Para la naturaleza todos los seres vivos son comida. Los Aphidius que están desarrollándose dentro de la momia también lo son, y unas cuantas especies de avispas se han especializado en parasitarlos. Por eso se llaman hiperparásitos (son parásitos que parasitan a otro parásito) El resultado cuando estos cabroncetes aparecen en nuestra finca es que la población de Aphidius baja de forma radical y los pulgones, al quedarse sin control, comienzan a invadir nuestro cultivo incluso en pleno invierno. Cuando pasa esto no queda más remedio que tratar y soltar depredadores. Con control integrado una vuelta de APHOX en pimiento o de TEPPEKI en cucurbitáceas suele resolver el problema. Con las limitaciones del cultivo ecológico hay que recurrir a pelitres y similares, y además soltar depredadores de pulgón. Normalmente se utiliza el Aphidoletes; pero en el campo de Cartagena, donde los hiperparásitos aparecen todos los años en los pimientos de primavera y son un problema muy grave, también utilizan crisopas y varias especies de mariquitas. Además están estudiando la cría de sírfidos (ya lo comente en otro post)
La mejor forma de detectar este problema es revisar con un cuentahílos los agujeros de salida de las momias. Como se ve en la primera foto, los agujeros de salida de Aphidius SIEMPRE están en la parte trasera. Normalmente el opérculo se queda fijado a la momia, pero aunque se caiga, el agujero SIEMPRE es perfectamente redondo. Los agujeros de salida de los hiperparásitos son SIEMPRE de bordes irregulares y dentados, el opérculo SIEMPRE se cae y pueden estar en cualquier parte de la momia.
Hay varias especies (en los cultivos españoles al menos cinco) y cada una suele aparecer en una época del año. En Almería de finales de otoño a principios de primavera siempre resulta ser el encírtido Syrphophagus aphidivorus (la pequeña avispa, de alrededor de 1 mm de longitud, que podeis ver en la segunda foto) Está citado en los invernaderos desde hace al menos 15 años, aunque entonces se la conocía como Aphidencyrtus aphidivorus. Es difícil de ver en campo y aún más difícil de distinguir. Con un binocular se observa el cebreado de las patas y el espolón en la tibia del segundo par (característico de todos los encírtidos) que he marcado en la foto. Hay al menos otra avispa que aparece en los invernaderos de Almería, pero como suele verse en los cultivos de primavera y al principio del verano ya hablaré de ella cuando llegue su época…
Pues eso… que antes de asegurar alegremente que el Aphidius no vale para nada (como ya se dice en algunos corrillos de este bendito campo) más vale agarrar el cuentahílos y echar un vistazo, que a lo mejor lo que pasa es que tenemos a algunos de estos hiperparásitos en la finca desde hace semanas y no nos habíamos dado cuenta. Al final la solución será tratar, pero al menos sabremos el motivo de la proliferación del pulgón y las conclusiones a las que llegaremos no serán erróneas…
El teppeki en pepino es mejor echarlo en el foco
ResponderEliminarDesde luego tienes razón. Todos los productos para el pulgón es mejor echarlos sólo en el foco aunque sean compatibles para no afectar al resto de los auxiliares. Además el teppeki en el pepino es bastante residual. Aunque por debajo del LMR los residuos aguantan bastante tiempo y si repetimos o subimos dosís puede llegar a dar problemas.
ResponderEliminar